Escuadrón de Únicos

Nadie puede lograr que el francotirador apostado en la cima del imponente rascacielos desista de su objetivo. La policía observa impotente, como el mal viviente exige sus condiciones mientras los apunta desde lo alto de una de las torres más elevadas de la gran ciudad. Jueces, periodistas, fotógrafos, policías y cientos de curiosos se confunden en derredor del macabro espectáculo. Finalmente, el viejo comisionado limpia el sudor de sus lentes y dice una frase. Acaso, sea la que todos estaban esperando: “No hay nada más que podamos hacer… llamen a SWAT”.
Un suspiro de alivio se percibe en torno al respetado jefe de policía.

Indudablemente este es un trabajo para hombres entrenados para misiones riesgosas. En cuestión de minutos, el escuadrón SWAT toma el control. Los hombres de azul descienden de sus móviles con la precisión de águilas. Casi no hablan entre sí. No hay gritos nerviosos, solo órdenes precisas, como si cada uno de ellos ya supiera lo que le corresponde hacer. Se comunican en clave, manejan un código secreto. Rodean el edificio, dos suben por las escaleras hacia la tan temida terraza, otros aguardan en silencio desde la torre contigua. No sudan, sus movimientos parecen calculados. Estos hombres conocen el peligro, se tutean con él a diario y, por sobre todas las cosas, saben que deben comenzar justamente cuando los demás abandonan.
Si ellos no lo logran, no existe una segunda opción. Son la única y última alternativa. Es SWAT. El escuadrón de emergencia para situaciones límite. El grupo de resistencia armada contra las fuerzas invasoras. La última arma secreta de los escuadrones policíacos. Son los hombres de azul. Vencer o morir, esas son sus consignas. Son letales y precisos. Se trata del escuadrón entrenado para misiones únicas.

 

Otra historia
El hombre se desliza por la muralla como una gacela. Los soviéticos están controlándolo todo desde sus sofisticados monitores. Pero él burla la guardia rusa. El peligro acecha a cada paso, sin embargo nuestro intruso sonríe. Su trabajo es mortalmente serio, pero sonríe como un duende que se oculta tras la espesura del bosque. Está consciente de que puede pilotear aviones, saltar desde quinientos metros, camuflarse entre el enemigo y, por supuesto, llevarse toda la información ultrasecreta de los soviéticos, en un diminuto microchip.
Es el único que puede lograr esta misión. Fue entrenado cuidadosamente para la presión del peligro. Tiene licencia para matar, de ser necesario. Sus enemigos le temen, sus colegas lo respetan y su jefe confía ciegamente en él. Es Bond, James Bond. Otro hombre entrenado para misiones únicas. Alguien que comienza en el mismo sitio donde otros ni siquiera se animarían a entrar.
Las dos historias se parecen y tienen un denominador común: la misión. Es vencer o morir en el intento. De eso se trata la nueva generación que Dios está levantando. Una última generación de temerarios entrenados para la última y única misión: Llevar al mundo entero a los pies de Jesucristo. Jamás retroceden, siempre están a la vanguardia. Ellos no van detrás de un puesto o un lugar de reconocimiento humano. Saben que lo primordial es las almas perdidas. Mientras otros se excusan o tratan de argumentar, ellos actúan. Cuando los demás le piden permiso al enemigo y tratan de llegar a una negociación, ellos simplemente lo invaden.
Este ejército no está formado por pasivos, son invasores por naturaleza. Invaden los colegios, predican en las facultades, y conmueven la universidad. Trastornan la nación, revolucionan su ciudad, hasta llenarlo todo de Jesucristo. El infierno ha puesto precio a sus cabezas, pero ellos simplemente sonríen porque saben para Quien trabajan. No son predecibles ni rutinarios, solo sorprenden.
Son el último escuadrón al cual recurrir en situaciones riesgosas. O mejor dicho, son los obreros de la undécima hora.
Gente con misiones únicas. Si tienes mentalidad de montón, ni siquiera deberías continuar leyendo este libro. Pero te imagino con deseos de algo más que competir. Con sed de victoria. Con esa cualidad que cuentan los que comienzan luego que los demás abandonan. Prefieres morir en el intento, antes de quedarte solo con la visión de lo que pudo haber sido. Estás decidido a cambiar tu estrella, a jugar el campeonato, a ganar el primer lugar.
Conozco a cientos de personas que abandonaron su sueño por creer que todos los recursos ya estaban agotados. En lugar de sentirse parte del escuadrón SWAT, creyeron pertenecer al montón de policías a cargo del comisionado gordo.

 

“Perdí el empleo”.
“Al fin y al cabo, ese ministerio no era para mí”.
“Bueno, de todos modos no quería ese puesto”.
“Casi me dan un aumento de salario”.
“Asistí a la boda de la mujer de mis sueños, finalmente se casó con otro”.
“Me dijeron que dejara mis datos y que me llamarían”.
“Hice todo lo posible, no creo que haya algo más por hacer”.
“Me conformo con que me hagan un lugarcito”.

