Nuestro Fundamento
La fragilidad de nuestras vidas tiene su raíz en Cristo como fundamento de ellas.
«Como dicen las Escrituras: «Pongo en Jerusalén una piedra principal, elegida para gran honra, y todo el que confíe en él jamás será avergonzado».Además, «Él es la piedra que hace tropezar a muchos, la roca que los hace caer». Tropiezan porque no obedecen la palabra de Dios y por eso se enfrentan con el destino que les fue preparado.»1 Pedro 2:6, 8 NTVl
Uno de los descubrimientos que más me han marcado, se encuentra en el evangelio según San Juan 1:1
“En el principio era el verbo y el Verbo era con Dios y el Verbo era Dios”.
Para mi fue realmente increíble descubrir su existencia de naturaleza eterna y se convirtió en fuente de inspiración para buscar de Cristo en la creación. Ver su creación me enseña cómo es Èl, es como cuando visitas una casa y su decoración te habla mucho de sus dueños. Pero, que hay más allá de la propia creación? Que hay de aquello que es una obra en proceso?
Si tuviésemos que conocernos a nosotros mismos en que nos basaríamos? Como mediríamos nuestras obras? Como expresamos nuestra naturaleza? a través del cimiento! En repetidas ocasiones, la palabra habla sobre la piedra principal, Cristo Jesús. En cada una de ellas somos exhortados a construir nuestras obras sobre la base de Jesús, todo aquello que es puesto sobre Jesús es bendecido por Dios y nos constituye en piedras vivas que van formando el templo.
Así como la creación manifiesta a Jesús, nuestras obras manifiestan nuestros cimientos.
Tener cimientos firmes en Cristo, se refiere a vidas que fructifican a partir de Jesús. Sin embargo, la palabra nos muestra que esa piedra principal se ha convertido en obstáculos para muchos y es esto lo que ocurre cuando no estamos dispuestos a hacer la voluntad de Dios; bajo ese esquema, tratamos de construir sobre nuestros propios deseos en lugar de construir sobre Cristo y todo aquello que viene de nosotros mismos es derrumbado fácilmente. Siendo así, el alto estándar de Jesús se convierte en tropiezo para nuestros propios planes.
Vale la pena detenernos por un momento para evaluar nuestras obras y nuestras propias vidas desde la perspectiva de Cristo y empezar a ver sobre qué base hemos estado construyendo nuestras decisiones y acciones. A veces sentimos que nuestras vidas son frágiles y la raíz de ello es la falta de Cristo como cimiento de todo lo que hacemos.
Te exhorto a recalcular las bases de tus decisiones y acciones desde la mirada de Jesús, a pedirle con corazón humilde y sincero que pruebe tus obras y disponerte a derrumbar lo que sea necesario para empezar a construir sobre Jesús.
Autora. Keila Alabarca