El Poder de la Alabanza

Dios está poniendo una herramienta poderosa en tus manos que te podrá liberar de tu angustia, tristeza o depresión. Sólo tienes que decidir usarla. Pablo y Silas PASARON MOMENTOS difíciles, pues ambos fueron azotados y luego echados dentro de una cárcel oscura y sucia. ¿Qué harías tú en semejante situación? ¿Qué haría yo? Lo que hicieron estos dos prisioneros es sorprendente: comenzaron a cantar himnos a Dios (Hechos 16), y tuvieron su propia reunión de alabanza y adoración. ¡Qué increíble!

Nosotros fuimos creados para adorar y alabar a Dios. Sin embargo, como suele hacerlo nuestro Padre, esta práctica también produce beneficios para aquellos que la ejercen. Lo que comenzó como un sencillo ejercicio de fe y esperanza, terminó siendo la herramienta que Dios usó para dar libertad a Pablo y Silas; y no sólo a ellos, sino a todos los prisioneros que se encontraban en aquel terrible lugar. Hechos 16 nos dice que después de haber cantado, llegó un gran terremoto, y todas las puertas y cadenas de aquel lugar de ataduras fueron abiertas y rotas. La alabanza se convirtió en la bomba nuclear que Dios usó para traer libertad y salvación a muchas vidas.

Entiendo que existen dos clases de alabanza. Una de ellas se produce después de la liberación o la obra de Dios en favor nuestro. Los salmos están llenos de ejemplos de esta clase de alabanza. Algunos como: “Señor, abre mis labios, y publicará mi boca tu alabanza” (51:15); “Y mi lengua hablará de tu justicia y de tu alabanza todo el día” (35:28); y, “A Jehová cantaré en mi vida, a mi Dios cantaré salmos mientras viva” (104:33).

Otra clase de alabanza es la de la obediencia y fe, como la mencionada en 1 Tesalonicenses 5:18 cuando dice: “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”. Dios quiere que cualquiera que sea nuestra circunstancia, podamos levantar nuestras voces en alabanza y agradecimiento a nuestro Dios. Esta era la alabanza que practicaban Pablo y Silas, y es la alabanza que produce milagros. Otro ejemplo del poder que contiene esta clase de alabanza, se encuentra en 2 Crónicas 20, cuando Dios dio una gran victoria al pueblo de Israel contra los moabitas y amonitas después de haber comenzado a alabar en el momento de enfrentar unos enemigos terribles y poderosos. Humanamente, Israel no podía luchar contra pueblos guerreros, pero cuando Dios le dijo: “Alaben”, Israel obedeció y vio la mano de Dios levantarse en su favor, y sus enemigos fueron totalmente derrotados, sin levantar siquiera una espada. ¡Ese es el poder de la alabanza de obediencia y fe!

¿Dónde te encuentras ahora mismo? ¿Te encuentras en una cárcel ahora? ¿Estás enfrentando un enemigo más poderoso que tú? Sé que no todas las cárceles son las hechas con manos humanas, y, muchas veces, el enemigo nos ataca interiormente, pero el principio es el mismo: La alabanza es una herramienta poderosa de liberación y salvación. Algo sucede cuando ponemos nuestra mirada sobre el Dios de toda la creación y no en nuestra propia situación. Nuestra fe crece cuando dejamos de mirar nuestra situación y miramos a nuestro Salvador, Sanador, Libertador y Padre. Esto es lo que sucede cuando comenzamos a alabar, y, en el momento en que dejamos de luchar y procedemos a alzar nuestras manos para adorar en lugar de alzarlas para luchar o trabajar, Dios puede hacer su obra.

Podrás tener años en tu cárcel, años de lucha contra el mismo enemigo, pero para Dios no existen los límites del tiempo. A Él sólo le importa la obediencia de sus hijos. Mira hacia tu futuro brillante con Cristo. Si una adicción aprisiona tu cuerpo y mente, mira hacia tu Libertador. Si tu cárcel son sentimientos de enojo, falta de perdón o angustia, déjalos por la paz que sobrepasa el entendimiento. No importa cómo llegaste a estar en aquella cárcel, lo importante es que Dios está poniendo una herramienta poderosa en tus manos que te podrá liberar de tu angustia, tristeza o depresión. Sólo tienes que decidir usarla, sólo tienes que decidir obedecer y dar gracias en todo. “¡Que todo lo que respire alabe a Dios!” (Salmo 150:6).

–Nolita W. de Theo

Cómo Ser un Refugio para Tus Hijos

Si papi tiene miedo, ¿dónde se puede amparar un niño? Se supone que los papás están seguros. Se supone que saben qué hacer, cómo resolver los problemas y cómo arreglar las cosas y, lo principal, saben cómo proteger a los niños del dolor. ¿Pero que pasa si un niño ve miedo en el rostro de su papi? ¿Qué pasa si papá tiene tanto miedo como el niño, y no sabe qué hacer? Entonces el niño se siente totalmente angustiado y siente pánico. Siente que el único amparo fuerte, bueno y digno de confianza ya no es seguro.

Pero si papi tiene confianza, entonces los niños tendrán un refugio. Si papi no se alarma, sino que está calmado y tranquillo, se pueden caer las paredes, y romper las olas, y todas las serpientes pueden silvar, y rugir los leones y soplar el viento, pues todavía habrá un lugar seguro en los brazos de papá. Papi es un refugio, siempre que papi tenga confianza.

Es por eso que Proverbios 14:26 dice que “a los hijos dará refugio”, si papi tiene “una confianza segura”. La confianza de papi es el refugio de sus hijos. Papás, la batalla para tener confianza no sólo trata de nosotros, sino de la seguridad de nuestros hijos. Se trata de su sensación de seguridad y felicidad. Se trata de que si crecen preocupados o con una fe firme. Hasta que los niños lleguen a conocer a Dios de una manera profunda y personal, nosotros somos la imagen y la representación de Dios en sus vidas. Si estamos confiados y somos dignos de confianza y seguros para ellos, tendrán muchas más probabilidades de dirigirse a Dios como su refugio cuando les azote la tormenta más tarde en la vida.

