Jueves 9 de Mayo – Líneas de acción
«Entonces Samuel le dijo a todo el pueblo de Israel: «Si de todo corazón desean volver al SEÑOR, desháganse de sus dioses ajenos… Dediquen su corazón al SEÑOR y obedézcanlo solamente a él; entonces él los rescatará de los filisteos».
Luego Samuel tomó una piedra grande y la colocó entre las ciudades de Mizpa y Jesana. La llamó Ebenezer porque dijo: «¡Hasta aquí el SEÑOR nos ha ayudado!».» 1 Samuel 7:3, 12 NTV
Tal vez te preguntaras que representan las líneas punteadas en medio de los versículos? Representan aquellas acciones que nos permiten retomar nuestro foco en el Padre.
Una vez más el pueblo de Israel estaba con su mirada puesta en otros dioses, totalmente desenfocado del Único Dios verdadero; fuera de su respaldo gracias a sus decisiones. Sin embargo, el enfoque de hoy no es en la falla de Israel sino en la serie de acciones que le llevaron de estar fuera de cobertura a recuperar el respaldo de Dios.
“La línea de acción de Israel se desarrolló en tres manifestaciones claves de su deseo de volver a estar en comunión con Dios: renuncia, oración y sacrificio.
Una vez Israel presentó delante de Dios aquello que Èl esperaba de ellos, retomó su comunión con Él y supo nuevamente lo que era tener a Su Dios de su lado.
Que línea de acción estamos siguiendo? Puede que nos hayamos salido de nuestra comunión con Dios por seguir dioses manifestados en forma de ocupaciones, tareas, compromisos, etc. Hoy Dios nos hace un llamado a la obediencia. Seguramente ha tocado tu puerta en búsqueda de intimidad y has estado ocupado. Ya es hora de emprender nuestra línea de acción, levantarnos y renunciar a todo dios que haya tomado su lugar, a retomar la oración, en la cual desarrollamos intimidad con Él y a convertir nuestra vida en un sacrificio de alabanzas para Él.
Así cómo Su respuesta a Israel fue inmediata y trajo la victoria a sus manos, así quiere Dios hacernos triunfar sobre las luchas que le han quitado su lugar para que reconozcamos que su cuidado y ayuda nunca se han apartado.
Retomemos nuestro tiempo junto a Él!
Autor: Keila Alabarca