Ayer compartiamos acerca de la contaminación y como nos puede llevar a desviarnos del propósito al cual hemos nacido. Y una de las luchas más grande que tenemos tiene que ver con los tiempos que estamos viviendo en donde se han levantado muchas voces que desean distorsionar lo que Dios ha diseñado en nosotros, Hoy en día, estamos siendo bombardeados por todo tipo de información contraria a lo que Dios desea manifestar a través de nosotros. Redes sociales, televisión, radio y periódicos, nos rodeamos de todo tipo de opiniones y en ocasiones nos dejamos llevar por estas voces, muchas veces nos dejamos influenciar por esas voces para tomar nuestras decisiones. Nuestras decisiones determinar el rumbo de nuestras vidas, determinan del camino que seguiremos. Cada uno de nosotros todos los días tomamos decisiones que no solo afectan nuestra vida sino la de nuestro seres queridos. Una mala decisión financiera, puede traernos tiempos de mucha escasez, una mala decisión personal puede afectar el rumbo de toda mi casa. Y todos días tomamos decisiones basándonos en nuestras emociones, en lo que escuchamos de la gente, de lo que escuchamos de nuestros amigos, de lo que vemos en redes sociales, pero como hijos de Dios tenemos un Padre que hoy esta hablando fuertemente a su iglesia, así como se han levantado muchas voces, el Padre esta levantado una generación que le escucha y obedece, una generación que decide tapar sus oidos a las muchas voces para escuchar solamente su voz. Y una característica fundamental de esta generación que se esta levantando tiene que ver con valorar su presencia en nuestras vidas. Y hoy vamos a compartir un poco de este tema de volver a darle el lugar que el merece en nuestras vidas, no solo buscarlo cuando tenemos problemas, sino de entender que el desea estar en todo tiempo y desea llevar nuestra carga, desea anticipar nuestros problemas.
Existen muchos ejemplos en la biblia de hombre y mujeres que decidieron volver a escuchar a Dios y valoraron su presencia mas que cualquier otra cosa, y eso no solo cambio sus vidas sino que esas decisiones afectaron a miles, pero esas decisiones de volver a escuchar y obedecer a Dios requirió de mucho valor.
Como podremos valorar su presencia?
Cuando hablamos de su presencia debemos referirnos a dos tiempos en la historia de la cristiandad:
Antiguo Pacto
¿Que es el antiguo pacto?
“Después los sacerdotes llevaron el cofre del pacto de Dios hasta el fondo del templo, donde estaba el Lugar Santísimo, y lo pusieron bajo las alas de los dos grandes querubines. Las alas extendidas de los querubines cubrían el cofre y las varas que servían para trasladarlo. Estas varas eran tan largas que sus puntas se veían desde el Lugar Santo, que estaba frente al Lugar Santísimo. Sin embargo, no podían verse desde afuera del templo. Así se quedaron hasta el día en que se escribió este relato. Lo único que había en el cofre eran las dos tablas de piedra con las leyes del pacto. Esas leyes se las había dado Dios a los israelitas cuando salieron de Egipto. Moisés las había puesto en el cofre cuando estuvo en el monte Horeb.”
2 Crónicas 5:7-10 TLA
El cofre del pacto representaba la presencia del Dios viviente, era un simbolismo de lo que Dios iba a formar despues de Cristo. El cofre del pacto contenía dentro de si, los 10 mandamientos que eran las ordenanzas que debía cumplir Israel, era el antiguo pacto. Si Israel cumplia sus ordenanzas, el seria su Dios y ellos serian su pueblo ( este es el pacto).
Con el antiguo pacto la presencia de Dios reposaba sobre el cofre del pacto, si ellos cumplían sus ordenanzas su presencia siempre estaría con ellos. Pero no solamente estaba la palabra escrita de los mandamientos y las leyes, Dios les quiso hablar directamente a todos, pero ellos decidieron no escucharle por miedo a morir. Decían si escuchamos su voz directamente ciertamente moriremos por causa de nuestros pecados (Leer Exodo 20:18-19). Así que esa decisión provoco que hablara a ellos a través de los profetas y los sacerdotes ( Leer Deut. 18:14-22; Levítico 9:7, 12-14, 22-23 RVR1960)
Que era un profeta? simplemente alguien que trasmitía un mensaje de parte de Dios. Cuando estaban indecisos sobre que camino seguir, el profeta les traía dirección de parte de Dios, y lo mismo ocurría cuando estaban desviados del camino, venia el profeta con palabras fuertes de parte de Dios para nuevamente alinearlos a su voluntad. En cambio los sacerdotes eran reconciliadores de Dios, si un hombre fallaba al pacto, debía ofrendar a Dios, el sacerdote primero debía pedir perdón por sus fallas y luego pedir perdón por los demás, esto les permitía tener reconciliación con el pacto de Dios.
Todo esto es un pequeño resumen de lo que ocurría con el pueblo Israel dentro del antiguo testamento. Desde Génesis hasta Malaquias, vemos como Dios conformo a su pueblo y como el los guiaba a través de toda su historia. Les invito a leer todo éxodo en donde podemos ver todo lo antes comentado.
Porque les hablo de esto, es para que podamos tener un panorama completo del pacto que hoy en día Dios nos permite tener; el cual debemos valorar más que cualquier otra cosa.
El Nuevo Pacto
“»Vienen días, dice Jehová, en los cuales haré un nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día en que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová. Pero éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Pondré mi ley en su mente y la escribiré en su corazón; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.”