¿Entonces cómo podemos tener una “confianza segura”? Después de todo, también nosotros somos niños pequeños, potes de arcilla, débiles y rotos por la lucha contra la ansiedad y las dudas. ¿Es una solución poner la mejor cara que tenemos y ocultar nuestro yo verdadero? Esto conducirá, en el mejor de los casos, a una úlcera, y en el peor, a una duplicidad que deshonra a Dios y provocará un rechazo en los adolescentes. Ésa no es la respuesta.

Proverbios 14:26 ofrece otra respuesta: “En el temor del SEÑOR hay confianza segura, y a los hijos dará refugio”. Esto es muy extraño. Dice que la solución al temor es el temor. La solución a la incertidumbre es el temor. La solución a la duda es el temor. ¿Cómo puede ser esto?
Parte de la respuesta es que el “temor del Señor” significa temer deshonrar al Señor. Lo que a su vez significa temer desconfiar del Señor. Lo que finalmente significa temer tenerle miedo a lo que el Señor te ha prometido que te ayudará a superar. En otras palabras, el temor del Señor es el gran destructor del miedo.
Si el Señor dice, “No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes, yo te ayudaré” (Isaías 41:10), entonces es un acto temeroso preocuparse por el problema con el que Él dice que te ayudará. Temer ese problema cuando Él dice, “No temas, yo te ayudaré” es un voto de desconfianza en contra de la palabra de Dios, y esto es una gran deshonra para Dios. Y el temor del Señor tiembla ante tal deshonra a Dios.
Si el Señor dice, “Nunca te fallaré ni te apartaré de mí”, entonces tú puedes decir con confianza, “El Señor es mi Salvador, no tendré miedo; ¿qué puede hacerme el hombre?” (Hebreos 13:5-6) – si el Señor te dice eso, entonces no tener confianza en la presencia y la ayuda prometida del Señor es una forma de orgullo. Coloca nuestra consideración sobre el problema por encima de la de Dios. Por eso leemos las increíbles palabras del Señor en Isaías 51:12, “Yo, incluso Yo, soy Aquél que te reconforta. ¿Quién eres tú que temes al hombre que muere y al hijo del hombre que está hecho de arcilla?” ¿Quién eres tú para temer al hombre, cuando Dios ha prometido ayudarte? Así que temer al hombre es orgullo. Y el orgullo es todo lo contrario del temor de Dios.
Entonces sí, el Proverbio es verdad y una gran ayuda para nosotros. Teman a Dios, papás. Teman a Dios. Teman deshonrarle. Teman desconfiar de él. Teman poner su evaluación del problema por encima de la de Dios. Él dice que puede ayudar. Él es más inteligente. Él es más fuerte. Él es más generoso. Confíen en Él. Teman no confiar en Él.

¿Por qué? Él trabaja para aquellos que esperan en Él (Isaías 64:4). Él resolverá el problema. Él rescatará a la familia. Él cuidará de los más pequeños. Él cubrirá sus necesidades. Teman no creer eso. Entonces sus hijos tendrán un refugio. Tendrán a un papi que tiene “una confianza segura” – no en él mismo, sino en las promesas de Dios, delante del cual tiembla si no confía en Él.
Aprendiendo a temer al Señor por el bien de mis hijos,

John Piper

La Mujer: Una idea maravillosa de Dios

Hablar de la mujer es hablar de una idea maravillosa de Dios, pues Él dijo: “Después, el SEÑOR Dios dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Haré una ayuda ideal para él»” Génesis 2:18 (Nueva Traducción Viviente).

Luego de decir eso, Dios formo de la tierra todos los animales y aves del cielo, el hombre le puso nombre a cada uno de ellos, la Biblia dice así: “Puso nombre a todos los animales domésticos, a todas las aves del cielo y a todos los animales salvajes; pero aún no había una ayuda ideal para él” Génesis 2:20 (Nueva Traducción Viviente).

Fue entonces allí que Dios comprendió lo que el hombre exactamente necesitaba y tuvo una idea maravillosa: “Entonces el SEÑOR Dios hizo que el hombre cayera en un profundo sueño. Mientras el hombre dormía, el SEÑOR Dios le sacó una de sus costillas y cerró la abertura. Entonces el SEÑOR Dios hizo de la costilla a una mujer, y la presentó al hombre” Génesis 2:21-22 (Nueva Traducción Viviente).

Cuando Dios le presento la mujer al hombre, este dijo: “«¡Al fin! —exclamó el hombre—. ¡Esta es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Ella será llamada “mujer” porque fue tomada del hombre»” Génesis 2:21-22 (Nueva Traducción Viviente).

¡Dios se lucio creando a la mujer!, nos dio exactamente lo que necesitábamos, vio lo que al hombre le faltaba y puso en la mujer el complemento perfecto.

Tan bella es la mujer en todo sentido, tan sensible, tan cariñosa, tan llena de paciencia y tolerancia, tan sabia ella, tan astuta, tan precavida, tan audaz, tan fuerte y la vez romántica, la mujer es una obra maestra que solo el Maestro podía crear.

Le dan un color hermoso a nuestra vida, nos hacen sonreír, soñar, planear, suspirar y hasta llorar de felicidad al darnos cuenta lo importante que son en nuestra vida y lo bien que hizo Dios al crearlas.

Un día no es suficiente para reconocer lo que son, las palabras faltarían para describir lo que cada una de ustedes es o significan para la vida del hombre, sería un egoísta al no reconocer que cada día se merecen una linda palabra, un lindo agradecimiento o una felicitación por ser lo que son: MUJER.

La mujer es sinónimo de valentía, de entusiasmo, de metas y anhelos, la mujer no se detiene porque ha nacido para cumplir el propósito de Dios, la mujer nos enseña lo que a veces a nosotros se nos olvida, que en la vida hay que ser valientes y arriesgados para lograr nuestros objetivos.

Soy un bendecido de Dios por tener mujeres que han marcado mi vida, la primera de ellas mi Madre, esa mujer luchadora y valiente que aun con sus limitantes me enseño a ser un hombre de bien, esa mujer que recorrió más de media ciudad de noche corriendo, mientras me llevaba en sus brazos por un accidente que sufrí, esa mujer la amo, la respeto, pero sobre todo la admiro. Mi esposa Yamita, otra mujer que es un regalo de Dios para mi vida, tan buena ella, tan linda, tan fuerte y tan valiente, nunca se desanimo y siempre me animo, siempre me ha respaldado en todo y me ha ayudado, esa mujer tan perfecta para amar y para cuidar a nuestros hijos, tan dedicada, tan inteligente y tan llena de amor hacia mí, esa mujer que amo con locura y que doy gracias a Dios cada día por permitirme tenerla a mi lado. Mi pequeña Valentina, solo tiene ocho meses, pero sé que será un mujer de bien, esa niña tan pequeña, delicada y hermosa, tan bella ella, tan preciosa, su sonrisa me cautiva, su voz tan tierna diciéndome “Papá” me derrite, sus ojos alegres al verme son mi delicia, su cabecita recostada en mi pecho me ha sentir tan importante para ella y a la vez tan feliz de tenerla conmigo, sin duda las mujeres son una IDEA MARAVILLOSA DE DIOS.

