El amor florece
“Ninguna familia es verdaderamente feliz sin Amor”.
“…arraigados y cimentados en amor,”
Efesios 3:17 RVR1960
La familia es el núcleo de toda sociedad. Sin embargo, la crisis en la familia es realmente preocupante en estos tiempos, sus consecuencias son trágicas si no son atendidas y solucionadas a tiempo, dejando huellas a lo largo del tiempo. Es necesario invertir tiempo en lo más importante de nuestras vidas, principios sanos que ayudarán a fortalecer los vínculos familiares.
El amor crea el terreno más fértil donde criar a nuestros hijos. Así como a las flores se les proporciona el ambiente ideal para el crecimiento en un invernadero, el hogar lleno de amor también aporta el mejor contexto para que los hijos florezcan.
Tus hijos no solo deberían ser el fruto de tu amor, sino también estar profundamente arraigados en el sustento de tal amor todos los días. Todo niño nace con una sed de amor que dura toda la vida. Los hijos que crecen en familias amorosas suelen caminar con la frente en alto durante el día y dormir profundamente de noche.
Sin duda el amor que les expresas a tus hijos es mucho más valioso que cualquier posesión que puedas darles. Puedes enviarlos a escuelas prestigiosas, vestirlos con la mejor ropa, guiarlos con las reglas más sabias pero si no descansan en tu amor incondicional, estás descuidando una necesidad vital para que triunfen verdaderamente en la vida.
Puedo dar testimonio de haber crecido en un hogar con un padre sencillo trabajador, y una madre que nos atendía a mi y a mis cuatro hermanas. Había momentos que no teníamos para muchos lujos, pero siempre había un genuino amor de nuestros padres para con nosotros y todos los días crecimos valorando ese amor que nos mostraban y nos daban.
Si los hijos no están seguros de que las palabras “te amo” se apliquen a sus corazones, se verán tentados a buscar validación en su desempeño o en la opinión de otras personas. Habrá muchas inseguridades. El fracaso será más devastador, porque su sentido de valor propio y su identidad penden de un hilo. Pero, ¿Qué sucede cuando un hijo percibe el profundo amor de sus padres a lo largo de los años? Sus necesidades se ven cubiertas en forma constante.
Sus sueños son fielmente estimulados. Es más, cuando se desarrolla esta clase de relación amorosa entre tú y tu hijo, se transforma en el mejor entorno para transmitir tus creencias, tus valores, tu fe y tu legado a él y las generaciones futuras. Efesios 4.14-15 dice: “…sino que hablando la verdad en amor, crezcamos en TODOS los aspectos.” “La verdad en amor también es fundamental para la crianza eficaz, en realidad para toda relación.
La verdad guía lo que dices mientras el amor dicta cómo, por qué y cuándo lo dices. Cuando el amor es el terreno fértil, la verdad se transforma en una semilla más fructífera. Al trabajar juntos, la verdad y el amor forman una profunda confianza entre tú y tu hijo. Por el contrario, cuando los padres intentan forzar la verdad en una relación envenenada por el enojo, la amargura, la inseguridad o el aislamiento emociona, esas verdades se vuelven retorcidas o son rechazadas con el tiempo.
Hoy toma un tiempo para revisar el ambiente en el que se está fundamentando tu hogar. Si no es amor y en verdad, pídele a Espíritu Santo que los guíe para que su hogar comience a vivir el mejor ambiente que Dios preparó para sus hijos.
Autor: Neyra Herrera de Chavarria