Martes 19 Febrero – Tiempo de quietud
“Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza.”
Isaías 30:15 RVR1960
En ocasiones, cuando estamos en ese lugar secreto en la intimidad con el Señor debemos guardar silencio para esperar en Él, para esperar lo que Él tenga que decir o hacer por nosotros. Debemos permanecer en quietud. Y si nos dejamos llevar por este mundo acelerado donde la recompensa es inmediata y no tenemos la paciencia suficiente para esperar, para aguardar, entramos en desesperación en lugar de disfrutar de nuestro tiempo de quietud.
Pero que es la quietud? Es un período de reposo donde hay falta de movimiento. Desde el punto de vista espiritual, la quietud es la ausencia de ruido espiritual. Es el espacio en el que podemos disfrutar de la tranquilidad y serenidad que nos da Dios al haber entrado a ese lugar secreto donde oímos su voz.
Al permanecer quietos en silencio nuestros pensamientos pueden fluir y ordenarse, podemos oír el susurro de la voz de Dios y seguir el camino que nos señala. En ese tiempo de quietud solo estamos Dios y yo.
Como indica Isaías en ese reposo y descanso seremos salvos. No debemos temer entrar en ese tiempo de quietud. Por el contrario debemos buscarlo, es en ese momento en que leer la Biblia será todo un deleite y la oración fluirá desde lo más íntimo de nuestro ser.
Anhelemos ese tiempo de quietud, no lo desaprovechemos y permitamos que el Espíritu Santo tome control de nuestra vida.
Oremos: Amado Padre, quita de mi toda velocidad, aminora mis pasos, disminuye mi intensidad y permíteme permanecer sereno y quieto delante tuyo, descansar en tu regazo para así poder oírte y saber que camino seguir. Quita de mi todo temor a tu silencio y dame certeza de que en ese remanso de paz tú estás actuando.
Autor: Aleika De León de González