Tres Consejos para El Nuevo Año
Perdona
No comiences el año entrante con un corazón lleno de heridas que no has sanado por no perdonar el daño que alguien provocó en tu vida. Antes de que llegue la hora en punto inclusive mientras lees estas letras, perdona a los que tanto daño te han hecho este año y deja atrás lo que te hicieron, el dolor y la amargura que eso te provocó. Que perdones no quiere decir que todo volverá a ser igual con esa persona, pero si libera tu corazón de ataduras y te permite continuar creciendo. Que tu próximo año sea uno donde lo comiences sin rencor ni amargura para nadie.
Agradece
Es muy probable que este año no haya sido el mejor de toda tu vida. Adivina que: todos tienen ese mismo sentir respecto a su año. Cuando nos sentamos a reflexionar sobre las experiencias vividas nos damos cuenta que este año fue muy difícil, doloroso o simplemente no trajo todo lo que esperábamos. Sin embargo, estas vivo, estas leyendo estas letras con las que te deseo recordar que DIOS TE AMA y te ha tomado en cuenta en su propósito. Si aun estas aquí en la Tierra es porque DIOS TIENE PLANES CONTIGO, planes que desea cumplir. No despidas este año sin agradecerle a Dios por las bendiciones que recibiste, por tu vida y la de los que aun están a tu lado, por las enseñanzas, los momentos buenos y los malos, también.
Escoge a Dios
En este año que pasó ya no hay nada más que hacer, solo queda despedirlo y guardar en nuestra memoria los recuerdos de las experiencias vividas. Pero un año nuevo comienza y esto presenta nuevas oportunidades, decisiones que tomar, proyectos que desarrollar y la famosa lista de resoluciones. Antes que nada, decide permitirle a Dios guiar tus pasos en este nuevo año, que Él sea tu guía, refúgiate en el en medio de las tormentas, escucha su voz al momento de tomar una decisión y escógelo a Él como prioridad en tu vida.
Dicen que la vida es corta y hay que vivirla disfrutándola al máximo, esa diversión y felicidad de la que hablan cuando dicen esto es pasajera. La vida sí es corta cuando reflexionas en todas las cosas que deseas hacer y ciertamente lo ideal es vivir una vida plena y llena de gozo. Busca ese gozo y plenitud en Cristo, ¿Sabes sonreír en medio de la tribulación? ¿orar por el último pedazo de pan que comerás en semanas? ¿dar gracias y cantar himnos de gozo luego de perder a un ser querido? Yo he visto cristianos hacerlo, yo misma he logrado sonreír en momentos tristes y logro sentir esperanza aún en la tribulación. Eso me lo ha dado el hijo de DIOS, JESUCRISTO. Vivir una vida con Cristo no sólo nos permite disfrutar sus bendiciones sino que moldea nuestro carácter y nos permite disfrutar nuestra existencia aun cuando todo se ve negro y parece no haber solución.
Oro para que este año lo comiences con un corazón nuevo y libre de rencores, una actitud positiva, un espíritu agradecido por todo lo que tienes y lo que esta por venir. Le pido a Dios que muestre su gloria en tu vida y en la mía para que recordemos siempre que Él es nuestra razón de vivir. Finalmente deseo que puedas hallar gozo y plenitud en tu caminar con Cristo, que aprendas a ver en cada paso que das las bendiciones para las cuales Dios te prepara.
Una promesa más “…HASTA AQUÍ NOS AYUDÓ EL SEÑOR” (1 Samuel 7:12)
“Tomó luego Samuel una piedra… y le puso por nombre Eben-ezer, porque dijo: Hasta aquí nos ayudó el Señor” (1 Samuel 7:12). Al acabar este año y mirar atrás, ¿qué ves? ¿Fracasos? ¿Oportunidades desaprovechadas? Respecto a tus fracasos, Dios dice: “Yo, yo soy quien borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados” (Isaías 43:25). Y respecto a las oportunidades desaprovechadas: “Yo os restituiré los años que comió la oruga… y la langosta…” (Joel 2:25). Dijo un sabio: “Si no aprendemos de nuestros errores, estamos condenados a repetirlos”. Es bueno mirar atrás y aprender, pero si conduces un vehículo mirando al espejo retrovisor, acabarás en la cuneta. No te quedes estancado en el pasado, haya sido bueno o malo.
“Nunca digas: «¿Cuál es la causa de que los tiempos pasados fueron mejores que estos?», porque nunca hay sabiduría en esta pregunta” (Eclesiastés 7:10). Uno de los peligros de hacerse mayor es que te emocionas más con el pasado que con el futuro. Una señora escribió al director de un periódico quejándose: “Su periódico ya no es tan bueno como solía ser”. A lo que el director respondió: “Nunca lo ha sido”. Dios dice: “…Yo sé los planes que tengo para vosotros… planes de bienestar…” (Jeremías 29:11 LBLA). Dios tiene planes para ti en este nuevo año. Por lo tanto, dile adiós al pasado y dale la bienvenida al futuro. Remángate, ponte manos a la obra y espera grandes cosas de parte de Dios.
Amén.