Lunes 8 de abril – Cerca de sus mejillas
«Con lazos de ternura, con cuerdas de amor, los atraje hacia mí; los acerqué a mis mejillas como si fueran niños de pecho; me incliné a ellos para darles de comer,» Óseas 11:4
Históricamente, en este momento Israel pasaba por una de sus muchas épocas de rebeldía y dureza de corazón; y es eso lo que lo convierte en uno de mis pasajes favoritos. Aún bajo la condición de Israel, el corazón del Padre sigue cuidando a sus “niños de pecho” (aquel que está en la primera etapa de su desarrollo físico y mental; y, todavía se alimenta de leche materna).
Seguramente el concepto “niños de pecho” no nos haga mucho sentido. En efecto, somos adultos y mentalmente desarrollados pero, qué hay del carácter de Cristo en nosotros? Hemos crecido como Hijos? Hemos alcanzado la estatura del varón perfecto?
La expresión del Padre describiéndonos como a niños de pecho, muestra su comprensión del camino para llegar a ser la obra terminada que diseñó en cada uno desde antes de la fundación del mundo. Pasamos por etapas de desobediencia, rebeldía y dureza de corazón e incluso llegamos a sentirnos lo suficientemente capaces de “tomar nuestras propias decisiones” , dejando de lado la voluntad del Padre. Pero solo cerca de sus mejillas somos capaces de alcanzar la estatura del varón perfecto.
Su anhelo es ver Su obra completada y que, como Cristo, seamos hijos que atienden a Su voluntad. Sea cual sea tu falla o la razón por la que hoy te escondes del Padre, te invito a dejarte alcanzar por sus brazos de ternura. Cerca de Él, encuentras un lugar tan dulce como la miel, lleno de su paternidad y preparado para darte de comer.
Te invito a hacer una oración pura y sencilla. Al finalizar, toma un tiempo para simplemente estar. La oración puede empezar con algo así:
«Podría pedirle a la oscuridad que me ocultara, y a la luz que me rodea, que se convierta en noche; pero ni siquiera en la oscuridad puedo esconderme de ti» Salmos 139:11-12 NTV
Autora: Keila Alabarca