Lunes 6 de Mayo – Escondidos en su diseño
«…Dios creó al ser humano para que sea virtuoso, pero cada uno decidió seguir su propio camino descendente».». Eclesiastés 7:29 NTV
En ocasiones cuestiono nuestros motivos, me pregunto: por qué hacemos lo que hacemos, por qué invertimos el tiempo en “x” o “y” actividad? Que nos mueve a hacerlo? Explorándome descubrí que la mayoría de las veces, nuestros motivos no son movidos por lo que Dios ha diseñado en nuestra vida, sino por lo que hemos idealizado como el diseño de vida que deseamos tener.
Generalmente, nuestros diseños son basados en éxitos y reconocimientos que buscamos alcanzar para agradar al hombre, recibir su aprobación y de alguna manera, tal vez inconsciente, obtener algo de poder; esto es lo que nos mueve, nuestro motivo. Cuando buscamos en el fondo de ese diseño idealizado, con lo que nos encontramos es con un corazón volcado al éxito de la tierra que ha olvidado el verdadero propósito de su vida. Que pasaría si nuestro motivo fuese el mismo que el de Dios? Tal vez nuestras vidas serían menos abrumantes y consumidoras, tal vez disfrutaríamos cada día de la virtud de servir a Jesús en TODO lo que hagamos. Creo que habríamos Hijos de Dios, dedicados a hacer Su Voluntad en la tierra, aunque eso signifique renunciar a los deseos propios. El apóstol Pablo nos insta:
«Piensen en las cosas del cielo, no en las de la tierra. Pues ustedes han muerto a esta vida, y su verdadera vida está escondida con Cristo en Dios.» Colosenses 3:2-3 NTV
Cuando miramos las cosas del cielo comprendemos que cada lugar donde Dios nos ha puesto, no es con el propósito de darnos éxito terrenal, sino de ser manifestado a través nuestro en ese lugar. Tal vez hemos olvidado escondernos en Cristo para encontrar el entendimiento de ese diseño. El mucho ruido de este mundo nos ha atraído a un diseño alejado del de Cristo. El diseño de este mundo, en lugar de producir alegría y gozo, nos llena de angustia; muchas veces por alcanzar cosas que no hemos sido llamados a buscar o llegar a lugares que no hemos sido llamado a conquistar. El diseño de Cristo nos lleva a alcanzar pensamientos más altos que los nuestros y manifestar una voluntad buena, agradable y perfecta en cada lugar donde estemos.
Mi exhortación en este día es escondernos en Jesús para meditar en nuestros motivos; preguntarnos si estamos cumpliendo la Voluntad del Padre y si “nuestro diseño” es el mismo que está en Su corazón. Toma un momento para cerrar las voces del diseño del mundo y reencontrar tu diseño en el corazón del Amado.
Autora: Keila Alabarca