Volver a las primeras obras, tiene que ver con renunciar a mis conocimientos y dejarme guiar por mi Padre en medio del camino.
“Y sucedió que al cabo de tres días los oficiales pasaron por medio del campamento; y dieron órdenes al pueblo, diciendo: Cuándo veáis el arca del pacto del SEÑOR vuestro Dios y a los sacerdotes levitas llevándola, partiréis de vuestro lugar y la seguiréis. Sin embargo, dejaréis entre vosotros y ella una distancia de unos dos mil codos. No os acerquéis a ella para saber el camino por donde debéis ir, porque no habéis pasado antes por este camino. He aquí, el arca del pacto del Señor de toda la tierra va a pasar el Jordán delante de vosotros. Ahora pues, tomad doce hombres de las tribus de Israel, un hombre de cada tribu. Y sucederá que cuando las plantas de los pies de los sacerdotes que llevan el arca del SEÑOR, el Señor de toda la tierra, se asienten en las aguas del Jordán, las aguas del Jordán quedarán cortadas, y las aguas que fluyen de arriba se detendrán en un montón. Y aconteció que cuando el pueblo salió de sus tiendas para pasar el Jordán con los sacerdotes llevando el arca del pacto delante del pueblo, y cuando los que llevaban el arca entraron en el Jordán y los pies de los sacerdotes que llevaban el arca se mojaron en la orilla del agua (porque el Jordán se desborda por todas sus riberas todos los días de la cosecha), las aguas que venían de arriba se detuvieron y se elevaron en un montón, a una gran distancia en Adam, la ciudad que está al lado de Saretán; y las que descendían hacia el mar de Arabá, el mar Salado, fueron cortadas completamente. Y el pueblo pasó frente a Jericó. Y los sacerdotes que llevaban el arca del pacto del SEÑOR estuvieron en tierra seca en medio del Jordán mientras que todo Israel cruzaba sobre tierra seca, hasta que todo el pueblo acabó de pasar el Jordán.”
Josué 3:2-4, 11-17 LBLA
El pasaje anterior narra los sucesos antes de que Él pueblo de Israel, entrara en la tierra prometida. Josué, líder principal del pueblo, les dio instrucciones de seguir detrás del arca del pacto que simbolizaba la presencia de Dios, que no desviarán su mirada del arca, ya que no conocían el camino que había que seguir. Una de las características de la generación que lideró Josué es que experimentaron en carne propia cómo la obediencia a Dios en medio del desierto tiene preeminencia por encima de cualquier sabiduría humana. Fue una generación que comprendió lo que es ser guiado por Dios. La verdad para mí fue muy curioso ese pasaje, porque en realidad no había un camino. Si, ellos hubieran ido adelante sin seguir la dirección de Dios, se hubieran encontrado con el río Jordán desbordando, naturalmente no existía un camino trazado.
Cuando alguien decide obedecerle, cosas sobrenaturales ocurrirán. Nuestro Padre Celestial se abre camino por donde no hay, Él ya trazo una ruta por la que debemos caminar, pero muchas veces queremos nosotros ir delante guiando con nuestras fuerzas y conocimientos. Volver a las primeras obras tiene que ver con dejar a un lado mi experiencia, mis capacidades y comenzar a depender realmente de Nuestro Padre Celestial.
“aunque yo mismo podría confiar también en la carne. Si algún otro cree tener motivo para confiar en la carne, yo mucho más: circuncidado el octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto al celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia de la ley, hallado irreprensible. Pero todo lo que para mí era ganancia, lo he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y aún más, yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor, por quien lo he perdido todo, y lo considero como basura a fin de ganar a Cristo,”
Filipenses 3:4-8 LBLA
Pablo siendo uno de los apóstoles con mayor trayectoria y experiencia en el evangelio, tomó la decisión de estimar toda su trayectoria y conocimiento como basura, por amor a Cristo. Nuestra experiencia y capacidad humana tiene un límite, cuando ponemos esto por delante nuestra vida tendrá un tope, nos encontráremos tratando de hacer las cosas por nuestras fuerzas y llegara un punto en donde todo se volverá monótono y sin sentido. Dios está haciendo un llamado a esta generación para que volvamos a depender realmente en la guía del Espíritu Santo, volcarnos en amor por Cristo. Volvamos a poner nuestra mirada en Cristo, volvamos a escucharlo sin poner nuestros conocimientos como obstáculos que nos impidan a avanzar al propósito al cuál Él nos ha llamado.
Autor: Jonathan Zapata