 

Son las declaraciones de los que se sienten condenados al montón, de los que se conforman con un octavo puesto. Carencia de determinación. Mentalidad de multitud.
Debes entender que tus pasos nos son guiados solo por tus emociones, que tus metas no son alcanzadas solo por tue esfuerzo, sino que Dios ha guiado tus pasos,  pero debes entender que para que Dios cumpla su propósito en tu vida debes confiar en El y tener una mentalidad de campeón, y pertencer a ese escuadrón único de vencedores.

 

Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.
Hechos 20:24

DanteGebel

Adaptado de “El código del Campeón”

Como Perros y Gatos

Todos los días nos relacionamos con cristianos y no cristianos. Y no siempre de las mejores maneras dependiendo como despertemos en la mañana, como transcurra nuestros día, muchas veces nuestro estado de ánimo regula nuesrto comportamiento con los demás y sobre todo con las personas más cercanas a nosotros.

 

Entre Hermanos.Génesis 25:19-34.

Desde antes de nacer, Esaú (el primogénito porque salió primero) y Jacob (que como no pudo salir primero se agarró del pie del hermano), se trataron como perros y gatos (25:22-23).

Había enormes diferencias entre ambos hermano (25:24-27). Es importante reconocer nuestras diferencias con los hermanos (los de la familia y los de la iglesia). No somos iguales. Pero nuestras diferencias de habilidades, talentos, capacidades, gustos, ideas, dones, conocimiento, autoridad, etc., nunca deberían ser causa de peleas, discusiones y rivalidades ¡Somos hermanos!

Pero la rivalidad entre Esaú y Jacob, lamentablemente, también estaba alimentada por sus propios padres. Isaac prefería a Esaú, y Rebeca a Jacob. (Gn.25:28).

 

Muchas veces son los propios padres quienes “prefieren” a uno más que a otros, o hacen comparaciones entre hermanos. O siempre se la agarran de punto con uno de ellos permitiéndole al otro hacer o decir cualquier cosa. Si algo así pasa en tu casa lo mejor es que hables con ellos tratando de explicarles cómo te sientes, ora intensamente por sus vidas y procurar, en la medida de tus posibilidades, mantener la paz.

Pero la rivalidad continuó. ¿De qué tipo fue la ayuda que Jacob le “ofreció” a su hermano? (Gn.25:29-34).

En ese tiempo “ser primogénito” era un honor. Significaba ser el heredero principal, recibir la mejor parte de todas las cosas, tener la autoridad sobre todo. Está claro entonces, por qué Jacob deseaba tanto la primogenitura. Sin embargo, no era lo único que él quería. Había algo más, y lo obtuvo en complicidad con su madre (Gn.27:26 y 36).

 

Es cierto que Dios había elegido a Jacob para realizar sus propósitos, y es cierto también que Esaú no valoró su primogenitura cambiándola por un guiso de lentejas; pero Jacob estaba haciendo todo mal, sin tener en cuenta para nada la voluntad de Dios. Jacob, con todas sus malas actitudes de ladrón y mentiroso, solo conseguía que su hermano lo odiara más y más (Gn.27:41).

Esaú no valoró el privilegio de su primogenitura. ¿Qué cosas valiosas tienes tú que no valoras, o desprecias, o de las cuales vives quejándote? ¿Qué nueva actitud deberías comenzar a tener?

Jacob con sus actitudes daba más problemas que soluciones. Tus actitudes, comentarios o reacciones, ¿aumentan los problemas entre tú y tus hermanos, complican las cosas? ¿Qué deberías corregir o intentar cambiar?

Aunque Dios te haya escogido para mejores cosas que a tu hermano tienes que esperar tú tiempo. Que sea Dios mismo quien te levante en el momento oportuno.

 

Extracto del libro: “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Génesis”
Por Edgardo Tosoni

Libertad

El 17 de Noviembre se celebra como Día Internacional del Estudiante desde el año 1941. En tal fecha el estudiantado del mundo recuerda el ejemplo de las generaciones previas de estudiantes que enfrentaron resueltamente todas las formas de fascismo y racismo en diferentes partes del mundo, y pusieron los cimientos del Movimiento Estudiantil de nuestros días.

 

En el enfrentamiento contra los ocupantes fascistas resultaron heridas varias personas, muriendo dos de ellas a consecuencias de las heridas. Jan Opletal, estudiante de la Facultad de Medicina de la Universidad de Carlos, fueron una de las víctimas. La noticia de su muerte atizó el odio de la población y se convirtió en un llamamiento a intensificar la resistencia.

 

En la noche del 16 al 17 de Noviembre cercaron las residencias estudiantiles, arrestaron u hostigaron a miles de estudiantes y fusilaron a 9 de ellos. El 17 de Noviembre cerraron todas las instituciones checas de educación superior y enviaron a más de 1200 estudiantes al campo de concentración Sachsenhausen- Oraníeburg.
Por todo el mundo corrió rápidamente la noticia de os sucesos ocurridos en Checoslovaquia. El 17 de Noviembre se convirtió en un símbolo que inspiró el accionar del estudiantado en todo el mundo, en un día de solidaridad con la lucha contra el fascismo, por la libertad, la democracia, el proceso social y la paz.

 

Que es libertad?
Libertad es la capacidad del ser humano para obrar según su propia voluntad, a lo largo de su vida. Un ser libre no está atado a la voluntad de otros de forma obligada.