Quiero listar algunas Frases Especiales  para  La Mujer, no solo para el día de la mujer, sino recuerdalo todos los días:

  • Jehová con su pincel te dio detalles y características únicas.
  • Eres sensibilidad natural, pero a la vez tienes una valentía y fortaleza para enfrentar las situaciones diarias que se presentan.
  • Muchas veces sostienes sobre tus hombros las cargas de muchos. Algunos se preguntan: ¿cómo puedes? Pero tú bien sabes que Dios es quien te impulsa.
  • Mujer, tu valor sobrepasa y no se compara con toda la belleza de este mundo, porque Dios te vistió con esplendor, te dio encanto y hermosa que supera por mucho a cualquier cosa que existe en el Universo.
  • No permitas que nadie marchite tus pétalos, pues ellos son los que dan vida a la flor que eres. No te compares con otras, porque cada mujer tiene cosas únicas que las hacen especiales.
  • Celebra tu vida, ponte hermosa y camina con la cabeza erguida. ¡Canta, ríe, sueña, sé tu misma! Hoy es un día en el que puedes sentirte alegre.
  • Que el Dios omnipotente siempre te bendiga, conceda tus peticiones y te haga lucir flamante.

¡Felicidades en su día!

Enrique Monterroza

Matrimonio millonario en tiempos de crisis

El enlace del príncipe Guillermo con Kate Middleton se convirtió en la ceremonia más cara de la historia, ascendiendo a casi 34 millones de dólares. La revista Ok! Magazine ha revelado algunas cifras astronómicas que la Casa Real invirtió en el día más importante para los novios.

La ceremonia se celebró en la Abadía de Westminster en pleno corazón de Londres y se gastaron 800.000 dólares en decoración de la capilla con centenares de flores. Los días previos a la ceremonia Kate y su familia se hospedaron en el lujoso Hotel Goring de Londres. Durante la recepción de la boda, los invitados degustaron tartas de fruta, de chocolate y otras delicatessen que costaron unos 150.000 dólares. Y durante toda la noche se sirvió el exclusivo Champagne Bollinger, que costó más de 60.000 dólares. La alianza de boda que lució Kate fue un exquisito anillo de oro galés valorado en 11.000 dólares. El vestido, el cual fue uno de los mayores secretos, fue diseñado por Sarah Burton, directora creativa de Alexander McQueen, se calcula que costó alrededor 400 mil dólares.

Pero en lo que más dinero se invirtió fue en seguridad. La Casa Real invirtió casi 32 millones en garantizar que nada enturbiara el esperado día. Cientos de oficiales de policía, personal militar y guardaespaldas privados velaron por la seguridad de los invitados y de todas las personas que se acercaron para vivir la ceremonia en directo.

Al ver esto podemos pensar si realmente valió la pena la inversión de 34 millones de dólares en una boda, en tiempos de crisis como las que viven miles y miles de personas alrededor del mundo, sin embargo esta es una evidencia que cómo el ser humano tiene sus prioridades en el lugar equivocado y no actúan ante las circunstancias a la altura de sus posiciones.

Estos tres capítulos son de narrativa histórica y nos cuentan otra de las facetas del ministerio de Isaías en tiempos de crisis del país y del Rey Ezequías.

  1. ¿En qué año fue invadida Judá? ¿Cuántos años tenía Ezequías en aquel entonces? (Consulta 2 Crónicas 29). ¿Cómo enfrentó Ezequías esa invasión asiria? Recordando las profecías anteriores acerca de buscar ayuda egipcia, ¿Qué aprendieron en esta situación?
  2. ¿Qué demuestran las palabras del Rabsaces (título que significa Primer Oficial) acerca de su conocimiento del reino de Ezequías? ¿Qué mentiras puedes captar en sus palabras?
  3. ¿Cuál fue el papel de Isaías en medio de esta crisis? ¿Cómo respondió Dios a Su siervo? ¿Por qué crees que Dios permitió la conquista de algunas ciudades de Judá, pero no permitió que ni una flecha fuera arrojada contra Jerusalén? ¿Qué lección puedes aprender de esta situación para tu vida?
  4. ¿Cuándo se enfermó Ezequías? ¿Por qué crees que le afectó tanto el anuncio de su muerte? ¿Crees que tuvo que ver con su falta de heredero al trono? ¿Crees que hubiera sido diferente si Ezequías hubiera confiado en la providencia divina, como en el caso de Abraham y Sara, que ya era muy viejos para tener descendencia?

Mi devocional – Alimentos para el Alma

El zapatero

Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas. Mateo 9:36.
En cierta ocasión llevé a arreglar un par de zapatos, pero cuando fui a buscarlos no estaban listos. Vez tras vez el zapatero no los tenía.

Me sentía frustrada. Pensé decirle que era un irresponsable, y luego retirarle los zapatos. Pero el hombre, ya entrado en años, tenía algo que me impedía regañarlo. No sabía qué era; no podía explicarlo. Él siempre ponía excusas, de tal manera que me iba sin decirle nada. Una vez le aconsejé, con amabilidad, que no se comprometiera con tantas cosas, a fin de que pudiera cumplir con sus clientes.

Pasaron casi dos meses, y nada. Incluso se ausentó de su negocio durante unos días. Pero cuando nos vimos de nuevo, me contó sus problemas. Apenas pude contener las lágrimas cuando escuché su historia.

Cuando le pregunté por su hijo, que era un jovencito muy atractivo que había trabajado en la zapatería durante un tiempo, me dijo que había fallecido. Ocurrió que el joven conducía a alta velocidad por la autopista cuando fue detenido por un policía. Cuando el oficial se acercó al automóvil, el joven se disparó un tiro en la cabeza.