Jeremías 31:31-33 RVR95
En el nuevo pacto pacto ya no existe un cofre en donde la presencia repose, somos nosotros mismos los portadores de su presencia, cuando Jesús murio y resucito nos permitio reconciliarnos con Dios, ya no es un sacerdote que debe todos los años hacer un sacrificio por mi, es el hijo de Dios sacrificándose por mi para que podamos tener nuevamente una relación con nuestro creador.
“Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación: Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogara por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros seamos justicia de Dios en él.”
2 Corintios 5:18-21 RVR95
Con la muerte y resurrección de Jesus, en nuestra vida se cumple el nuevo pacto, ya la presencia de Dios no reposa en cofre, sino en nuestra vida, el cofre somos nosotros y la ley ya no es una palabra escrita en una tabla, sino que Dios la escribe en nuestro corazón. Ya la ley no se cumple por ordenanza sino por amor. Nuestro compromiso no es por obediencia sino por amor a Jesus. Por amor a aquel que se entrego a la muerte por nosotros, a aquel que no le importo su sufrimiento con tal que fueramos libres de la muerte y del pecado.
Pero como la presencia de Dios reposa sobre mi?
El Espíritu Santo es la presencia viva de nuestro Dios, cuando Jesus resucito, les decía a sus discípulos es necesario que yo me vaya para venga el Espiritu de Dios sobre ustedes. En el antiguo pacto el reposaba en un cofre y si deseabas su presencia debias ir hacia el altar para encontrarte con su presencia. Hoy en dia es diferente su presenta habita en nosotros por medio del Espiritu Santo. Su presencia no reposa en un templo, nosotros portamos su presencia, pero no le hemos dado el lugar que le corresponde. En el antiguo pacto la dirección de Dios venia de un profeta que traía un mensaje de parte de Dios, un mensaje que alineaba, un mensaje que despejaba dudas, un mensaje que traía reposo, un mensaje que reconciliaba, pero con el nuevo pacto nuestra dirección proviene de quien reposa en mi, la palabra ya no viene por medio de un profeta sino que nosotros somos los profetas, somo guiados por el Espiritu de Dios, expresando lo que el desea expresar en la tierra.
Entonces vamos al culto a buscar su presencia y guianza, cuando a través de su Espíritu tenemos esas cosas, el culto debe ser solo una expresión de lo que vivimos en lo intimo con Dios. No malinterpreten mis palabras no digo que ir al culto sea malo, al contrario es necesario para nuestro crecimiento, pero no podemos poner nuestro foco de atención solo en el culto, cuando tengo a mi lado al Espíritu Santo. El Espíritu Santo debe tener toda nuestra atención, nuestra vida es como ir conduciendo un vehículo y no saber hacia donde debemos ir, nuestro destino lo conoce Él, Él es nuestro creador y conoce para que nacimos. Entonces estamos conduciendo un vehículo que no conocemos a donde debe dirigirse pero tenemos un copiloto que sabe por donde ir, por donde no meterse, pero no lo escuchamos preferimos prender la radio y dejamos de escuchar su dirección, su consuelo. Volvamos a valorar su dirección, su guianza, volvamos a obedecerle.
Romanos 8:14 Dice en su palabra “que todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios”
Un ejemplo del valorar al Espíritu Santo lo vemos reflejado en Hechos de Los Apóstoles, en donde vemos a sus discípulos desafiar un sistema corrupto en donde ha pesar de la corrupcion ellos hicieron prevalecer las ordenanzas de Dios. Vemos a Pedro a hablar en Publico con valor y sin miedo a ser rechazado. Cuando antes de tener el Espíritu Santo, negó a su maestro tres veces, vemos un grupo de apóstoles que se habían unido para preservar sus enseñanzas que antes cuando apresaron a Jesus se habían dispersados para no ser hallados junto con Él. Todos ellos estaban con Él cuando lo apresaron pero huyeron cuando fue el momento critico, y solo a través del Espíritu Santo lograron tener la unidad y fortaleza necesaria para obedecer sus mandatos.
“pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra.”
Hechos 1:8 RVR95
“Si obedecemos a Dios, viviremos unidos a Él y Él vivirá unido a nosotros. Esto lo sabemos por el Espíritu Santo que nos ha dado.” 1 Juan 3:24 TLA
El Espíritu Santo es nuestra ayuda aquí en la tierra, ya no tenemos que acudir a un profeta que nos diga una palabra de parte de Dios, nosotros tenemos acceso a su palabra todos los días, volvamos a valorar su presencia. No esperemos que otro ore por mi, ni que otro me traiga un mensaje de parte de Dios, cuando el quiere hablarnos personalmente todos los días a través del Espíritu Santo. No esta mal que otro ore por mí por un tiempo, pero Dios tiene hijos y no quiere mandarte un mensaje con otra persona, quiere hablarte cara a cara.
Cuando valoramos su presencia procuraremos mantenernos puros porque conocemos lo que deposito en nosotros, esto nos llevara a un mayor compromiso con Él, en donde comenzaremos a creer y a vivir pensando en su propósito, en la voluntad buena, perfecta y agradable que creo para nosotros.
Hoy volvamos a volararle y empecemos a escuchar al Espíritu Santo de Dios.
Si ya aceptaste a Jesus en tu corazón, eso quiere decir que el ya habita en tí, solo nos toca empezar a valorarlo y escucharlo con detenimiento. Si no has recibido a Jesus, hoy invítalo a tu corazón, Él no rechaza un corazón contrito y humillado.
Que la Paz de Cristo este en ustedes!
Autor: Jonathan Zapata