Pero desdel el punto de vista cristiano, ¿que implica la palabra libertad o ser libre?

Ser libre es una de las mas bellas experiencias y privilegios que un ser humano puede disfrutar, la libertad es ese regalo que Dios nos ha dado de poder elegir sobre que hacer y que decidir sobre nuestra vida, Él esta siempre para guiarnos y corregirnos si nuestras decisiones son malas o equivocadas, pero a fin de cuentas seguimos teniendo nosotros la decisión.

 

A diferencia de los estudiantes Checos que lucharon por la libertad contra el fascismo, por la libertad, la democracia, el proceso social y la paz, nosotros no peleamos por nuestra libertad, Dios compro nuestra libertad a un precio muy alto que todos conocemos, le costó su vida, pagó tu deuda y te hizo libre, libre del castigo del pecado, libre de las culpas, de los miedos, del fracaso y de todo lo que pudiera impedir tu desarrollo y tu felicidad.

 

Muchas veces, a pesar de que se nos ha otorgado la libertad, seguimos permaneciendo aprisionados, ya que aunque no somos físicamente esclavos, a veces si lo somos espiritualmente, y es que hay muchas cosas que nos pueden mantener atados, como miedos, resentimientos, falta de fe, etc. y todas esas cosas que aunque no parezca impiden nuestro avance, nos mantienen en el mismo lugar haciendo que nuestra libertad se vea afectada o que simplemente la desaprovechemos, somos como una ave con la puerta de su jaula abierta, pero con miedo a volar. ¡Quisiera yo tener alas, y volar como paloma hasta un lugar tranquilo!” dice Salmos 55:6 (TLA)

 

Nos acostumbramos tanto a vivir dentro de los limites que nos marcan las situaciones, que a veces no nos damos cuenta que dejamos de aprovechar nuestra libertad, convirtiéndonos en esclavos de todo lo que nos pasa, sentimos miedo y sus limitantes nos paralizan y no nos permiten avanzar, sentimos desconfianza y vemos imposibles y lejanas nuestras metas, y lo mismo sucede con las culpas que no nos permiten disfrutar de una nueva oportunidad y a eso agregamos los resentimientos que nos impiden volver a amar y ser capaces de perdonar.
¿Alguna vez te has puesto a pensar si verdaderamente estas haciendo uso de tu libertad?, por un momento piensa: los miedos, temores, faltas de perdón, inseguridad, ¿acaso no son motivos que te detienen?, ¡claro que si!, esos son las principales causas de que no puedas emprender el vuelo, la libertad no solo implica el hacer lo que quieres, sino poder disfrutar de ese sentimiento de paz y de tranquilidad que nos lleva a saber tomar las mejores decisiones, sin miedo a fracasar porque la seguridad que nos da Dios no es que seremos perfectos, pero si que nos guiará a saber como hacer y decidir lo mejor para nosotros olvidándonos de todo lo que nos intenta detener.
Tal vez has intentado comenzar de nuevo, pero los recuerdos dolorosos te llevan una y otra vez al mismo sitio, ¿sabes? Si un día te equivocaste o alguien se equivoco contigo ya es pasado, es momento de empezar de nuevo y deshacerte de la prisión del dolor y el resentimiento,” De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” 2Corintios 5:17.

El miedo o temor a equivocarte, a confiar y a decidirte solo te detiene y alarga el tiempo de espera para ver realizados tus sueños y anhelos, Dios te ha dado todo para que seas una persona libre y feliz, ese fue uno de los propósitos de su sacrificio en la cruz, liberarte de todo tipo de cadenas para darte una vida nueva que pudieras disfrutar.
Haz que valga la pena el sacrificio, no te sientas más atado por cosas que realmente no merecen importancia, si Dios mismo te hizo libre, ¿Por qué seguir aprisionado?, decídete a disfrutar de tu libertad, piensa en todo eso que quisieras ver hecho realidad y ponlo en la balanza, de un lado están tus impedimentos y del otro tu libertad y el apoyo de Dios.
Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Juan 8:31,32

Miedo a volar

Cuentan que un hombre subió a un avión para viajar a Nueva York padecía de ansiedad y le daba mucho miedo volar. Tomó varias pastillas relajantes y procuró descansar un poco. En esto un niño de unos 10 años entró buscando su asiento y se sentó justo a su lado. El niño era muy educado, lo saludó y se puso a colorear en su libro de pintar. El niño no presentó rasgos de ansiedad ni nerviosismo al despegar el avión.

El vuelo no fue nada tranquilo, hubo varias tormentas y mucha turbulencia. En un momento dado hubo una sacudida muy fuerte en el avión, y aunque todos los pasajeros estaban muy nerviosos, el niño mantuvo su calma y serenidad en todo momento. ¿Cómo lo hacia?, ¿Porqué su calma? Se preguntaba aquel hombre. Ya al final del vuelo, intrigado, le preguntó: “Niño: ¿no has tenido miedo?”. “No señor” – contestó el niño – y mirando su libro de pintar le dijo: “Mi padre es el piloto”.

Y ahora te pregunto yo a ti, ¿Quién es el piloto de tu vida? ¿cuáles son tus sueños? ¿hasta dónde quieres llegar? 

