El amor Genuino
“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;
no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará”.
No hay duda que el mayor ejemplo de amor es Jesús que no le importo dar su vida por amor a cada uno de nosotros. Ahora nosotros como cristianos buscamos seguir el ejemplo de Cristo, aunque ahora ya no tenemos que morir por alguien más, pues el precio de nuestro pecado fue cancelado por Jesús, pero ¿Será que realmente existe amor en nuestra vida?
La clase de amor que el texto bíblico que leímos al inicio habla es un amor puro, un amor que no tiene mancha, un amor genuino, un amor incomparable, ese amor es el que Dios anhela que nosotros tengamos.
Pero para que en nuestra vida emane ese amor necesitamos estar enamorados de Dios, amarlo cada día mas y hacer que nuestro amor por el crezca. Jamás podremos amar a una persona humana de la forma que lo muestra la primera carta a los corintios si primeramente no amamos de esa manera a Dios.
¿Cómo esta el amor que sientes por Dios?, ¿es un amor sin envidia?, ¿Es un amor que no es jactancioso?, ¿Es un amor que no se envanece?, ¿Es un amor que no hace nada indebido?, ¿Es un amor que no busca lo suyo?, ¿Es un amor que no se irrita por nada?, ¿Es un amor que no guarda rencor?, ¿Es un amor que no se goza de la injusticia?, ¿Es un amor que todo lo sufre?, ¿Qué todo lo cree?, ¿Qué todo lo espera? Y mas allá de eso: ¿Todo lo soporta?, es decir que ¿Es un amor que nunca deja de ser?, puesto que si es así, felicidades hermano amado, estas listo para amar en realidad a los demás.
Lo que quiero decir con esto, es que Dios anhela que mas allá de un día de obsequios y de decirse lo mucho que se aman o lo mucho que te importante alguna amistad, Dios quiere que amemos todo el tiempo a todos, Jesús dio un mandamiento y este es que amaramos a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Desde la perspectiva del Creador del Amor, amar es una acción para dar a otra a otra persona lo que ella o él necesita. Amar es suplir para las necesidades fundamentales de otra persona. Veamos algunas necesidades fundamentales de todos los seres humanos desde que nacemos hasta que morimos.
1. Aceptación.
2. Protección.
3. Afecto, cariño.
4. Perdón.
5. Esperanza
Amar es entonces suplir esencialmente esas necesidades a las personas a nuestro alrededor, comenzando con nuestro cónyuge, luego nuestros hijos, padres, familia y amigos. En el matrimonio, el hombre debe amar primero y suplir a su esposa de aceptación, protección, afecto, perdón y esperanza.
Aceptaciónsignifica reconocer la identidad de la persona tal como es. Lo contrario sería juzgarla o criticarla. En el matrimonio ambos deben aceptarse tal como son con sus virtudes y defectos. A partir de la aceptación mutua, se puede y se debe trabajar para mejorar ayudándose mutuamente.
Protección, habla de proteger a su cónyuge no solo físicamente, sino emocionalmente. Proveerle seguridad emocional, estímulo, motivación. Ambos deben defenderse mutuamente del ataque de otras personas y nunca ponerse del lado de otras personas en contra de tu cónyuge. Si no estás de acuerdo con tu cónyuge, manifiéstaselo a él o ella, pero nunca delante de otras personas.
Afecto, cariño. Habla de toque físico, abrazos, caricias, besos. El afecto cariñoso expresado con toques de ternura genera la producción de endorfinas que es una hormona que produce bienestar.
Perdón. Por cuanto todos somos imperfectos y cometemos errores y nos equivocamos muchas veces, debemos asumir una actitud de perdón permanente, tanto para darlo como para recibirlo. Reconocer los errores es una decisión sumamente importante.
Esperanza. Todo ser humano necesita tener la esperanza de algo mejor. Los cónyuges deben afirmarse mutuamente, proveyéndose una motivación constante, especialmente cuando se enfrentan momentos difíciles en la vida. Debemos afirmarnos mutuamente con fe y esperanza hacia un futuro mejor.
Es tiempo de amar con el verdadero amor con el cual Dios quiere que amemos. Si el mundo conociera ese amor no abrían guerras, no abrían conflictos, no abría racismo, no abría hambre, no abría delincuencia, no abría todos los males que se original en el corazón del hombre, en cuyo corazón no existe el amor de Dios.