Además, hacía poco que otro de sus hijos se había quitado la vida. Yo no podía creer todo lo que este pobre hombre había estado sufriendo. En fatal coincidencia, también por ese tiempo habían muerto su hermano y su hermana.

Pero aun así, ¡este hombre siempre había tenido una sonrisa en su rostro! Incluso cuando me quejaba porque no estaban listos mis zapatos, se mostraba cortés y positivo. Quizás eso era lo que me indujo a tratarlo con respeto. Me contó que había perdido muchos clientes; y me agradeció porque le había tenido paciencia.

Dios me enseñó una lección vital: no herir a las personas, pues no sabemos los motivos que las impulsan a actuar como lo hacen. Debemos animar a las personas, y no ahogarlas en sus penas y dolores. Seamos como Jesús: compasivos frente al dolor, y pacientes ante los retrasos inesperados o incomprensibles.

Alina Careaga.

Tomado de: Lecturas devocionales para Damas 2015
“Jardines del Alma”
Por: Diane de Aguirre

¿Contesta Dios todas nuestras oraciones?

Un viernes en la noche salgo en mi auto con mis hijos de 4 y 7 años a realizar una diligencia, una noche normal, mucho tráfico, la gente manejando de prisa intentando llegar de prisa a su destino, voy a ingresar a la vía principal desde un carril alterno y acelero porque venían otros autos, lo que no me percate es que el carril donde estaba tenía poco metros de recorrido antes de terminar en una acera, no pude esquivarla a tiempo y me choque de frente.

De momento conmocionado, me baje para ver qué tan grave había sido el golpe, la llanta se reventó, el rin de la llanta se dobló, el guardafangos se destruyó, una pieza llamada “V” que mueve la dirección del auto se partió del impacto.
Regresé al auto sin poder hacer nada por el auto e intentar ver a quién llamaba, mis hijos llorando del susto decían que vamos a hacer, intente llamar a la aseguradora y no había respuesta, recordé a un vecino que es mecánico, pero no tenía su teléfono, llamé a mi papá y no estaba en casa, mis hijos seguían llorando cada vas más histéricos y les dije por favor dejen de llorar que estoy intentando pensar que hago, estaba molesto conmigo, semejante descuido nos costó un accidente, entre los llantos mi hijo mayor dice: “Papá debemos orar, Papá debemos orar” yo lo escuche, pero seguí pensando que podía hacer,

“Mi hijo empieza a orar y dice
“Dios mío, ayúdanos, por favor manda un policía que nos cuide, manda una grúa que nos remolque y manda a mi abuelo para que esté con nosotros, NUNCA NOS HABÍA PASADO ESO”.
Intente muchas veces llamar a la aseguradora y no contestaba, llamé a mi papá y él estaba en la iglesia, pero me dijo que iba para allá, nos bajamos del auto porque cada vez había más tráfico y los auto pasaban más rápido. Después de unos minutos llego un policía y mi hijo grita “Papá un policía”, pregunto qué había pasado y nos dijo que pusiéramos un cono de tránsito con reflector, recordé que días antes había sacado uno del auto, ahora, ¿Dónde consigo un cono con reflector?, el policía estuvo un rato con nosotros y luego se fue, minutos después entro la llamada a la operadora, le conté el problema y me enviaron una grúa y una persona para verificar lo que había pasado.

Minutos después del otro lado de la calle pasó un auto con una luces ya características debajo de las puertas y mis hijos con alegría dicen “ya ví el auto de mi abuelo, ya viene ” , esperando la grúa se detiene un auto al frente mío y me pregunta que paso, era el maestro de la escuela de mi hijo, al contarle que paso y ver donde estaba el auto, se fue a su casa a buscar un cono con reflector y me lo trajo para colocarlo en la vía principal.
Minutos después llego la grúa y el auto lo llevamos a la casa, daños considerables económicamente.
En la noche reflexiono sobre lo siguiente, en quién creo realmente, quién es mi refugio en momentos difíciles, la Biblia dice:
Salmos 28:7
El SEÑOR es mi fuerza y mi escudo; en El confía mi corazón, y soy socorrido; por tanto, mi corazón se regocija, y le daré gracias con mi cántico.

Sin embargo en algo en que debí estar preparado emocional y espiritualmente no lo estuve, sin embargo, mi hijo de 7 años si sabía en quién debíamos confiar, tal cual oró mi hijo;
“Dios mío, ayúdanos, por favor manda un policía que nos cuide, manda una grúa que nos remolque y manda a mi abuelo para que esté con nosotros, NUNCA NOS HABÍA PASADO ESO”.

Dios le respondió, pero ¿por qué no nos cuidó?, yo había orado eso, ¿por qué no nos llevó y nos trajo con bien?, me pregunte.
Dios también había respondido mi oración, en mi ingrato pensamiento, Dios nos había cuidado de un accidente peor, si el golpe hubiese hecho que yo perdiera el control, a la velocidad y la cantidad de autos que venían en la vía hubieran ocasionado un accidente fatal, pero no, después del golpe, la llanta se salió de su posición y evito que el auto avanzará y quedará exactamente en un solo carril, evitando que otros auto nos golpearan, mis hijos estaban intactos, asustados, pero bien, igual que yo, pero yo “pensé “ que mis oraciones eran literales y Dios hacía lo que yo le había pedido en oración..

A veces queremos a un Dios tipo “Santa Claus” que nos traiga regalos y responda como niños bien portados. O a un Dios que sea como las máquinas de comprar golosinas. Ponemos un billete, seleccionamos y nos da lo que queremos, cuando lo queremos. Y cuando no contesta como deseamos, nos sentimos defraudados. Queremos servir a un Dios que siempre habla, que siempre actúa, que siempre da, pero si eso ocurriera, nos sentiríamos demasiado cómodos en esta tierra.

Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dice Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. Isaías 55:8, 9

Cuando analizo la semana, veo un cúmulo de trabajo, horas extras trabajadas, nuevas metas y sacrificios profesionales intentando alcanzarlos, sueños personales y familiares que me agotan físicamente pero estoy dispuesto a asumir contar de alcanzarlos, con la firme convicción de que Dios me respalda, pero debo esforzarme.
Todo este esfuerzo suma horas a mi sueños me resta horas a mi vida espiritual, un accidente que me hace reflexionar sobre lo que quiero y sobre lo que Dios quiere para mí.