Si quieres alcanzar tus sueños debes saber quién te guía, cuando eleves tus alas para iniciar aquella ilusión que amas, no te derrumbes si encuentras a personas que no te dejarán elevar para alcanzar tu sueño. Habrá ocasiones que intentarán retenerte para que no llegues a alcanzar tus anhelos.

Eres el único que decide hasta donde quieres llegar, la actitud que tomes en esos momentos determinarán la altitud que vayas a alcanzar.

Forja tu virtud con lo mejor de la juventud, más si te aferras a lo que deseas, tu vuelo será elevado, aliméntate de aquellos sueños alcanzados, llénate de mil experiencias y transfórmate en ellas, en lo maravilloso de tener y de creer en tu ser, no tengas miedo a volar porque siempre va a haber personas con tu mismo ideal que te acompañarán al final.

Vive día a día, comprendiendo que sólo va haber esa alegría, lo demás será lo que tú decidas, sólo vive, y cuando te eleves recuerda lo grande que eres.

Mas los que esperan á Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas, correrán, y no se cansarán, caminarán, y no se fatigarán. Isaías 40:31.

NO TENGAS MIEDO VOLAR, SI EL PILOTO DE TUS VIDA ES JESÚS.

Los Gigantes que nos amenazan

Qué difícil es enfrentarse ante un diagnostico medico, aceptar una separación, dejar ir a nuestros seres queridos, enfrentar problemas financieros, laborales o personales. Ciertamente afrontar nuestros problemas cualquiera que sea, se nos hace humanamente difícil y agotador, mas aun cuando ellos se nos presentan de una manera atemorizante, amenazante, susurrándonos de manera irónica que ya estamos perdidos.

Quizás hemos escuchado más de una vez algo como: “Es imposible que sobreviva”, “tu no lo vas a lograr”, “lo vas a perder todo”, “eres muy débil para soportar esto”, todo esto hace que nuestras inseguridades crezcan aun mas.

Y es que nos sentimos atemorizados al enfrentarnos ante un problema que para nosotros es muy grande, tan fuerte que nos hace sentir minúsculo a su lado, ¿Pero es que acaso Dios nos deja solos en algún momento?. Recordemos el enfrentamiento entre David y Goliat, 1 Samuel:17, Goliat era el mejor soldado del ejército de los filisteos con gran tamaño (casi 3 metros de altura) y con una actitud bastantes atemorizante, hacía sentir a cualquier soldado israelita incapaz de vencerlo, y ¿quien pudo hacerle frente? Un humilde, pequeño y delgado pastor, quien no se dejo amedrentar por la apariencia de este, y con fe y valentía le hizo frente hasta derrotarlo.

Como humanos no podemos evitar sentir en primera instancia temor, inseguridad, vergüenza, o cualquier otra cosa ante alguna adversidad, pero con nuestra confianza puesta en Dios si podemos evitar que esos sentimientos nos abrumen y nos impidan llegar hasta la meta.

Por eso no temas que Dios no deja que batalles solo, El es quien te da la victoria, así que ante la circunstancias, no importa que tan difíciles sea, ni la opinión que te den los demás, tu vas de la mano del señor, solo tienes que tener fe y permanecer fiel, no te dejes atemorizar, enfrenta tus problemas y temores y diles: ¡Tu llegues a mi cual gigante Goliat, vienes a mí con humillaciones y ofensas, estas armado cual guerrero listo para batallar, pero yo voy a ti de la mano de Jehová de los Ejércitos El me dará la victoria, y a Él sea la gloria!.

Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. 8 Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto. Jeremías 17:7-8.

Confía, estás en el regazo de una madre

Que bonito sería que nuestra memoria pudiera lograr a evocar aquellos momentos cuando descansábamos tiernos, en el regazo de mamá.

Si hacemos un ejercicio mental, algunos pueden recordar su etapa en el colegio, desde pequeñitos cuando fui el primer día de escuela, otros más profundos alcanzar a rememorar esos minutos cuando mamá les enseñó a aprenderse y repetir su nombre completo, pero nunca he escuchado a alguien que recuerde el tierno instante que el salmista nos añora.
La memoria de la ternura de una madre amorosa en el pasado es un bálsamo y una fuente de esperanza en medio del dolor.

El salmista compara la ternura de esta madre con el cuidado de Dios, la confianza sin límites que tiene una criatura que descansa en paz en brazos amados es minúscula si la comparamos con el cuidado que Dios tiene por nosotros.

“Ustedes serán amamantados, llevados en sus brazos, mecidos en sus rodillas. Como madre que consuela a su hijo, así yo los consolaré a ustedes. Isaías 66:13

¿Se dan cuenta como los autores de la Biblia una y otra vez comparan la ternura de mamá con el cuidado de Dios?

