No pierdas la Visión
Puedes conseguir solo lo que puedes ver.
Uno de los más grandes soñadores del siglo veinte fue Walt Disney. Quienquiera que haya sido capaz de crear los primeros dibujos animados con sonido, los primeros dibujos animados a todo color y la primera película animada de largometraje es definitivamente alguien con visión. Pero las obras maestras más grandes de la visión de Disney fueron Disneylandia y Walt Disney World. La chispa para esa visión vino de un lugar inesperado.
Cuando las dos hijas de Walt eran jóvenes, él acostumbraba llevarlas a un parque de diversiones en el área de Los Ángeles los sábados por la mañana. A sus hijas les encantaba y a él también. Un parque de diversiones es un paraíso para los niños, con una atmósfera maravillosa: el olor a rositas de maíz y algodón de azúcar, los colores llamativos de los carteles de anuncios de los aparatos, y el sonido de los niños gritando cuando la montaña rusa cae cuesta abajo.
Walt se sintió especialmente cautivado por el carrusel. Al acercarse, vio una mancha de imágenes brillantes cabalgando alrededor al sonido de la música del órgano de vapor. Pero cuando estuvo más cerca y el carrusel se detuvo, pudo ver que sus ojos habían sido engañados. Observó caballos gastados con la pintura agrietada y descascarada, y notó que solo los caballos de la línea exterior se movían arriba y abajo. Los otros se mantenían sin vida fijos en el suelo.
El desengaño le dio una gran visión. Con los ojos de su mente pudo ver un parque de diversiones donde la ilusión no se evaporara, donde niños y adultos pudieran disfrutar una atmósfera de carnaval sin el aspecto deteriorado que acompaña a algunos circos o parques de entretenimiento itinerantes. Su sueño se convirtió en Disneylandia. Como Larry Taylor propone en Be an Orange [Sé una naranja], la visión de Walt podría resumirse como, «No hay pintura descascarada. Todos los caballos saltan».
Donde no hay visión, el pueblo se extravía; ¡dichosos los que son obedientes a la ley!
Proverbios 29:18 (NVI)
Para un líder, la visión es todo. Es absolutamente indispensable.
¿Por qué? porque es la visión la que lo que guía. Es ella la que marca la meta. Enciende y alimenta el fuego dentro de él, y lo lleva hacia adelante. También es el encendedor para otros que siguen a ese líder. Muéstrame un líder sin visión, y te mostraré alguien que no va a ningún lugar. En el mejor de los casos, viaja en círculos.
Para conocer algo de visión y como esta forma parte de la vida de un buen líder, entiende estas cosas:
1. La visión comienza adentro.
Cuando doy conferencias, de vez en cuando alguien me pide que le dé una visión para su organización. Pero yo no puedo hacer eso.
La visión no se puede comprar, mendigar, ni pedir prestada. Tiene que venir de adentro. Para Disney, la visión nunca fue un problema. Debido a su creatividad y búsqueda de la excelencia, siempre vio lo que podía ver.
Si careces de visión, mira dentro de ti. Saca tus deseos y dotes naturales. Mira a tu llamado, si tienes uno. Si todavía no sientes una visión propia, piensa en la posibilidad de conectarte con un líder cuya visión esté en consonancia con la tuya. Hazte su compañero. Esto es lo que Roy, el hermano de Walt Disney, hizo. Él era un buen hombre de negocios y un líder que podía hacer cosas, pero Walt era el que le proveía la visión. Juntos hicieron un equipo increíble.
2. La visión proviene de tu historia.
La visión no es una cualidad mística que viene de un vacío, como algunas personas parecen creer. Esta brota del pasado de un líder y de la historia de la gente que lo rodea. Este fue el caso para Disney, pero es cierto para todos los líderes. Habla con cualquier líder y es probable que descubras sucesos claves en su pasado que fueron instrumentales en la creación de su visión.
3. La visión enfrenta las necesidades de otros.
La verdadera visión es de largo alcance. Va más allá de lo que un individuo puede lograr, y si tiene verdadero valor, hace más que solo incluir a otros; les añade valor. Si tienes una visión que no sirve a otros, probablemente sea demasiado pequeña.
Cuando uno entiende la visión personal entonces es posible medirse y evaluarse constantemente durante el año para ver si se está dando al blanco. Escribí algunas cosas que al trascurrir los años me han ayudado a comprender más lo que envuelve la “visión” en uno:
- La visión es un desafió, sin un reto la visión no es visión. La visión es un panorama claro (mental), la habilidad de ver lo que aún no se ve con los ojos naturales. La visión es el futuro, siempre la visión proyecta hacia delante.
- La visión nos da pasión para cumplir el plan de Dios para tu vida. Cuando la visión penetra el corazón se convierte en pasión.
- La visión nos da una dirección fija hacia donde debemos ir caminado para llegar a la meta.
- La visión proporciona motivación. Encuentre a una persona a la que le falta motivación, y le mostrare alguien que no tiene visión, o la visión que tiene es pequeña.
- La visión se convierte en propósito. La visión nos da una razón para levantarnos por la mañana. ¡Ahora si entiendo por qué vine a esta vida! Porque existo, porque respiro, la razón de mi existencia.
- La visión nos trae a producir cambios para avanzar al siguiente nivel que Dios desea para nuestras vidas. La visión nunca es dejar las cosas como están.
- La visión inspira generosidad, nos da un sentir de dar nuestros recursos para ver el cumplimiento de la voluntad de Dios en nuestras vidas.
Extracto del libro “Las 21 Cualidades Indispensables de un Líder”
Por John C. Maxwell