Siendo Fiel

Se dice que la Fidelidad significa ser recto, fiel, de una sola línea, vertical, sin doblez, leal. Algo que Dios espera de nosotros, es que seamos fieles en todo lo que nos concierne, tanto en nuestra vida dentro una congregación como en nuestro diario vivir.

Pero, ¿Cómo demostrar fidelidad cada día?. Una de las formas es que seamos consecuentes entre lo que decimos creer y lo que hacemos. Las personas no toleran a alguien que diga creer ciertas cosas y que viva de otra manera. Cuando no hay coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos, estamos siendo hipócritas. La hipocresía consiste en querer mostrar lo que no somos ni hacemos con respecto a lo que creemos.

Es tanto como decir “termina bien lo que empezaste bien”. A los que querían hacerse discípulos suyos, Jesús les decía que primero hicieran los cálculos para saber si la obra que deseaban empezar la podrían terminar (Lucas 14:28-30)

Nuestra vida de fe sólo podrá ser victoriosa según el lugar donde la tengamos puesta.  Cuando nuestra fe está sobre el fundamento de Cristo y su palabra, aunque soplen los huracanes del mundo, aunque las muchas aguas traten de apagarla, nuestra fe, en quien creemos debe permanecer,  porque nuestra fidelidad debe sobrepasar cualquier cosa en este mundo.

Que nuestros actos comiencen a ser resultado de lo que creemos, tu fidelidad no sólo se debe mostrar en palabras si no también con tus actos.

Dios desde un principio mostró su fidelidad, la misma que debe ser de mutua entrega, fiel hasta la muerte como Jesús lo hizo.

“No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Se fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida.” Apocalipsis 2:10

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Lo que puede hacer Dios

La crucifixión es un método antiguo de ejecución, donde el condenado es atado o clavado en una cruz de madera y dejado allí hasta su muerte. Esta forma de ejecución fue ampliamente utilizada en Roma.

La muerte de los sentenciados, en sus inicios, incluía el arrastrar un yugo de madera o su propia cruz sobre los hombros hasta el lugar de ejecución donde la víctima era flagelada; por lo general el instrumento que se usaba era un látigo corto con varias tiras de cuero sueltas o trenzadas, de largo diferente, que tenían atadas a intervalos bolitas de hierro o pedazos afilados de hueso de oveja.

Cuando los soldados romanos azotaban vigorosamente en la espalda de la víctima, las bolas de hierro causaban contusiones profundas, y las tiras de cuero con huesos de oveja cortaban la piel en los tejidos subcutáneos. Entonces, a medida que continuaban los azotes, las heridas se profundizaban hasta llegar a los músculos del esqueleto y producían sangrado interno.

La víctima también era desnudada y llevada a un monte alto para que todo el mundo viera su vergüenza al ser clavado en la cruz con los brazos estirados. Finalmente, si no morían en la crucifixión, se les quebraban las piernas para que no pudiera incorporarse y muriera irremediablemente por asfixia.

Hoy en día se cree que la muerte en una cruz podía suceder por múltiples razones, como shock hipovolémico debido a la hemorragia causada por los azotes y los clavos, o sepsis generalizada por las heridas infectadas. También podía suceder por la combinación de una serie de otras causas como deshidratación, insolación, cansancio crónico, que eventualmente podían llevar a un paro cardíaco, etc.

Pero no estamos tomando en cuenta la tremenda tortura emocional que significaba estar clavado en una cruz con los brazos sujetos y sin poder cubrir la desnudez. Sin dejar de mencionar lo que provocaba verse en esa circunstancia delante de amigos y enemigos, padres y hermanos, extraños y conocidos, etc. Tampoco podemos negar que la tortura tenía la misión de atemorizar a todos los que observaban. Los romanos querían hacer ver la vergüenza y la tortura a la que se exponía cualquiera que se levante en contra de sus leyes.

Toda esta información sugiere que la cruz de madera debe representar perdición, vergüenza y muerte. Por ningún lado que mires, esta invención de tortura humana, puede ser considerada algo más que un símbolo de la degradación, maldad y perversidad humana.

Gálatas 3:13 dice: “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero”

Jesús, Dios hecho hombre, tuvo su momento más débil al permitir que lo clavaran en una cruz, atravesando todos los flagelos mencionados, dejando que todo el mundo vea su desnudez y lo desfigurado que había quedado después de su tortura.