Como les escribo a ustedes mis amadas mamis a propósito de estar próximos a celebrar nuestro día, tengo que hacerles una pregunta, cuestionamiento que por supuesto me he hecho personalmente al meditar en estos versos: ¿Cuán confiable soy para mis hijas? ¿Sé dar el consuelo justo y medido en el momento preciso? ¿Tengo derecho de ser comparada al mismo nivel o por lo menos acercarme un poquito al amor que tiene Dios por sus hijos?
Antes que afirmes si a todas estas preguntas, vuelve a leer los versos de la Palabra y deja que esta penetre más allá de todos tus sacrificios, inmolaciones, desgastes, privaciones y menoscabos…

“No te escondas de mí; no rechaces, en tu enojo, a este siervo tuyo, porque tú has sido mi ayuda. No me desampares ni me abandones, Dios de mi salvación. Aunque mi padre y mi madre me abandonen, el Señor me recibirá en sus brazos. Salmo 27:9-11

No nos hemos ganado el derecho de ser madres sólo al alumbrar a los hijos que Dios nos ha dado, este derecho de ser comparadas con la lealtad y confianza que ofrece Dios hay que ganarlo, por eso sólo para nosotras, vale esta exhortación que nos da nuestro Padre Celestial, ayer les conté de Sara y su derecho de ser madre de naciones, de reyes y príncipes, no fue gratuito, a pesar de su vacilación, aprendió a tener fe y Dios la premió, hoy te comparto con amor y respeto, lo que Dios me ha dicho, entrega la confianza y el consuelo que todo hijo busca en su madre, no des la espalda nunca al que espera “confiado” que seguirás siendo amiga, compañera y amante mamá. Ofrece el consuelo y la advertencia, la dirección y la palabra llena de sabiduría, no lo olvides ¡Estas siendo comparada con Dios!

“Pero tú me sacaste del vientre materno; me hiciste reposar confiado en el regazo de mi madre. Fui puesto a tu cuidado desde antes de nacer; desde el vientre de mi madre, mi Dios eres tú”. Salmos 22:9-15

El mejor Carpintero

Jesús aprendió el oficio de carpintero por medio de su padre de crianza José, era costumbre antigua que el padre enseñara al hijo su oficio, es por esa razón que no es de extrañarnos que en este pasaje bíblico se mencione a Jesús como El Carpintero.

Pero Jesús mas allá de hacer con la madera instrumentos útiles, también transforma nuestra vida y nos da un nuevo uso.

 

Y es que Jesús es El Carpintero por excelencia, nosotros somos la madera que El utiliza. Al carpintero le llevan la madera y el hace cosas increíbles con ella, es que realmente se necesita un talento especial para hacer de una madera simple una gran obra de arte.

Así es también en la vida espiritual, todos nosotros estábamos muertos en nuestro delitos y pecados, nadie daba nada por nosotros, pero un día un Carpintero vio en nosotros madera fina, que al trabajarla podía crear una obra de arte.

 

Ninguno de nosotros se imagino que el Carpintero haría grandes cosas en nuestra vida, muchos de nosotros ni siquiera nos imaginábamos las cosas hermosas y maravillosas que Dios iba a realizar en nosotros. Muchos dudábamos de nuestras capacidades, mas Dios no nos vio como éramos, sino como seriamos luego de que El nos tomara en sus manos y trabajara en nosotros.

No es que ya seamos perfectos, ni que no necesitemos mas de ese Carpintero, pero que lindo es saber de que cada día esta moldeando áreas de nuestra vida, que esta trabajando día a día para hacer de nosotros la obra perfecta, esa obra que un día el pecado desfiguro, pero que el perdón y amor de Dios esta renovando día tras día.

 

Que hermoso es dejar que el Carpintero trabaje en nuestra vida, en ocasiones será muy doloroso, pero en esos momentos dolorosos es donde se esta afinando la madera, es donde se están moldeando los filos y en donde pronto estará lista para el barniz.

Muchos de nosotros vamos a querer huir de los retoques del Carpintero, mas aun cuando El decida tocar partes de nuestra madera que no habíamos querido que se tocaran, pero el Carpintero con amor y paciencia comenzara a trabajar en esa área y al final ten seguro que la obra será perfecta.

 

Posiblemente estas pasando por uno de esos momentos en donde áreas de tu vida como la fe y la paciencia están siendo moldeadas, en donde la fortaleza y el saber esperar serán esenciales para soportar ese proceso que al final dará como resultado una obra que jamás en tu vida pensaste que se podría realizar en ti.

Solo déjate moldear por el Carpintero, aun eso duela, aun eso sea difícil, mas recuerda que el Carpintero jamás ha echado a perder una obra, siempre que ha comenzado un trabajo, lo termina y el resultado de este es perfecto, como El lo es.

 

Recuerda lo que dice Filipenses 1: 3 “estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”.

Es hora de que reconozcas que necesitas traer tus pedazos al taller del Mejor Carpintero, te tomara entre sus brazos para darle otra forma a tu vida, El puede cambiar tu rostro triste si tu llevas tu corazón para que El lo repare, el no busca salario solo busca al hombre poder restaurar, ya no sigas perdiendo el tiempo, date hoy la oportunidad y dale valor a tu vida que el Carpintero esperándote esta.

 

“¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él”.

 

Autor: Enrique Monterroza

Tres Consejos para El Nuevo Año

Perdona

No comiences el año entrante con un corazón lleno de heridas que no has sanado por no perdonar el daño que alguien provocó en tu vida. Antes de que llegue la hora en punto inclusive mientras lees estas letras, perdona a los que tanto daño te han hecho este año y deja atrás lo que te hicieron, el dolor y la amargura que eso te provocó. Que perdones no quiere decir que todo volverá a ser igual con esa persona, pero si libera tu corazón de ataduras y te permite continuar creciendo. Que tu próximo año sea uno donde lo comiences sin rencor ni amargura para nadie.

