“Siempre tengo presente al Señor; con él a mi derecha, nada me hará caer. Por eso mi corazón se alegra, y se regocijan mis entrañas; todo mi ser se llena de confianza. No dejarás que mi vida termine en el sepulcro; no permitirás que sufra corrupción tu siervo fiel. Me has dado a conocer la senda de la vida; me llenarás de alegría en tu presencia, y de dicha eterna a tu derecha.”
Salmo 16:8-11 NVI
Este pasaje fue escrito por David y es un poema que muestra la confianza que el tenía en Dios. David fue un hombre que aprendió a reconocer a Dios en todos sus caminos, fue un hombre que atravesó circunstancias muy adversas pero que en medio de cada una de ellas pudo ver que Dios estaba a su lado cuidando de Él.
Recuerdo un pasaje en la biblia que nos habla de ese cuidado que tuvo con la vida de David, cuando el estaba huyendo de Saúl, se refugio con una compañía de profetas y Saul envío a muchos soldados a matarlos, pero cada vez que un grupo llegaba estos eran tomados por el Espíritu Santo y no podían tocarlo, tanto fue el enojo de Saúl que el mismo se apersono al sitio y quedó igual que sus soldados.
“Entonces Saúl salió a buscarlos allá. El Espíritu de Dios también vino sobre Saúl y empezó a profetizar por todo el camino hacia los campamentos. Luego se quitó la ropa y, desnudo y en el suelo, estuvo profetizando en presencia de Samuel. Por eso la gente dice: «¿Acaso Saúl también es uno de los profetas?»”
1 Samuel 19:23-24 PDT
David pudo ver qué Dios iba a su lado, cuidándole en medio de cada adversidad, nunca estuvo solo, siempre tuvo su cuidado. El estar consiente de que Dios va a nuestro lado nos da seguridad y es la seguridad que declara David en el pasaje inicial. El sabía que Dios estaba a su lado, por las muchas veces que pasó dificultad y vio la mano poderosa de Dios librando de sus enemigos.
Nuestra confianza viene por estar expuestos a la presencia de Dios, tomando conciencia de que Él va a nuestro lado. Tengo un hijo de dos años y últimamente está teniendo temor a las sombras y la oscuridad. Cada vez que entra en estos períodos busca desesperadamente de los brazos de mamá y papá, y cuando está con nosotros se siente seguro, ya el temor se va. El reconoce que si está cerca de nosotros aquello a lo que teme no podrá hacerle daño. De la misma forma nosotros sólo sentimos confianza, cuando tomamos conciencia de que Dios va a nuestro lado.
En ocasiones el enemigo querrá acorralarte y hacerte pensar que estás solo, pero recuerda esos momentos en donde tu Padre Celestial ya te libro, pregúntale al Espíritu Santo que te traiga a memoria aquellas ocasiones en donde pensaste que todo estaba acabado y viste cómo su mano poderosa iba delante de ti. Dios siempre ha estado a nuestro lado, solo nos toca tomar conciencia de que no estamos solos y que tenemos un Padre que pelea por nosotros cuando nuestras fuerzas ya no dan más.
Si tienes algún testimonio de fe sobre cómo Dios te libro de las adversidades, compártelo con nosotros, el ver cómo Dios libra a nuestros hermanos, nos llena de fe y nos recuerda que el nunca a dejado de pelear por nosotros.
Autor: Jonathan Zapata