Ahora, al mirar la cruz, recordamos ese sacrificio y nos llena de esperanza, porque sabemos que Él murió para darnos vida. Pues precisamente, ese es el poder de Dios, que tomando un símbolo de muerte y de perdición, lo convirtió en uno de esperanza y de vida.Esta misma gloria mostrada en la cruz, es una lección del poder de Dios porque cuando algo está en sus manos, no importa lo que sea, puede convertirse para bien.Romanos 8:28 (RVR1960)

Debe fortalecer nuestra vida ver como un símbolo que determinaba la muerte, en las manos de Dios, pudo convertirse en el camino a la vida.

¿Tienes algún problema que exceden tus fuerzas? Escasez, soledad, muerte, infidelidad, enfermedad, pérdida, etc. En las manos de Dios todo eso se puede convertir en eventos de esperanza y de vida, que te recordarán su fidelidad.

Si no estás seguro, sólo voltea y mira la cruz, lo que fue antes y lo que vino a ser hoy.

Apocalipsis 21:5 dice: “He aquí, yo hago nuevas todas las cosas.” (RVR 1960)

Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

A todo terreno

Dios claramente nos manda a predicar su evangelio para que todo el mundo pueda conocerlo. Tal vez nosotros hemos dado ese privilegio de conocer de Dios a un solo grupo de personas, tal vez sólo familia, pareja, amigos, etc. pero no a todo aquel que se aproxima a nosotros, gente que nos rodea y que, si bien no forma parte de nuestra vida, llega en algún momento a hacerse presente. Continue reading “A todo terreno”

¡Más Alto!

En los días en que los aeroplanos eran construidos principalmente de madera y telas ligeras, la presencia de una rata o un ratón en un aeroplano podía significar una catástrofe. Si el animal roía alguna de las partes vitales de la estructura, esto bastaba para su inevitable destrucción.

Durante la Primera Guerra  Mundial, un aeroplano estaba volando sobre un terreno montañoso, en el frente del Oeste, cuando los dos tripulantes se dieron cuenta  de la presencia de una rata a bordo. No había modo de capturarla, y el aterrizar en territorio enemigo era algo imposible de considerar.

De repente, el piloto tuvo una idea excelente: dirigió el rumbo del aeroplano hacia las alturas. Arriba y más arriba, al punto de que los dos tripulantes tenían ya dificultades para respirar; pero fueron todavía más arriba, hasta el punto en el que les parecía que perderían el conocimiento. Pero pronto la maniobra dio resultado.

La rata se asomó por entre  el fuselaje trasero del avión, y dando unos pasos inciertos, cayó muerta en la cabina.

Al instante el aeroplano emprendió el descenso. Sólo mediante el ascenso los aviadores habían hallado la seguridad para sus vidas.

De igual manera,  existen muchas circunstancias y problemas que amenazan nuestras vidas, que cualquier rato podrían hacer que nos desmoronemos y que terminen los sueños que tenemos.

Cuando estamos enfrentando este tipo de enemigos, que no nos dejan muchas opciones para luchar contra ellos, lo mejor es subir, elevarnos, empezar a buscar a Dios con todo nuestro corazón, con todas nuestras fuerzas y cuando estemos ahí, podremos observar cómo cada problema se va desmoronando.

“Si haces al Señor tu refugio y al Altísimo tu resguardo, ningún mal te conquistará; ninguna plaga se acercará a tu hogar. Pues él ordenará a sus ángeles  que te protejan por donde vayas”. Salmos 91: 9- 11(NTV)

Sólo en Su presencia encontramos el refugio que necesitamos, cuando rendimos nuestras vidas le damos a Dios la oportunidad de obrar. No es fácil alcanzar esa altura, no es sencillo vivir en santidad y guardar los estatutos que nos dio, cuesta mucho que permanezcamos en oración y leyendo su Palabra, pero con la ayuda del Espíritu Santo, nos elevaremos cada vez más alto al punto de que ninguna rata podrá sobrevivir.

Ve alto, cada vez más alto y verás cómo tus problemas desaparecen ante tus ojos. No hay nada ni nadie que pueda permanecer de pie delante de la presencia de Dios.

Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Somos obra de sus manos

Así que hice lo que me dijo y encontré al alfarero trabajando en el torno; pero la vasija que estaba formando no resultó como él esperaba, así que la aplastó y comenzó de nuevo. Después el Señor me dio este mensaje: “¡Oh, Israel! ¿No puedo hacer contigo lo mismo que hizo el alfarero con el barro? De la misma manera que el barro está en manos del alfarero, así estás en mis manos”. Jeremías 18:3-6 (NTV) Continue reading “Somos obra de sus manos”

¿Habrá algo imposible para Dios?

Ezequías, hijo de Acaz, comenzó a gobernar Judá durante el tercer año del reinado de Oseas en Israel. Tenía veinticinco años cuando subió al trono y reinó en Jerusalén veintinueve años. Hizo lo que era agradable a los ojos de Dios, igual que su antepasado David. Quitó los santuarios paganos, destrozó las columnas sagradas y derribó los postes dedicados a la diosa Asera. Destruyó la serpiente de bronce que Moisés había hecho, porque la gente de Israel seguía ofreciéndole sacrificios.