 

Agradece

Es muy probable que este año no haya sido el mejor de toda tu vida. Adivina que: todos tienen ese mismo sentir respecto a su año. Cuando nos sentamos a reflexionar sobre las experiencias vividas nos damos cuenta que este año fue muy difícil, doloroso o simplemente no trajo todo lo que esperábamos. Sin embargo, estas vivo, estas leyendo estas letras con las que te deseo recordar que DIOS TE AMA y te ha tomado en cuenta en su propósito. Si aun estas aquí en la Tierra es porque DIOS TIENE PLANES CONTIGO, planes que desea cumplir. No despidas este año sin agradecerle a Dios por las bendiciones que recibiste, por tu vida y la de los que aun están a tu lado, por las enseñanzas, los momentos buenos y los malos, también.

 

Escoge a Dios

En este año que pasó ya no hay nada más que hacer, solo queda despedirlo y guardar en nuestra memoria los recuerdos de las experiencias vividas. Pero un año nuevo comienza y esto presenta nuevas oportunidades, decisiones que tomar, proyectos que desarrollar y la famosa lista de resoluciones. Antes que nada, decide permitirle a Dios guiar tus pasos en este nuevo año, que Él sea tu guía, refúgiate en el en medio de las tormentas, escucha su voz al momento de tomar una decisión y escógelo a Él como prioridad en tu vida.

Dicen que la vida es corta y hay que vivirla disfrutándola al máximo, esa diversión y felicidad de la que hablan cuando dicen esto es pasajera. La vida sí es corta cuando reflexionas en todas las cosas que deseas hacer y ciertamente lo ideal es vivir una vida plena y llena de gozo. Busca ese gozo y plenitud en Cristo, ¿Sabes sonreír en medio de la tribulación? ¿orar por el último pedazo de pan que comerás en semanas? ¿dar gracias y cantar himnos de gozo luego de perder a un ser querido? Yo he visto cristianos hacerlo, yo misma he logrado sonreír en momentos tristes y logro sentir esperanza aún en la tribulación. Eso me lo ha dado el hijo de DIOS, JESUCRISTO. Vivir una vida con Cristo no sólo nos permite disfrutar sus bendiciones sino que moldea nuestro carácter y nos permite disfrutar nuestra existencia aun cuando todo se ve negro y parece no haber solución.

Oro para que este año lo comiences con un corazón nuevo y libre de rencores, una actitud positiva, un espíritu agradecido por todo lo que tienes y lo que esta por venir. Le pido a Dios que muestre su gloria en tu vida y en la mía para que recordemos siempre que Él es nuestra razón de vivir. Finalmente deseo que puedas hallar gozo y plenitud en tu caminar con Cristo, que aprendas a ver en cada paso que das las bendiciones para las cuales Dios te prepara.

 

Una promesa más “…HASTA AQUÍ NOS AYUDÓ EL SEÑOR” (1 Samuel 7:12)

 

 “Tomó luego Samuel una piedra… y le puso por nombre Eben-ezer, porque dijo: Hasta aquí nos ayudó el Señor” (1 Samuel 7:12). Al acabar este año y mirar atrás, ¿qué ves? ¿Fracasos? ¿Oportunidades desaprovechadas? Respecto a tus fracasos, Dios dice: “Yo, yo soy quien borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados” (Isaías 43:25). Y respecto a las oportunidades desaprovechadas: “Yo os restituiré los años que comió la oruga… y la langosta…” (Joel 2:25). Dijo un sabio: “Si no aprendemos de nuestros errores, estamos condenados a repetirlos”. Es bueno mirar atrás y aprender, pero si conduces un vehículo mirando al espejo retrovisor, acabarás en la cuneta. No te quedes estancado en el pasado, haya sido bueno o malo.

 

“Nunca digas: «¿Cuál es la causa de que los tiempos pasados fueron mejores que estos?», porque nunca hay sabiduría en esta pregunta” (Eclesiastés 7:10). Uno de los peligros de hacerse mayor es que te emocionas más con el pasado que con el futuro. Una señora escribió al director de un periódico quejándose: “Su periódico ya no es tan bueno como solía ser”. A lo que el director respondió: “Nunca lo ha sido”. Dios dice: “…Yo sé los planes que tengo para vosotros… planes de bienestar…” (Jeremías 29:11 LBLA). Dios tiene planes para ti en este nuevo año. Por lo tanto, dile adiós al pasado y dale la bienvenida al futuro. Remángate, ponte manos a la obra y espera grandes cosas de parte de Dios.

Amén.

Comunícate con la torre de control

Hace 131 años en el Mar del Norte, en medio de una densa niebla, el vapor alemán Cimbria, en ruta de Hamburgo a El Havre, colisiona con el buque de vapor británico Sultán y se hunde en pocos minutos, causando la muerte a 398 personas. Algunos aducen a que la densa niebla evito que pudiera ver el faro cerca de la costa que le permitía saber que ruta seguir.
En aquellos años no existía ningun guarda costa, torre de control naviero o radar que permitiera darse cuenta que había otro barco cerca y evitar el desastre.