Proverbios 2:4:5
Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros, Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios.

Ahora te pregunto,
¿Contesta Dios nuestras oraciones?
¿Será que las cosas que Dios no contesta son mensajes de alerta a nuestras vidas?,
es un mensaje donde Dios dice no necesito de tu ayuda, necesito una relación contigo, tengo otras y mejores cosas para ti, o tengo esos sueños y metas preparados en otro tiempo con otro sacrificio, un sacrificio que es más que es esforzarte de manera personal, es esforzarte en crecer en tu vida espiritual.

Mateo 6:33
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas

Puedo decir que en este accidente hay una pérdida material, que se puede recuperar, asustado, pero sin un rasguño para mí, ni mis hijo, pero,
si en este momento sientes que Dios guarda silencio y no responde a tus oraciones, medita en estas palabras: “he aprendido que Dios no necesita ayuda para abrir las puertas del lugar donde quiere que entres, el no necesita que te esfuerces por tus sueños si lo abandonas por el camino, Él quiere que lo búsques con convicción, con amor, creyendo que el abrió el mar rojo y abrirá las puertas necesarias para cumplir tus metas sin que descuides tu relación con ÉL.

Danny M. G.

La prueba más grande de todos

“Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas” (Éxodo 14:21).

Ante los Israelitas se abrió un camino que los llevaría a la seguridad. En este momento crucial, Dios quería que su pueblo mirase aquellas murallas de agua y creyese que él mantendría el agua separada hasta que ellos pudieran llegar a salvo al otro lado. Para decirlo simplemente, Dios quería que su pueblo tuviese una fe que declarase, “Aquél que comenzó este milagro para nosotros, también lo terminará. Él ya nos ha demostrado que es fiel.

“Mientras miramos hacia atrás, vemos que todos nuestros temores fueron en vano. No debimos de haber temido cuando veíamos venir a los Egipcios. Dios levantó un muro sobrenatural de oscuridad para protegernos de ellos, y no debimos de haber tenido miedo al escuchar sus amenazas toda la noche. Todo ese tiempo, Dios nos proveyó con una luz luminosa, mientras nuestros enemigos estaban enceguecidos por la oscuridad. También temimos en vano aquellos vientos feroces, cuando todo ese tiempo Dios estaba usándolos para abrirnos un camino de escape.

“Vemos ahora que Dios sólo desea hacer cosas buenas para nosotros. Hemos visto su poder y su gloria para beneficio nuestro. Y ahora estamos determinados a no vivir más con temor. No importa si esos muros de agua se derrumban. Vivos o muertos, le pertenecemos al Señor.”

Había una razón por la que Dios quería que, en ese momento, Israel tuviese esa clase de fe. Ellos iban a enfrentar un viaje a través del desierto. Ellos soportarían privaciones, peligros y sufrimientos. Así que Él dijo, “Yo quiero que mi pueblo conozca que yo les daré sólo lo bueno. No quiero que estén con miedo de que vayan a morir cada vez que enfrenten el peligro. Yo quiero un pueblo que no le tenga temor a la muerte, porque ellos conocen que soy de confiar en todas las cosas.”

n verdadero adorador no es alguien que baila después que ha ganado la victoria. No es la persona que canta alabanzas a Dios una vez que el enemigo ha desaparecido. Eso es lo que los Israelitas hicieron. Cuando Dios partió el Mar Rojo y llegaron al otro lado, ellos cantaron y bailaron, alabaron a Dios y pregonaron su grandeza. Pero, tres días más tarde estas mismas personas murmuraron enojados contra Dios, en Mara. ¡Estos no eran adoradores – sólo eran gritones superficiales!

Un verdadero adorador es aquel que ha aprendido a confiar en Dios durante la tormenta. La adoración de esta persona no está sólo en sus palabras, sino en su manera de vivir. Su mundo está con calma en todo momento, porque su confianza en la fidelidad de Dios es inamovible. El no está temeroso del futuro, porque él ya no tiene temor a morir.
Mi esposa Gwen y yo vimos esta clase de fe inamovible en nuestra nieta Tiffany de doce años de edad. Sentados junto a su cama durante sus días finales, contemplamos en ella una paz que sobrepasó todo nuestro entendimiento. Ella me dijo, “Abuelo, yo quiero irme a casa. He visto a Jesús, y él me dijo que quiere que yo esté allí. Yo ya no quiero estar acá.” Tiffany había perdido todo su miedo a la muerte y a las privaciones.

Ese es el descanso que Dios quiere para su pueblo. Es una confianza que dice como Pablo, o como Tiffany, “Viva o muera, yo soy del Señor” Esto es lo que hace a un verdadero adorador.
Yo oro para que todos aquellos que lean este mensaje, puedan decir en medio de su tormenta: “Sí, puede ser que continúe enfrentando otra noche oscura, tormentosa. Pero yo he probado que Dios es fiel. No importa lo que venga, yo descansaré en el amor que él me tiene.”
Por David Wilkerson

Ver lo invisible,Creer lo increible y lograr lo imposible

Es muy fácil minimizar los sueños. Si los tomamos como algo sin importancia, los sueños perderán su poder y potencial. Muchas voces a tu alrededor van a sugerir que es más acertado hacerle caso a los realistas y a los prácticos. Los visionarios suelen ser personas que incomodan a otros cuando deciden hablar de sus sueños y mucho más cuando esos sueños se cumplen.

Es por eso que muchos prefieren anular las visiones de los soñadores. Todos los que cumplieron sus sueños tuvieron que callar esas voces que los invitaban a pensar que estos no eran cosa seria. Por eso,Un breve sueño bien concebido puede desencadenar una potente fuerza creadora en otras personas y así, sueño a sueño, se pueden transformar mil realidades. De todas las características que poseemos, soñar es una de las más semejantes a la imagen de Dios. No somos solo un cúmulo de moléculas ni de células; tampoco una suma de instintos repetibles innatamente. Podemos soñar y eso es algo seriamente planeado por Dios.

Él nos dio esa capacidad como rasgo fundamental de nuestra creación. Soñar equivale a crecer, conquistar, crear, arreglar y mejorar. Los sueños son una energía necesaria para mantener y refrescar la creación a nuestro alrededor. Ellos nos permiten ver lo invisible, creer lo increíble y lograr lo imposible. Por eso es que cuando soñamos podemos sentirnos completos en el Señor.Ya vienen los días en que se cumplirán las visiones.Ezequiel 12:23.

