Somos obra de sus manos
Así que hice lo que me dijo y encontré al alfarero trabajando en el torno; pero la vasija que estaba formando no resultó como él esperaba, así que la aplastó y comenzó de nuevo. Después el Señor me dio este mensaje: “¡Oh, Israel! ¿No puedo hacer contigo lo mismo que hizo el alfarero con el barro? De la misma manera que el barro está en manos del alfarero, así estás en mis manos”. Jeremías 18:3-6 (NTV)
Formar una vasija no es una tarea sencilla, es un oficio que lleva tiempo, dedicación y paciencia porque algunas veces el alfarero tiene que quebrar y deshacer la obra de sus manos para dar nuevamente forma al barro y de esa manera obtener una pieza perfecta.
¿Alguna vez te preguntaste por qué la mayoría de las personas no están conformes con lo que son y tienen? Siempre existe una razón, tal vez pasó algo inesperado o alguien dañó su identidad y autoestima con palabras y actitudes que les causaron mucho dolor, frustración, rencor, venganza y odio; llevándolos a reprocharle a Dios el haber nacido.
Amigo mío, tú no eres nadie para cuestionar las decisiones de Dios. La olla de barro no puede quejarse con el que la hizo, de haberle dado esa forma. El alfarero puede hacer con el barro lo que quiera. Romanos 9:20-21a (TLA)
Si tú también lo hiciste, te animo a que este momento le pidas perdón a nuestro Señor porque si hoy estás con vida es solo por su amor, misericordia y bondad, porque aún tienes que cumplir el propósito con el que fuiste creado(a). No naciste por error, Dios te formó con sus propias manos a su imagen y semejanza porque tiene un plan con tu vida.
No creas lo que otros dicen de ti, más bien pídele a tu Hacedor que te enseñe a amarte y valorarte tal y como eres, y aceptar tu situación actual porque la misma también obrará para tu bien. Pídele que borre de tu mente y corazón aquellas palabras que alguien te dijo con la intención de lastimarte, a perdonarlo y a creer solamente lo que Él dice de ti en su Palabra. Si nunca leíste la Biblia, empieza hacerlo ahora y si ya la conoces, vuélvela a leer, pero ésta vez entendiendo cuán importante eres para tu Creador, que no escatimó dar la vida de su único hijo Jesucristo, para que fueras salvo(a). Ante sus ojos eres de gran estima, no tienes que hacer nada para que te ame más o menos porque su amor por ti es incondicional, solo tienes que aceptarlo.
Pues yo sé los planes que tengo para ustedes -dice el Señor-. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza. Jeremías 29:11 (NTV)
Si Dios permite que pases algunas pruebas es porque te ama, porque sabe lo que hace, porque sabe lo que es mejor para ti y porque tiene un propósito con tu vida.
Nuestro Alfarero aún no terminó contigo, sigue dándote forma para que llegues a ser una de las maravillosas obras de sus manos. ¡No impidas que termine lo que empezó en ti!
Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.