 

En nuestro andar diario pareciera que ocurre lo mismo y perdemos el rumbo de nuestro caminar en Cristo, pareciera que dejamos de comunicarnos con la torre de control celestial y empezamos a tener problemas y buscamos alternativas para lograr nuestros objetivos.

 

Isaías 26:3 nos dice: “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado”.

 

Qué maravilloso mensaje nos envía el Señor hoy a través del profeta Isaías! Es una medicina para todos los que, al levantarse por la mañana, se estresan al pensar en todas las tareas y responsabilidades que les esperan durante el día. El Señor les dice: «En la serenidad y la confianza está tu fuerza».
Siempre que recuerdes la presencia de Dios y su disposición a ayudarte, te sorprenderás de la rapidez con que tus cargas se tornan livianas, tus pesares se disipan, tus tinieblas se despejan, tu ansiedad se convierte en tranquilidad, y desaparecen tu fatiga y tu tensión.
La ansiedad, la impaciencia y la frustración que producen las presiones de la vida diaria son el fruto del olvido de Dios. Cuando, en nuestras angustias, preguntamos: «¿Dónde estás, Dios mío?», la respuesta no es que nuestro Padre celestial nos haya abandonado, sino que lo hemos perdido de vista. Solamente el recuerdo constante de su promesa, «He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo», nos librará de todas esas cargas y de esos sentimientos negativos. Todo lo que necesitamos es cultivar la creencia firme de que Dios está siempre con nosotros.
El piloto del avión se mantiene en comunicación constante con la torre de control. Así mantiene fielmente su ruta, sin desviarse en ningún sentido. A través de esta comunicación con el controlador del tráfico aéreo, recibe instrucciones e informa de su posición. Sabe que si la torre pierde contacto con él, se encenderá la alarma y que él y sus pasajeros estarían en peligro.

 

Los capitanes de barcos se comunican con los guarda costa o con una empresa que moniterea su travesía por el mar cuando su radar le muestra algo que puede causar problemas, ya se alguna tormenta, barco cercanos o piratas, esto les ayuda a tomar rutas más segura.
¿No te parece maravilloso comunicarte constantemente con la torre de control celestial? Es tan sencillo como elevar una oración y hablar con el encargado de guiar tus pasos, JESÚS.

Hambre por el ayuno

Si desea acercarse a Dios, recuerde que ayunar es una secreta fuente de poder.
Qué es el ayuno?

Ya que hay tantos malentendidos sobre él, en primer lugar, quiero aclarar lo que no es el ayuno bíblico. El ayuno no es meramente pasarse sin alimentos durante un periodo de tiempo; tampoco es algo que hacen solamente los fanáticos. Realmente quiero hacer entender el punto. El ayuno no deben hacerlo solamente los monjes religiosos que están solos en una caverna en algún lugar. La práctica del ayuno no está limitada sólo a los ministros o las ocasiones especiales.
Expresado de modo sencillo, el ayuno bíblico es privarse de alimentos con un propósito espiritual. El ayuno siempre ha sido una parte normal de una relación con Dios. El ayuno lleva a la persona a una relación más profunda, íntima y poderosa con el Señor.

Cuando uno elimina los alimentos de su dieta durante cierto número de días, su espíritu queda desbloqueado de las cosas de este mundo y se vuelve increíblemente sensible a las cosas de Dios.

En Mateo 6, Jesús dio la pauta por la cual cada uno de nosotros debe vivir como un hijo de Dios. Esa pauta aborda tres obligaciones concretas del cristiano: dar, orar y ayunar. Jesús dijo: “Cuando des…”, y “Cuando ores…”, y “Cuando ayunes”. Él dejó claro que ayunar, al igual que dar y orar, era una parte normal de la vida cristiana. Debería darse tanta atención al ayuno como se le da a dar y orar.

Según las palabras de Jesús, es obligación de todo creyente ayunar. Cuando se dirigió a los fariseos para contestar en cuanto a por qué sus discípulos no ayunaban, Jesús respondió: “¿Podéis acaso hacer que los que están de bodas ayunen, entre tanto que el esposo está con ellos? Mas vendrán días cuando el esposo les será quitado; entonces, en aquellos días ayunarán” (Lucas 5:34-35).

Jesús no esperaba que sus discípulos hicieran algo que Él no hubiera hecho también. Jesús ayunaba, y según palabras de Pedro, Jesús es nuestro ejemplo en todas las cosas (1 Pedro 2:21).

Hay otro punto vital que quiero que usted vea en Mateo 6: Dios se deleita en dar recompensas. Él dice que cuando en su vida practique dar, orar y ayunar, Él le recompensará en público.

Un buen ejemplo de tal recompensa pública puede encontrarse en Daniel. Mientras estaba cautivo en Babilonia, su ayuno—hasta el ayuno parcial de ciertos alimentos—produjo la abierta recompensa de Dios, quien bendijo a Daniel con sabiduría por encima de cualquier otra persona en aquel imperio.