Reflexionemos un poco Cuando sueñas despierto, es lo que más anhelasí qué a Dios le gusta que soñemosí sueños aún no has podido alcanzar? ya has alcanzado?Muchas personas se han olvidado de soñar y crear pensamientos positivos acerca de un futuro con éxito y victorias quién podrías ayudar a despertar al anhelo de soñar con Jesúsí

AUTOR:LUCAS LEY

¿Qué significa amar realmente a su cónyuge?

Tal vez no sea lo que usted cree. Si realizara una encuesta entre sus amistades casadas (garantizando el anonimato) y le pidiera que valorara en una escala del 1 al 10, siendo 1 “compromiso total con mis propios intereses” y siendo 10 “compromiso total con el bienestar de mi cónyuge”, predigo que la mayoría se agruparán cerca del 5. Porque si somos honestos, la mayoría de nosotros piensa qué va a sacar de la relación, lo maravilloso que nos va a resultar todo.
¿Es eso amor? Durante los últimos años, le he preguntado a varios grupos de estudio que me digan su definición de amor. Algunos dan mayor énfasis al aspecto físico-emocional del amor, donde otros han enfatizado la naturaleza altruista del amor. Una que me gusta es: “Amor es una palabra de cuatro letras, que se compone de dos vocales: A y O, de dos consonantes: M y R, y de dos tontos: tú y yo”.

En este instante, sin intentar definir qué es amor, quiero explicarles dos planteamientos muy extraños que aparecen en las Escrituras. En Efesios 5:25 se amonesta a los esposos: “Amad a vuestras mujeres” y en Tito 2:3–4, se aconseja a las ancianas: “Enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos”. Le recuerdo que dicha construcción gramatical en Efesios 5:25 es la misma del versículo 18, donde aparece: “Sed llenos del Espíritu”. Es un mandamiento.

¿Por qué se manda al hombre a que ame a su esposa y se manda a la esposa a que ame a su esposo? ¿No es ese el sentido del matrimonio? ¿No fue esa la primera razón por la que usted se casó? Eso es lo que me dicen las parejas cuando vienen a analizar su matrimonio. ¿Por qué, entonces, se nos manda a amarnos después de casarnos?

¿Será que eso que llamamos “amor” no es amor en absoluto? ¿Será que para la mayoría de las parejas el amor viene después de la boda, si es que en verdad se hace presente?

Echemos un vistazo a 1 Corintios 13:4–8 para ver la mejor descripción (no definición) de amor que haya encontrado jamás. Léala detenidamente en una traducción moderna, tenga en mente las implicaciones que tendría en el matrimonio. El pasaje se lee usualmente durante las bodas e inspira incluso a los no creyentes por su belleza y poesía. Pocos, sin embargo, ven las implicaciones prácticas.

“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”.

“El amor nunca deja de ser”.

Ese pasaje es demasiado complicado para poder digerirlo de una sola vez, así que tome algunas de las ideas claves. El amor es paciente y benévolo, nunca exige que las cosas se hagan a su manera; no es un “sabelotodo”, sino que es comprensivo, no se ofende con facilidad; es cortés; muestra una actitud positiva ante los problemas. Todas esas características del amor van dirigidas al bienestar de la persona amada.

¿Pero todas estas cualidades del amor necesitan de un “sentimiento” afectuoso hacia la persona amada? No responda sin pensar. ¿Cuán cálido tiene que ser el sentimiento para que uno sea benévolo, para que uno sea paciente? Verá, el tipo de amor que se describe en 1 Corintios 13 no hace énfasis en las emociones, sino en las actitudes y las acciones, que no son ajenas a nuestra voluntad.

Déjeme decirle la segunda mitad de la oración que comencé antes. En Efesios 5:25 leemos: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella”. Bien, ¿cuál fue la posición de la iglesia cuando Cristo se entregó a sí mismo por ella? ¿Fueron aquellos que Él amó benévolos, considerados y pacientes para con Él? Por el contrario, el mejor de ellos maldijo y sentenció: “No conozco al hombre” (Mt. 26:74). Romanos 5:8 plantea que Dios mostró su amor hacia nosotros, aunque éramos asquerosos, egoístas y aborrecibles, al Cristo morir por nosotros.

Dios nos amó cuando fuimos tan despreciables. Por esto el esposo recibe el mandamiento de amar a su esposa, aun cuando esta no es tan amorosa. Verá, cualquier hombre puede amar a una mujer que le ama. Para eso no se necesita mandamiento alguno. Ese es el tipo de amor que conocíamos antes de casarnos. Era muy amoroso con ella porque ella era amorosa conmigo, ¿pero como debo reaccionar ahora que mi cónyuge no es amorosa? He aquí el momento en que la advertencia bíblica nos auxilia. Si respondo con benevolencia, comprensión, paciencia y cortesía, facilito, al tiempo que hago posible, que ella responda de la misma manera.

Sería injusto si no expresara con claridad mis profundas dudas de que usted jamás será capaz de demostrar un amor así de altruista sin la ayuda del Espíritu Santo. Las Escrituras plantean: “el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado” (Ro. 5:5). La capacidad de responder con amor nos viene de Dios. Tengo la oportunidad de ser el agente de Dios en lo que respecta al amor a mi esposa. Nadie en todo el universo se encuentra en mejor posición para amar a mi esposa que yo. No debo perder esa oportunidad. Si estoy dispuesto a volverme a Dios, admitir mi falta de amor, sí, incluso mi amargura y odio, y aceptar su perdón y pedirle que ame a mi esposa por medio de mí, podré convertirme en un amante por excelencia.

Lo que sucede con frecuencia es lo siguiente: Mi esposa hace algo que yo creo que está mal, o peor, no hace algo que yo creo que debió haber hecho. De inmediato, mis sentimientos para con ella se vuelven negativos. Dichos sentimientos negativos pueden bien ser espontáneos y ajenos a mi voluntad. Pero lo que yo haga con dichos sentimientos no es ajeno a mi voluntad. Si sigo mi naturaleza básica, expresaré los sentimientos con palabras cortantes o mediante el trato silencioso e hiriente. Ambos llevarán a cabo la tarea de amargarnos a los dos. Mis acciones negativas tendrán la tendencia de provocar en ella reacciones negativas.

