La integridad en el corazón
En Daniel 1:8 vemos una historia con escenas que impactan y ayudan a seguir firmes en nuestra convicción, siempre dejando en alto nuestra integridad.
Daniel y sus compañeros por motivo del servicio civil se vieron obligados a permanecer reclutados en Babilonia y a comer y beber la comida que el rey dedicaba a sus dioses. Esta participación los llevaría a quebrantar la ley judía; situación difícil, ya que los mantenía en un sí o en un no respecto a abandonar su identidad.
Sobre este sentido, Yokoi Kenyi dice: Integridad “Habla de lo que soy, lo que pienso y lo que hago; aunque nadie me esté viendo” y la Honestidad “Habla de lo que hago, lo que digo y de mis actos públicos”.
Es allí que el proponerse viene a ser una manifestación con razones para conocimiento o el entendimiento de alguien. Daniel y sus amigos oraban para mantenerse fiel a Dios e íntegros de corazón. Él estaba en el palacio, pero no participaba de lo que estaba en el palacio.
Yo puedo asistir a una reunión familiar en donde la mayoría no son convertidos o una fiesta con compañeros de oficina presentarme con regalos y demás, pero esto no quiere decir que debo participar de sus malas palabras, bailes y bebidas… No. Es allí que debo marcar la diferencia. “Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica” 1 Cor. 10:23
Algunas veces vendrán oportunidades que debemos saber escoger; ya que si no estamos identificados con lo que somos o debemos ser, podemos ser presa fácil para dar mal testimonio. Pero, para eso está la oración.
Cuando leemos en Daniel 1:8, vemos cuatro características
- Propuso en su corazón no contaminarse… (no profanar) él oró fuertemente a Dios.
Cuando nos proponemos no ofender a Dios ni contristar al Espíritu Santo; ahí vemos el respaldo de su misericordia.
- Pidió permiso… Él podía comer lo que a él le venía en gana, pero sentía en su corazón que su relación con Dios era algo reverente. Cuando nos damos cuenta que lo que voy hacer o decir va a ofender a Dios; o va a dañar mi vida espiritual lo más sano (hablando espiritualmente) es apartarse con gentileza y Dios hará el resto.
- Dios permitió que… Es allí que Daniel haya gracia delante de sus líderes o jefe y le solicita el no comer de los alimentos que presentaban para ellos. Y Dios hace la obra. Cuando se presentan situaciones que como cristianos no deseamos hablar de esto o aquello, suelen decir que no queremos participar y nos comparan. En estos casos lo único que debe interesarme es lo que piensa Dios de mi.
- Se mantiene firme en su decisión… Cuando decidimos agradar a Dios y no a los hombres, Dios se encargará de exaltarnos. Es cierto que Daniel podía comer y seguir orando, pero que de su relación con Dios? Es por eso que si sabes que al ir a ese lugar o lugares te va a ser sentir mal; no vayas por agradar a un amigo o compañero de labores, pues no, agrada a Dios y todo saldrá bien. Proverbio 4:4-7
En todo esto mi corazón debe estar dispuesto. Una vida de buen testimonio haya gracia delante de muchos… Ser cortés siempre… En tus labores mantén tus tareas al día, ordenadas y verás que cuando deseas algo para tu bienestar; nunca te negarán alguna solicitud que tengas que realizar. Dios siempre nos dará la gracia, la salida y la victoria. ¿Por qué? por nuestro testimonio y nuestra forma de conducirnos y de expresarnos pero sobre todo porque amamos a Dios y queremos agradarle en todo.