Más adelante, en el capítulo 10, Daniel estaba triste y cargado por la revelación que había recibido para Israel. Durante tres semanas, no comió panes ni carnes escogidas ni bebió vino. Luego, él describe al ángel que le fue enviado—el cual había sido retrasado por el príncipe de Persia durante veintiún días—y que traía las respuestas que Daniel buscaba. Su ayuno rompió el poder del que retrasaba y liberó a los ángeles de Dios a fin de que los propósitos de Dios pudieran ser revelados y cumplidos.

El ayuno también hace que Dios se dirija a los hijos de usted. Además, da salud y sanidad a su cuerpo, al igual que prosperidad económica y las bendiciones de Dios.

Si es su deseo estar más cerca de Dios, o tiene una gran necesidad de grandes victorias en su vida, recuer­de que nada sera imposible para usted. ¡El ayuno es verdaderamente una fuente secreta de poder!

La Palabra de Dios está llena de maravillosos testimonios de aquellos que tuvieron éxito. Fue durante un ayuno de cuarenta días cuando Moisés recibió los Diez Mandamientos (Éxodo 34:27-28).

Cuando Amán ordenó la aniquilación y el saqueo de todos los judíos, Ester llamó a todo el pueblo judío de su ciudad a unirse a ella en un ayuno de tres días sin comer nada ni beber agua. Como resultado, los judíos fueron salvados (ver Ester 4-7). Ana, muy afligida por no poder tener un hijo, “lloró y no comió”, tal como se registra en 1 Samuel 1:7. Dios oyó su clamor, y nació el profeta Samuel.

 

Tipos de ayuno

Los tres tipos de ayuno que se encuentran en la Escritura son: ayuno absoluto, ayuno normal y ayuno parcial. En primer lugar, un ayuno absoluto es extremo, y solamente debería hacerse durante cortos periodos de tiempo. En un ayuno absoluto, no se ingiere nada: ni alimentos ni agua. Dependiendo de su salud, este ayuno debería hacerse solamente con consulta y supervisión médica.

En un ayuno normal, uno típicamente se abstiene de alimentos de cualquier tipo durante cierto número de días. Sí se bebe agua, ¡y mucha! Dependiendo de la duración del ayuno normal, usted también puede escoger tomar sopas claras y jugos a fin de mantener sus fuerzas.

Y luego está el ayuno parcial. Este implica pasarse sin alimentos y bebidas concretas durante un largo periodo de tiempo.

La duración de los ayunos puede variar. Pueden ser de tres, siete, veintiún y cuarenta días. Pero también los hay de medio día y 24 horas.

No hay una fórmula que yo pueda darle para ayudarle a determinar qué tipo o duración de ayuno es correcto para usted. Eso debería depender de sus circunstancias, pero no se enrede en los detalles. Comience con un día, desde el amanecer hasta el atardecer. Se sorprenderá por la diferencia que marcará aunque sea un ayuno parcial de un día o un ayuno normal en su vida.

Cuando yo era adolescente, ayunaba todo el día del domingo hasta después del servicio en la iglesia. Eso me hizo mucho más sensible al Señor. Estaba tan espiritualmente sintonizado en eso, que no importaba si alguna otra persona obtenía una bendición ese día o no, ¡yo ciertamente la obtenía!

No intente hacer más de lo que pueda manejar, no hay necesidad de ser un héroe. Sencillamente comience. Una vez que descubra los beneficios, estará de camino para hacer de ello una práctica.

 

Entendiendo Qué es el Verdadero Ayuno.

A. Ayunar y buscar a Dios.

El ayuno, para que tenga un valor real, debe estar acompañado de búsqueda de Dios. Durante todo el tiempo que dura el ayuno debo estar alimentando mi vida espiritual: Oración, confesión, renuncia, meditación en la Palabra de Dios, alabanza y gratitud.

Mientras ayuno, debilito y renuncio a mis deseos naturales, físicos y carnales. Y mientras busco a Dios fortalezco mi vida espiritual y mi fe. Crece el poder de Dios en mi vida.

B. El Ayuno es Mucho Más que no Comer.

No es sólo ayuno de comida y bebida. Es ayuno de todo aquello que es placentero para mi carne y mis deseos humanos. No estamos hablando de cosas pecaminosas que ya sabemos que no debemos hacerlas, sino de aquellas cosas que siendo buenas, estimulan nuestros deseos.

Ayunar de esta forma, por lo menos una vez por semana, (y siempre que durante el resto de la semana sigas teniendo comunión con Dios), revolucionará tu vida espiritual, aumentará tu deseo de santidad, fortalecerá tu fe, comenzarás a tener mayor entendimiento y revelación espiritual, tendrás menos inclinación al pecado y formarás un hábito saludable.

C. Ayunar es Primeramente Para mi Propia Vida Espiritual.

Hay muchos ejemplos en la Biblia de personas que ayunaron ante determinadas circunstancias para obtener el favor de Dios. Esto es correcto y está bien, pero tenemos que entender que al ayunar Dios tratará primero con nuestras propias vidas y después, si Él quiere, nos dará aquello por lo que estamos ayunando.

Desafíate a ti mismo con esta meta: Agenda un día por semana para ayunar y buscar intensamente a Dios.