En 1 Corintios 8:1 se afirma: “el amor edifica”. La palabra edificar significa construir. El sustantivo es la palabra edificación o construir. Por consiguiente, amar a mi cónyuge significa construir a mi pareja. Uno de los más poderosos medios de edificación es el cumplido. Busque algo pequeño o grande que le guste acerca de su pareja y exprese reconocimiento.

Se cuenta la historia de una mujer que fue a pedir consejo a un consejero matrimonial. “Quiero divorciarme de mi marido”, confesó, “y quiero herirlo lo más profundo que pueda”. “En ese caso”, aconsejó el terapeuta, “comience a decirle la mayor cantidad de cumplidos que pueda. Cuando se haya usted hecho imprescindible para él, cuando él crea que usted lo ama con devoción, comience el proceso de divorcio. Así es cómo lo va a herir más”.

Unos meses más tarde, la esposa regresó a ver al terapeuta para informarle que había seguido el curso de acción que le había sugerido. “Bien, este es el momento para comenzar el divorcio”, dijo el terapeuta. “¡Divorcio!”, dijo la mujer indignada. “¡Nunca! Me enamoré de él”.

“¿Cómo puedo decirle un cumplido si el me trata de manera tan horrible?” Podría preguntar una esposa. Con la ayuda del Espíritu Santo, la Biblia da una respuesta. ¿No nos advierte Jesús en Mateo 5:44: “Amad a vuestros enemigos,… y orad por los que os ultrajan y os persiguen”? Si amamos en la cara del maltrato, podemos redimir nuestro matrimonio.

Si aprendiéramos del tremendo poder del cumplido, rara vez volveríamos atrás para quejarnos, como en el siguiente ejemplo:

La esposa observa por la ventana que el esposo casi terminó de cortar el césped del jardín. Entonces se decide: “Este es el momento para golpear”. Sale, pone sus manos alrededor de su boca y grita, haciéndose notar por sobre el ruido de la segadora: “¿Tú crees que puedas limpiar las canaletas por la tarde?” Imagine, el esposo de ella acaba de pasar dos agotadoras horas cortando el césped y lo único que recibe es otra tarea. No puedo decirles que va a responder él, pero sí puedo decirle lo que pensará: ¡Mujer, déjame en paz! ¿No se hubiera sentido él mejor si ella hubiera salido con un vaso de limonada y le hubiera dicho lo bien que había quedado en jardín?

No le garantizo que su esposo se ofrezca voluntario para limpiar las canaletas, pero le garantizo que el cumplido será recibido con gran regocijo. Un esposo se siente mucho más motivado a participar en las tareas del hogar cuando recibe un cumplido como recompensa.

Claro, esto también sirve para el esposo. Una esposa de veinticinco años de casada, recordó su irritación cuando llegó a su casa cansada del trabajo y comenzó a preparar la cena. “Me encontraba preparando algo con muchos vegetales. Mi esposo miraba la sartén al tiempo que decía: ‘¿Y la carne?’ Quise darle una bofetada y decirle: ‘Bien, cocina tú’”. Hubiera sido mucho mejor que el esposo hubiera expresado su agradecimiento por una comida hecha en casa, ¡aunque no tuviera carne!

Otra manera de expresar amor por medio de las palabras es hablar con benevolencia. El amor es benévolo (1 Co. 13:4). Esto se relaciona con la manera en que uno habla. “La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor” (Pr. 15:1). ¿Por qué grita cuando habla con su cónyuge? ¿Por qué habla con aspereza? Porque sigue sus sentimientos negativos. Se puede hablar amablemente incluso siendo presa de sentimientos negativos si se escoge la ayuda de Dios.

No hay nada malo en admitir los sentimientos de uno ante la pareja si lo hace con amabilidad, particularmente cuando se remuerde en su interior. La esposa dice con gentileza: “Te amo mucho, mi amor y eres un esposo extraordinario pero me hace falta que le eches un vistazo a la computadora como me prometiste hace ya varias semanas”. No le hará daño decir un elogio junto con una petición de manera amable.

Otra manera de expresar amor es mediante las palabras de aceptación. Asegúrele a su cónyuge que él o ella puede ventilar sus ideas sin que usted se ponga a la defensiva y se sienta atacado. La esposa dice: “Siento que ya no me amas igual que antes”. Por naturaleza, el esposo responde: “¿Cómo puedes decir eso? ¿Es que no te acuerdas del bolso que te compré hace tres años y de la vez que te llevé a almorzar al salir de la iglesia el verano pasado?”. ¿Qué está haciendo él? Está condenándola por la manera en que se siente. Es mucho mejor decir: “¿Cómo es eso, mi amor? ¿Qué te hace sentirte así?”. Permítale expresar sus sentimientos y entonces acepte sus palabras. Busque maneras de velar por dichos sentimientos, en vez de condenarlos.

Hablar con amor también significa que utilicemos palabras en tiempo presente. El amor no lleva la cuenta de los errores, no saca a relucir el pasado con cada nueva crisis. Si los errores del pasado ya han sido confesados, ¿para qué revivirlos? El amor solo habla de los hechos del presente y no arma sus alegatos refiriéndose a cada una de las imperfecciones del pasado. Algunas parejas se hieren a muerte con errores del pasado. Cosas así demuelen el “edificio” del matrimonio.

¿Qué parecerían nuestros matrimonios si nos rigiéramos realmente por el consejo de Juan, el discípulo amado por Jesús, de amar no solo con palabras, sino con acciones (1 Jn. 3:18)? ¿Cómo respaldar lo que decimos con lo que hacemos?

El amor es paciente. Por consiguiente, si queremos expresar nuestro amor con nuestro comportamiento, debemos mantener un comportamiento paciente. Las implicaciones en este punto son de gran envergadura. Esto eliminaría su caminar de un lado a otro mientras su esposa se arregla para salir. ¿Por qué no se sienta y se tranquiliza? Su comportamiento impaciente no aumenta la velocidad de ella. Sencillamente altera su propio espíritu y puede resultar incluso dañino físicamente. Usted no necesita ser impaciente. Usted puede elegir. ¿Por qué no amar?

