Viernes 1 Marzo – El silencio de Dios
“Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes.”
Jeremías 33:3 | NVI |
Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye.
1 Juan 5:14 | NVI |
Recuerdo que de pequeño, cuando salía con mi mamá de compras y hacía algo que a mi mamá no le gustaba, ella solo me miraba y quedaba en silencio, eso para mi significaba que podría estar en problemas cuando llegábamos a la casa.
Así como yo experimenté en muchas ocasiones el silencio de mi madre, de la misma forma en nuestras vidas en algún momento hemos experimentado el silencio de Dios, pero esos silencios también tienen un significado y en lo personal he notado que ese silencio se da por dos situaciones:
-
Cuando Dios está trabajando a mi favor.
-
Cuando hay mucho ruido a mi alrededor.
En la web se define silencio como: “Ausencia total del sonido, abstención de hablar, en el ámbito de la comunicación humana. Y, sin embargo, que no haya sonido alguno no siempre quiere decir que no haya comunicación”, me llama poderosamente la atención la segunda parte de este significado porque me ha sucedido en repetidas ocasiones que me he desesperado en obtener una respuesta de Dios y Él ha estado en silencio, sin embargo, ese silencio ha bendecido mi vida en gran manera, con esto he podido entender que las cosas nunca son en nuestro tiempo ES EN EL TIEMPO DE DIOS y el que no escuche su voz no quiere decir que no esté obrando a mi favor.
En otras ocasiones el escuchar la voz de Dios se ha visto afectado por ruidos externos como trabajo, amigos, afanes de la vida, en fin, cosas que me hacen ruido espiritual para escuchar su voz, así como existen audífonos que cancelan el ruido externo y nos permiten escuchar claramente música, así mismo debemos activar nuestros sentidos espirituales para cancelar todo ruido que nos impida escuchar con claridad la voz de Dios.
Hay un ejemplo en la biblia que llama poderosamente la atención y fue las veces que Samuel confundió la Voz de Dios,
Y vino Jehová y se paró, y llamó como las otras veces: !!Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla, porque tu siervo oye. Samuel 3:10 | RVR1960|
Así como nos pasa diariamente, le paso a Samuel, el no escucha con claridad quien lo llamaba, el escuchaba una voz, pero no distinguía quien era. El tuvo que activar sus sentidos espirituales para poder escucharle y esto comienza con disponer nuestro corazón a escuchar, así hizo Samuel, el decidió escucharle, el pudo ignorar la Voz, pero no lo hizo prefirió escuchar lo que Dios tenía para decirle.
Una de las personas que pudo experimentar el silencio de Dios fue Moisés, aunque escucho su voz de manera audible no existen registros durante sus primeros 80 años de vida, sin embargo, sin escucharle mantuvo su fe, muchas veces queremos escuchar al Señor de manera audible pero tenemos que tener presente que Dios siempre nos hablará por medio de su Palabra,
“Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia,” 2 Timoteo 3:16 | LBLA |
Por medio de la predicación,
“Hijo mío, atiende a mis consejos; escucha atentamente lo que digo. No pierdas de vista mis palabras; guárdalas muy dentro de tu corazón. Proverbios 4:20-21 | NVI |
Incluso la naturaleza nos habla de su grandeza,
Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día,Y una noche a otra noche declara sabiduría. No hay lenguaje, ni palabras, Ni es oída su voz. Por toda la tierra salió su voz, Y hasta el extremo del mundo sus palabras. En ellos puso tabernáculo para el sol;” Salmo 19:1-4 | RVR1960| .
Este día tomemos un momento para pedirle al Señor que nos ayude a tener nuestros oídos prestos a escuchar su voz y que quite todo ruido que impida escucharlo.
Autor: Jonathan Rivas