Jueves 11 de abril- Dejarnos cubrir
«¡Oh, Jerusalén, Jerusalén, la ciudad que mata a los profetas y apedrea a los mensajeros de Dios! Cuántas veces quise juntar a tus hijos como la gallina protege a sus pollitos debajo de sus alas, pero no me dejaste.» Lucas 13:34 NTV
Antes de la muerte y resurrección de Jesús, la comunicación de Dios con Su pueblo se daba a través de profetas y mensajeros. Hoy en día, nuestra comunicación con Èl es mucho más personal – a través de Jesús.
Cuando la voz de Dios es callada, andamos conforme a nuestros propios deseos y pensamientos. Abrimos nuestros propios caminos y así nos alejamos de Su dirección que es donde somos cubiertos por sus alas. Era esto lo que le pasaba a Jerusalén – estaba saboteando su relación y cuidado al apagar la línea de comunicación con Dios.
Parece difícil pensar que exista la posibilidad de negarnos al cuidado de Dios. Pero de hecho lo hacemos inconscientemente al darle gobierno de nuestras vidas a nuestros pensamientos y emociones – lo que termina apartándonos de las alas de cuidado de Dios. Sutilmente somos atrapados por los afanes, las preocupaciones y compromisos y en nuestro intento de “solucionar” cortamos la voz del Padre y tomamos nuestro propio camino.
La oportunidad de dejarnos cubrir sigue abierta. Sus brazos siguen esperándonos. Nuestro Padre no se limita a resolver nuestra situación, Su anhelo es traer bálsamo al alma, curar nuestras heridas y manifestar Su gloria y poder en las situaciones que podamos estar pasando. Abramos primeramente nuestros corazones y dejemos que su voz traiga paz al alma y sus alas cubran nuestras vidas.
Te invito a hablar con el Padre, toma un tiempo para pedirle perdón por apagar Su voz y huir de Su cobertura. Ruega porque tú corazón despierte y reconozca nuevamente Su voz.
Autora: Keila Alabarca