Era un hombre que confiaba en Dios. No hubo nadie como él entre todos los reyes de Judá, ni antes ni después de él. Permaneció fiel en todo y obedeció cuidadosamente todos los mandatos que Dios le había dado a Moisés.Por eso el Señorestaba con él, y tuvo éxito en todo lo que hizo.

Tiempo después, Ezequías se enfermó gravemente y estaba por morir. El profeta Isaías fue a visitarlo y le dijo: «Dios dice que vas a morir, así que arregla todos tus asuntos familiares más importantes». Ezequías volvió su cara hacia la pared y oró así: «Dios mío, no te olvides de que yo siempre he sido sincero contigo, y te he agradado en todo». Luego lloró con mucha tristeza. Isaías lo dejó, pero antes de salir al patio central del palacio, Dios le dijo:

«Vuelve y dile al rey, que yo, el Dios de su antepasado David, escuché su oración y vi sus lágrimas. Dile que voy a sanarlo, y que le daré quince años más de vida. Dentro de tres días ya podrá venir a mi templo para adorarme. Además, por amor a mí mismo, y a David, quien me fue fiel en todo, salvaré a Ezequías y a Jerusalén del poder del rey de Asiria».

Isaías fue y le dio el mensaje a Ezequías. Luego ordenó preparar una pasta de higos y que se la pusieran a Ezequías sobre la parte enferma para que sanara. Ezequías le preguntó:

-¿Y cómo voy a saber que sanaré y que podré ir al templo dentro de tres días? ¿Qué señal me vas a dar?

Isaías le respondió:

-Dime tú qué señal prefieres: ¿quieres que la sombra en el reloj del sol se adelante diez grados o prefieres que retroceda?

Ezequías contestó:

-Que la sombra se adelante es fácil. Lo difícil es que retroceda. Prefiero que retroceda diez grados.

Isaías le rogó a Dios que lo hiciera así, y Dios hizo que la sombra retrocediera diez grados en el reloj de Ahaz.

Esta historia nos deja las siguientes enseñanzas:

-Si nosotros somos obedientes y fieles a Dios, su misericordia y bondad jamás se apartarán de nuestras vidas.

-No hay súplica ni clamor que nuestro Señor no responda, Él siempre está atento a cada una de nuestras oraciones y nos da más de lo que podemos imaginar.

-Para Él no hay nada imposible, es el Creador de todo lo que existe.

A pesar de los problemas que estés enfrentando, este día te animo a serle fiel a Dios, porque en la obediencia está la bendición. No renuncies al llamado que tienes, al matrimonio y a los hijos que te dio, al trabajo que te proveyó. Dios puede rescatar a ese ser querido que aún no tomó la decisión de recibirlo como su único Salvador; puede revertir el diagnostico que los médicos te dieron y sanarte; puede obrar en la vida de ese familiar que se fue y se alejó de su camino; puede dar libertad a todos aquellos que están cautivos en alguna adicción; puede prosperarte y ayudarte a pagar tus deudas; puede conceder los anhelos más íntimos de tu corazón y resucitar aquellos sueños que creías perdidos.

Jamás olvides que Dios te ama y que todas sus promesas son dignas de confianza, síguelo sirviendo y cumpliendo fielmente sus mandamientos, porque Él te sorprenderá, hará realidad aquello que crees que es imposible y cumplirá todo aquello que te prometió. No permitas que los afanes te este mundo te aparten de Él y te desenfoquen de la misión que te encomendó. Su amor constante y su fidelidad son promesas a las que puedes aferrarte cada día.

Si prestas atención a estas ordenanzas y las obedeces con fidelidad, el Señor tu Dios cumplirá su pacto de amor inagotable contigo, tal como lo prometió mediante el juramento que les hizo a tus antepasados. Deuteronomio 7:12 (NTV)

Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Construye su futuro

Hoy en día los jóvenes tienen el gran reto de seguir un buen camino pese al ataque que reciben con mensajes que los confunden y los llevan a tomar decisiones equivocadas; pero la responsabilidad está en las manos de los padres.

Lamentablemente hay padres que no están asumiendo elcompromisode preparar a sus hijos para afrontar los retos de la vida; pues optan por dejar este cargo a los maestros en la escuela, a la televisión, al internet y a las amistades de sus hijos. ¿No es mejor que tu hijo te consulte a ti acerca de las dudas que tiene que otra persona desconocida?