El amor es benévolo. Los actos de benevolencia constituyen una de las voces más fuertes del amor. Uno se ve limitado solo por su imaginación y voluntad. Los tulipanes que venden en los supermercados nos dicen a todos en los grises días de invierno: “Te amo”, excepto a la esposa que es alérgica a las flores. Ese texto que en medio de la vorágine del trabajo dice: “Eres el mejor esposo del mundo”, bien puede convertirlo en el mejor. Una cena sorpresa en un restaurante comunica: “Eres especial” a una esposa que regularmente prepara las comidas para toda la familia.

El amor es cortés. La palabra cortés significa “relativo a modales de la corte, educado”. ¿Es que ha olvidado los detalles? ¿Trata a otras personas con mayor cortesía que a su cónyuge? Ya somos muchos los que llevamos demasiado lejos la idea de que “el hogar de un hombre es su castillo” y nos comportamos de una manera que ni en sueños repetiríamos en la oficina o la iglesia. Igual de errados, pasamos por alto las pequeñas sutilezas: Los sencillos “buenos días”, los besos al llegar del trabajo, tomar del brazo a su esposa para ayudarla a cruzar un charco de agua en el estacionamiento. Llamar para decir: “Me voy a demorar” no es más de lo que haría por cualquier otra persona con quien tiene una cita y con la aparición de los teléfonos celulares, es algo sencillo. ¿Por qué no tratar a su cónyuge con la misma cortesía y respeto con que trata a los demás?

El amor no es egoísta. El amor vela por los intereses de la persona amada. Si un esposo viviera con la perspectiva de ayudar a su esposa a alcanzar su mayor potencialidad y la esposa viviera con la perspectiva de ayudar a su esposo a alcanzar su mayor potencialidad, seguirían el ideal bíblico.

Si pudiera parafrasear a 1 Pedro 4:8 “el amor cubrirá multitud de pecados”, diría: “El amor acepta muchas imperfecciones”. El amor no exige perfección por parte de nuestro cónyuge. Hay cosas en las que su pareja no cambiará o no está dispuesto a hacerlo. A ellas llamo imperfecciones.

En el matrimonio descubrirá cosas en su cónyuge que no le gustarán. Puede ser la manera en que cuelga las toallas (¡o que no cuelga las toallas!). Puede ser la emisora de rock clásico que sintoniza en el radio del automóvil… la manera en que tiende a interrumpir… la molesta manía que tiene él de olvidar los nombres de las personas… cómo deja ella los zapatos en el medio para que usted tropiece.

El primer paso es pedirle que cambie. (Si puede usted cambiar, ¿por qué no hacerlo? Es una forma sencilla de hacer feliz a su cónyuge.) No obstante, le aseguro que hay cosas que su pareja no va a cambiar o que no puede cambiar. Este es el punto en que “el amor acepta muchas imperfecciones”. Queda en usted decidir hasta qué punto aceptará.

Algunos de ustedes han librado batallas durante años por cosas tan triviales. ¿Podría ser este el momento para llamar a un cese al fuego y hacer una lista de las cosas que aceptará como imperfecciones? No quiero quitarle las esperanzas, pero su cónyuge jamás será perfecto. Él o ella nunca lo harán todo de la manera que usted desea. ¡Su mejor alternativa es aceptar el amor!

Extracto tomado del libro El matrimonio que siempre ha deseado de Gary Chapman. Una publicación de Editorial Portavoz. 

Dos Realidades de la Cruz

De todas las cosas asombrosas que descubrimos acerca de Dios en la Biblia, lo más maravilloso es darnos cuenta de que Su corazón está lleno de amor y misericordia. No es en realidad lo que merecemos, pero la Biblia revela que Dios – si nos arrepentimos – quiere perdonarnos.

Jesús enseñó y demostró que Dios es el Padre misericordioso y piadoso que recibe a los pecadores. ¡Cristo murió por nosotros! Ese amor perdonador es tan esencial en el carácter de Dios que el apóstol Juan puede decir: “Dios es amor” (1 Juan 4.8).

La mayoría de las personas conoce de modo general la historia de cómo murió Jesús. Muchos saben que Jesús murió pero no comprenden por qué. He aquí dos realidades de la cruz:

En primer lugar, podemos destacar que Jesús murió para redimirnos. En los tiempos bíblicos la redención era un término técnico para el dinero que se pagaba para rescatar a un prisionero de guerra. Eso es lo que Dios hizo cuando Jesucristo murió por nosotros. El apóstol Pedro dice que teníamos que ser liberados de la vida inútil y sin rumbo, ser rescatados de esa vieja manera de vivir, ya que a la larga lleva a la muerte y al juicio de Dios.

En la cruz, Jesús pagó (de una vez por todas) por los pecados de todas las personas que crean en Él. Pagó ese precio para redimirnos, es decir: rescatarnos y darnos libertad.

En segundo lugar, murió para reconciliarnos con Dios. Cuando se crucificaba a una persona en el Imperio Romano, se clavaban en la cruz la lista de sus delitos para que todos supieran la razón por la que se le castigaba. Cuando Jesús fue crucificado – durante la celebración de la Pascua – los soldados clavaron una señal en la cruz que decía: “Jesús Nazareno, Rey de los Judíos”. La acusación contra Jesús fue que Él era un rey, un rebelde contra el emperador romano y una ofensa a los judíos que estaban buscando un tipo diferente de rey.

En Colosenses 2.13-14, el apóstol Pablo toma esa metáfora de la acusación y dice que la lista de acusaciones contra nosotros también fue clavada en la cruz. Todas las leyes que habíamos quebrantado, todos los requisitos que habíamos dejado de cumplir que estaban ahora “contra nosotros”, fueron clavados por Dios en la cruz. Se puso allí la lista de nuestros pecados pero no tuvimos que morir por ellos. ¡Jesús murió por ellos en nuestro lugar!

Se han retirado todas las acusaciones contra nosotros, ya que el castigo se ha cumplido. Se nos ha declarado inocentes, no porque lo merezcamos, sino porque todas nuestras ofensas contra Dios se han puesto sobre Jesucristo, quien satisface a Dios el juez justo. ¡Nunca podremos agradecerle o alabarlo de modo suficiente por morir a fin de darnos vida!

Al acercarse la Semana Santa, le animo a reflexionar en estos dos hechos trascendentales del sacrificio de Jesús, de modo que su corazón se abra al amor, el perdón y la gracia de Dios.

¡Vivamos una vida al 100 %!

Por Pastor Rubén Kassabián