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Viernes 22 de Marzo – Su Implacable ternura

Viernes 22 de Marzo – Su Implacable ternura

“Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.”
Juan 3:16-17
A medida que vamos desarrollando una relación con Jesús, nuestro salvador, y empezamos a ver sus cualidades, podemos ver que su esencia es el amor para con nosotros. Ese amor lo experimentamos como mediador entre Dios y nosotros; en momentos de bajones, como nuestro fiel amigo, mostrándonos que no importa nuestros errores o caídas siempre estará ahí con nosotros para levantarnos y recordándonos que su sacrificio en la cruz, que es la mayor muestra de amor, como dice Juan 15:13:  “No hay un amor más grande que el dar la vida por los amigos”.
Él es nuestro fiel amigo que no escatimó su vida para darnos libertad y amor de por vida.
En esa experiencia diaria podamos verle en cada paso que damos, exhortándonos cuando nos sentimos débiles, diciéndonos: “¡No temas, sigue adelante que yo estoy contigo!”; alentándonos cuando estamos tristes; dándonos la seguridad de que Él está en control y que todo es para nuestro crecimiento; cuando estamos felices con un logro o buena noticia, saber que Él está ahí como ese bueno amigo dándonos una palmada en la espalda diciéndonos: “Estoy orgulloso de ti, lo has hecho bien”. No hay mayor sentimiento que ese, de ver su ternura y amor incondicional en nuestro diario vivir. Llevándonos a entender que siempre es mejor a la forma de Dios, y que sus planes, propósitos y sueños son más grandes de los nuestros.
Su vida me muestra su gran belleza, lo que el siempre representa para nuestra vida, alguien inigualable donde dio todo y nos dará todo por ese amor que sobrepasa lo infinito, ese protector que nos cuida y nos ama, que siempre seremos un ser único para El como sus hijos amorosos a lo que cuida.
Nunca dudes de su belleza, majestad, poder y amor porque Él es y seguirá siendo Príncipe de Paz para nuestra vida. Deléitate en Él.
Autor: Ana Guerra de De León