Al leer el libro“Cómo Criar hijos Felices y Obedientes” de Roy Lessin, me llamó mucho la atención lo siguiente: “El amor, la disciplina, la enseñanza y el ejemplo, todos en conjunto, componen el tipo de educación que necesitan los hijos. Cada uno de los cuatro aspectos tiene que estar en equilibrio. El amor sin disciplina produce hijos consentidos. La disciplina si amor produce el desánimo y un corazón quebrantado en los hijos. La enseñanza sin ejemplo produce amargura y resentimiento. El ejemplo sin la enseñanza produce hijos inestables e inseguros.”

Dios encomendó primeramente a los padres que sean obedientes a su palabra:  “Por lo tanto, asegúrate de obedecer cada uno de los mandatos que te entrego hoy, a fin de que tengas fuerzas para tomar la tierra donde estás a punto de entrar.” Deuteronomio 11:8 NTV.

Posteriormente indicó que debía ser transmitida a los hijos: “Por lo tanto, comprométete de todo corazón a cumplir estas palabras que te doy. Átalas a tus manos y llévalas sobre la frente para recordarlas. Enséñalas a tus hijos. Habla de ellas en tus conversaciones cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Escríbelas en los marcos de la entrada de tu casa y sobre las puertas de la ciudad para que, mientras el cielo esté sobre la tierra, tú y tus hijos prosperen en la tierra que el Señor juró dar a tus antepasados.” Deuteronomio 11: 18-21 NTV Así que papás esfuércense para vivir la Palabra de Dios para que sus hijos también los sigan.

Todo padre quiere lo mejor para sus hijos, y no sólo se trata de lo material sino lo más importante es dejarles valores firmes, principios que ayuden a los hijos a tomar buenas decisiones en la vida, así tus hijos tendrán un mejor futuro.

Inspira a tu hijo a seguir los caminos de Dios para que no se pierdan en esta sociedad que cada vez está peor.

Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Nada supera su poder

Muchas personas seguían a Jesús por todas partes porque veían las señales milagrosas que hacía cuando sanaba a los enfermos. En una de esas ocasiones, Él subió a una colina y se sentó allí rodeado de sus discípulos. En seguida vio que una gran multitud venía a su encuentro. Dirigiéndose a Felipe, le preguntó:

-“¿Dónde podemos comprar pan para alimentar a toda esta gente?” Lo estaba poniendo a prueba, porque Jesús ya sabía lo que iba a hacer.

Felipe contestó:

-¡Aunque trabajáramos meses enteros, no tendríamos el dinero suficiente para alimentar a toda esta gente!

Andrés comentó: “Aquí hay un muchachito que tiene cinco panes de cebada y dos pescados. ¿Pero de qué sirven ante esta enorme multitud?”.

Jesús dijo: “Díganles a todos que se sienten”. Y así lo hicieron, todos se sentaron sobre la hierba, en las laderas. Sólo contando a los hombres sumaban alrededor de cinco mil. Luego tomó los panes, dio gracias a Dios y los distribuyó entre la gente. Después hizo lo mismo con los pescados. Y todos comieron cuanto quisieron.

Una vez que quedaron satisfechos, Jesús les dijo a sus discípulos: “Ahora junten lo que sobró, para que no se desperdicie nada”. Entonces ellos juntaron las sobras y llenaron doce canastos con los restos que la multitud había dejado después de comer de los cinco panes de cebada.

Este es otro lindo ejemplo de la misericordia, la provisión  y el poder de Dios, porque a pesar de las circunstancias y sólo tener cinco panes y dos pescados ese momento, Jesús hizo el milagro de alimentar a más de cinco mil personas. Él no ha cambiado, es el mismo de ayer y sigue haciendo milagros en la vida de todos aquellos que creemos y confiamos en su nombre.

Sin importar el problema que estés atravesando, te recuerdo que Jesús es nuestro Salvador, Sanador, Redentor y Proveedor entre muchos de sus atributos. Él no conoce imposibles, es el único que puede transformar tus circunstancias y tiene la última palabra.

Este día te animo a reconocer que lo necesitas y a pedirle que ocupe nuevamente el primer lugar en tu corazón. Si crees en Él y le permites obrar libremente en tu vida, no sólo serás testigo de muchos milagros sino que los experimentarás. Él hará más de lo que tú puedes imaginar.

No se preocupen por nada. Más bien, oren y pídanle a Dios todo lo que necesiten, y sean agradecidos. Así Dios les dará su paz, esa paz que la gente de este mundo no alcanza a comprender, pero que protege el corazón y el entendimiento de los que ya son de Cristo. Filipenses 4:6-7 (TLA)

Lo que está fuera de tu control está bajo el control de Dios. Lo que te supera a ti, no supera su poder.

Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.