Contigo estoy protegido

Cuando los discípulos navegaban por el mar, vino la tormenta y Jesús  no quitó la vista  de ellos. Cuando vio que ellos estaban siendo presos del temor y la desesperación caminó hacia ellos y comenzó a andar sobre las aguas y cuando subió a la barca, la tormenta calmó y sus discípulos se sentían seguros con él a bordo.

Es clara ésta historia cuando nos muestra que los discípulos sólo se sintieron mejor sabiendo que Jesús estaba con ellos.

Cuando un niño frecuentemente tiene pesadillas, siente miedo en la noche, corre apresuradamente al cuarto de sus padres y se acuesta en medio de ellos porque sabe que con ellos se sentirá protegido. No importará la oscuridad ni nada de lo que suceda a su alrededor si siente que sus padres están con él.

Al igual que los discípulos y el niño nosotros debemos sentirnos seguros y protegidos por nuestro Padre. A veces los problemas, las tragedias que ocurren en nuestro entorno provocan temor, pánico en nosotros, tememos que algo malo pueda sucedernos.

Puedes comenzar a sentirte seguro al igual que el niño, aunque estés en la oscuridad, debes saber que tu Padre está contigo en esos momentos, dispuesto a cubrirte con sus alas y darte su protección y socorro.

No nos desesperemos por lo que pueda hacer el hombre pues mayor es el que está con nosotros, Él pelea por ti y no permitirá que nada te toque.

Permite que suba a tu barca, que habite contigo, que sea tu compañero diario, Él está ahí dispuesto a agarrarte la mano cuando te sientas solo y desprotegido.

“Sed firmes y valientes, no temáis ni os aterroricéis ante ellos, porque el SEÑOR tu Dios es el que va contigo; no te dejará ni te desamparará.” Deuteronomio 31:6

No temas, siéntete seguro que tu Padre está hoy más que nunca contigo.

Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

¡Tú decides!

Había cierto hombre llamado Ananías quien, junto con su esposa, Safira, vendió una propiedad; y llevó sólo una parte del dinero a los apóstoles pero afirmó que era la suma total de la venta. Con el consentimiento de su esposa, se quedó con el resto.

Entonces Pedro le dijo: «Ananías, ¿por qué has permitido que Satanás llenara tu corazón? Le mentiste al Espíritu Santo y te quedaste con una parte del dinero. La decisión de vender o no la propiedad fue tuya. Y, después de venderla, el dinero también era tuyo para regalarlo o no. ¿Cómo pudiste hacer algo así? ¡No nos mentiste a nosotros sino a Dios!».

En cuanto Ananías oyó estas palabras, cayó al suelo y murió. Todos los que se enteraron de lo sucedido quedaron aterrados. Después unos muchachos se levantaron, lo envolvieron en una sábana, lo sacaron y lo enterraron.

Como tres horas más tarde, entró su esposa sin saber lo que había pasado. Pedro le preguntó:

—¿Fue este todo el dinero que tú y tu esposo recibieron por la venta de su terreno?

—Sí —contestó ella—, ese fue el precio.

 Y Pedro le dijo:

—¿Cómo pudieron ustedes dos siquiera pensar en conspirar para poner a prueba al Espíritu del Señor de esta manera? Los jóvenes que enterraron a tu esposo están justo afuera de la puerta, ellos también te sacarán cargando a ti.

Al instante, ella cayó al suelo y murió.

Como seres humanos muchas veces fallamos porque ponemos nuestra mirada en las cosas de este mundo olvidando que todo lo material perece pero que nuestra salvación es eterna. Por esa razón es que debemos ser conscientes de nuestras decisiones y preguntarnos ¿cuál es el tesoro de nuestro corazón? ¿Qué o quién ocupa el primer lugar en nuestra vida? Dios o nuestra profesión, posesiones, pareja, hijos, ministerio, etc.

Si te equivocaste al tomar algunas decisiones, si la elección que hiciste un día consideras que fue la peor, hoy es el mejor día para cambiar tu realidad, todo tiene solución mientras tengamos vida. Comienza a elegir bien y ve tras aquellas bendiciones que tu Padre Celestial preparó para ti. Sólo necesitas arrepentirte, pedirle perdón a Dios por tus pecados y empezar a vivir como un hombre y una mujer que lo agrada con cada una de sus acciones.

¿Cuál será tu elección hoy? ¿Vas a seguir dejándote llevar por las circunstancias, por tus emociones y sentimientos? ¿Vas a seguir buscando culpables? ¿Vas a seguir excusándote en tus debilidades para no cambiar? ¿Vas a seguir siendo víctima o te convertirás en el protagonista de tu vida?

Elegir bien es ser libre, es ser responsable de tus propias decisiones. Si no eres consciente de las mismas, el eslabón más débil de tu cadena se rompe y pierdes la libertad. Y sin libertad, olvidas tu verdadera identidad como hijo e hija de Dios.

Hoy te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre bendiciones y maldiciones. Ahora pongo al cielo y a la tierra como testigos de la decisión que tomes. ¡Ay, si eligieras la vida, para que tú y tus descendientes puedan vivir! Puedes elegir esa opción al amar, al obedecer y al comprometerte firmemente con el Señor tu Dios. Esa es la clave para tu vida. Deuteronomio 30:19-20 (NTV)

Una buena decisión para la eternidad, compensa miles de malas decisiones hechas sobre la tierra.

Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Vuelve a empezar

Joás era un niño cuando comenzó a reinar en Judá, su reinado duró 40 años. Él fue fiel a Dios y restauró el templo de Jehová, temía a Dios y lo obedecía.”E hizo Joás lo recto ante los ojos de Jehová todos los días de Joiada el sacerdote.” 2 Crónicas 24:2 (RV-1960)

Pero sucedió que después  de todo ese tiempo de fidelidad a Dios él se dejó llevar por la idolatría y provocó la ira de Dios, se alejó y perdió esa pasión por su Padre.

Al igual que Joás tal vez has dejado tu primer amor, haz comenzado a servir a Dios, obedecerlo y agradarlo en todo, pero hoy ya no es lo mismo. Puede ser por las diferentes obligaciones, por algún pecado o haz dejando que el fuego de su amor se vaya apagando.

carreraNo permitas que te suceda lo mismo que a Joás, recuerda ese primer momento cuando aceptaste a Cristo como Salvador, cuando descubriste que hay alguien que te ama sobre todas las cosas.”Y desampararon la casa de Jehová el Dios de sus padres, y sirvieron a los símbolos de asera y a las imágenes esculpidas. Entonces la ira de Dios vino sobre Judá y Jerusalén por este su pecado.” 2 Crónicas 24:18 (RV-1960)

Hoy Dios te está dando una  nueva oportunidad para volver a ese primer momento, a ese primer amor.

Deja a un lado lo que hoy te aparta de Él, vuelve a sus brazos y aviva nuevamente el fuego que una vez estuvo ardiendo en tu corazón.

” Y nosotros hemos conocido y creído el amor de Dios. Dios es amor. Y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. – 1ra de Juan 4:16  (RV-1960)

Dile ahora que deseas volver a empezar con un corazón sencillo, como al principio, cuando lo conociste, recupera aquel sentir, cuando tu deseo era vivir toda una vida para Él; necesitas regresar a tu primer amor.

No es tarde para gozar de su amor y ponernos a cuentas con nuestro Padre. Empieza otra vez.

 

Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.