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Devocional

Que nada nos frene!

Que nada nos frene!

“Me acuerdo de tu fe sincera, pues tú tienes la misma fe de la que primero estuvieron llenas tu abuela Loida y tu madre, Eunice, y sé que esa fe sigue firme en ti.  Por esta razón, te recuerdo que avives el fuego del don espiritual que Dios te dio cuando te impuse mis manos.  Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina.
Así que nunca te avergüences de contarles a otros acerca de nuestro Señor, ni te avergüences de mí, aun cuando estoy preso por Él. Con las fuerzas que Dios te da prepárate para sufrir conmigo a causa de la Buena Noticia. Pues Dios nos salvó y nos llamó para vivir una vida santa. No lo hizo porque lo mereciéramos, sino porque ese era su plan desde antes del comienzo del tiempo, para mostrarnos su gracia por medio de Cristo Jesús; y ahora todo esto él nos lo ha hecho evidente mediante la venida de Cristo Jesús, nuestro Salvador. Destruyó el poder de la muerte e iluminó el camino a la vida y a la inmortalidad por medio de la Buena Noticia. Y Dios me eligió para que sea predicador, apóstol y maestro de esta Buena Noticia.” 2 Timoteo 1:5-11 NTV
Leer esta carta me hace ver dos caras de la misma moneda: 1) El maestro: Pablo preso en Roma por llevar a cabo su misión de difundir la palabra de Dios, pero aun así sigue discipulando, a través de sus diferentes cartas y 2) El discípulo: Timoteo encargado de seguir la comisión dado por Jesús, de hacer nuevos discípulos, amparándose en las escrituras y en la sana doctrina.
Eso es discipular. Es una rueda que gira y gira en la cual se pierde el inicio, pues aquel que en un momento fue llamado discípulo, luego es llamado a discipular a otros. Tenemos que hacer que la rueda siga girando.  A esto nos exhorta Pablo en su carta a Timoteo.  Debemos mantener la FE para que la misma no se pierda y de esta manera seguir dando a conocer esta buena noticia de salvación en Cristo Jesus.
La vida de Pablo es un ejemplo vivo de que este camino no es fácil y que encontraremos muchas adversidades, pero que valen completamente la pena pues con ello cumplimos la gran comisión a la que fuimos todos llamados.  Timoteo por su parte hizo eco de ese llamado teniendo un testimonio de vida vivo, para así seguir su propósito de evangelizar
Cuando sintamos que desfallecemos, (porque seguro ocurrirá) acudamos siempre a la palabra, a esta exhortación que nos hace el apóstol Pablo en sus diferentes cartas, para seguir regando la semilla así como otros sembraron y regaron en nosotros. Sigamos adelante, que nada nos frene!!
Autor: Aleika De León de Gonzalez.