Lunes 18 Febrero – Oír su voz: Susurro
“Él le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto. Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado. Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva. Y he aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías?”
1 Reyes 19:11-13
Muchas veces anhelamos oír la voz de Dios, que nos hable alto y audible, que nos impresione con su voz y cuando eso no pasa nos desanimamos y dejamos de permanecer en su presencia, aminoramos su búsqueda sin darnos cuenta que Dios nos habla en susurro, que nos dice cosas al oído para que sólo nosotros las escuchemos.
Elias escuchó ese susurro, fue ese silbido delicado, lo que llamó la atención de Elias y supo que Dios le hablaba. No fue el viento fuerte ni el terremoto ni el fuego la forma en que Dios le habló, fue en un silbido, en un susurro.
Pero porqué en susurro? Porque Él nos ama tanto que se acerca a nosotros y nos habla cerquita al oído para que solo nosotros lo escuchemos. Pero para oír su voz debemos estar en contacto con Él, debemos permanecer atentos a su llamado. No te alejes, insiste, búscalo, no desmayes, anhela su voz, oye su susurro.
Invita al Espíritu Santo a hablar contigo; cuando fue la última vez que lo hiciste? Esta no es una tarea de una sola vez, es algo constante que debemos hacer parte de nuestra rutina diaria, que debe ser como respirar. Entre mas lo hagamos mas oiremos su voz y no nos quejaremos de que Dios no nos habla. Él siempre lo hace pero somos nosotros los que no oímos, los que queremos que sea el quien nos busque sin ser nosotros los que entremos a ese lugar secreto a oírlo.
Oremos: Amado Padre permite oírte, háblame aquí estoy delante tuyo listo a oír tu susurro, acércate a mi oído y dime lo que buscas en mi , ¿cuál es tu propósito conmigo?. Heme aquí dispuesto a escuchar tu voz.
Autor: Aleika De León de González