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Él costó del discipulado

Él costó del discipulado

Cada vez que el hombre experimenta un cambio, impera la necesidad de romper con paradigmas o estructuras ya formadas.
Debido a que el hombre tiene la necesidad de romper una rutina o un formato para asimilar y lograr ejecutar el cambio.
Ahora, en cuanto al Discipulado, ¿Por qué nos cuesta discipular o ser discipulados?
Al hablar de coste, damos a entender que hay un precio que pagar, para entrar en el proceso de discipular o ser discipulado.
Lucas 14: 25 – 33 Jesús relata y nos da la clave para descifrar el precio que conlleva ser discípulo. Y sonará drástico cuando leemos en el 26 “Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aún también su propia vida, no puede ser mi discípulo”. Aquí Jesús, nos define que no hay excepción alguna. No puede haber, ni permitir que ninguna afección, no importa cuán fuerte sea el lazo, compita con Cristo o quitarle su lugar.
Dentro de toda esta ecuación, hay una variable importante, y es que el costo del discípulo resulta totalmente razonable, cuando entendemos y apreciamos el regalo de la Salvación que recibimos a través de Cristo, con su sacrificio en la cruz del Calvario.
Jesús continuo diciendo, 27 “Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo”, Él no nos está dando a entender que tenemos que sufrir, más bien, a que veamos la acción del sacrificio en la cruz como el objeto de nuestra fe; somos salvos y victoriosos, no mediante el sufrimiento, aunque a veces suele suceder que algunos padecen, sin embargo, nuestra fe en Cristo es la que nos hará liviano el peso de llegar a ser un discípulo de Cristo.
Si hoy día, te cuesta discipular a otros en el camino de Dios, o te cuesta que te instruyan o te discipulen, entonces necesitas entender que Dios te ama, tal como eres Juan 3:16; y esa es la razón por la cual Dios se desprende de su hijo y lo envía a este mundo a morir por nosotros, por eso dice; “el castigo de nuestra paz, fue sobre él” para comprarnos con precio de sangre. Por tanto, pídele a
Dios que te ayude a entender el valor del sacrificio de la cruz y a valorar su sangre que nos limpia, y nos da libre acceso al trono de la Gracia para alcanzar para alcanzar perdón, oportuno socorro y salvación.
Autor: Gerardo David