Jueves 14 de Marzo – Madurando la identidad de Hijo

“…pero cuando llegue lo perfecto, lo imperfecto desaparecerá. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño…” (1 Corintios‬ ‭13:10-11‬ ‭NVI‬)
Mi primito Sebas de 5 años le dijo a su mamá: “yo ya no quiero a mi papá, él se fue y nos abandonó”. Para él era muy difícil entender que papá trabaja como marino y debe embarcarse por varios meses. Su padre se las ingenió para mostrarle que él no había sido abandonado; le hizo un video desde el bote mostrándole las hazañas que hacía en el mar y un mensaje diciéndole cuánto lo ama, con ello no solo sanó su corazón , sino que se convirtió en su ejemplo aún sin estar presente.
El ejemplo de Sebas nos refleja a muchos de nosotros. Como niños pequeños, nos sentimos abandonados cuando percibimos la ausencia del Padre. Su aparente abandono nos hace sentir víctimas o culpables. Nos sentimos víctimas cuando creemos que el Padre simplemente dejó de amarnos y se fue; y culpables cuando creemos que nuestra falla ha sido tan grande que se avergonzó de nosotros.
L
as “ausencias” del Padre son un proceso de fe para desarrollar carácter y madurez. Necesitamos experimentar la renovación de nuestras mentes; llevarlas de la expectativa natural a la eterna. En la expectativa natural, un hijo que no ve a su padre es un hijo abandonado; en ella nos mostramos como niños. Pero en la expectativa eterna, un hijo hijo que “no ve” a su Padre, esta siendo perfeccionado a la imagen de a Cristo, y va siendo transformado en adulto. Cuando más ausente lo sentimos, es cuando mas hazañas esta haciendo a nuestro favor. Permitamos que la perfección de Jesús borre todo pensamiento de niño que nos hace sentir abandonados.
Oremos: Padre, gracias por tus bendiciones y hazañas, trae a mi una mente renovada, borra con tu amor la identidad de abandono y hazme nacer de nuevo en mi identidad de Hijo amado. Permíteme como a Pablo:  “…dejar atrás las cosas de niño.» (1 Corintios13:11).
Autor: Keila Alabarca.

Miércoles 13 de Marzo – Distorsión de la identidad de Hijo

En la sociedad actual, es muy común encontrar hogares con modelos familiares distorsionados por la ausencia de alguna de sus figuras, particularmente, la ausencia de un Padre. Para ser específicos, el número de hogares distorsionados está por encima del 40%, provocando en los individuos problemas de conducta, comunicación, confianza, autoestima, entre otros, según los especialistas.
Aunque en un plano natural, la distorsión de paternidad de un individuo se debe a la ausencia de un Padre; en el plano espiritual, el responsable de la distorsión de la paternidad es el Hijo. ¿Por qué?
«Porque ahora en Cristo Jesús, a ustedes que antes estaban lejos, Dios los ha acercado mediante la sangre de Cristo. Pues por medio de él tenemos acceso al Padre por un mismo Espíritu. Por lo tanto, ustedes… son miembros de la familia de Dios” (‭‭Efesios‬ ‭2:13, 18-19‬ ‭NVI‬‬).
Muchas de las luchas emocionales, mentales y espirituales de un individuo son producidas por carencias físicas u emocionales en el seno familiar. Sin embargo, aquel que acude a Dios a través de la Sangre de Jesús es revestido con la identidad de Hijo, es eternamente adoptado como miembro de la familia de Dios y tiene libre acceso a Su paternidad.
Acercarnos a Jesús es el puente hacia el seno de la familia celestial. Nuestra distorsión de identidad se disipa cada vez que somos expuestos a su verdad y a la manifestación de Su glorioso amor. Toda lucha queda cautiva al enfrentarse el poder de la Cruz y el infierno tiembla ante el Poder de un Padre que se levanta a pelear por Su Hijo.
Hoy te invito a recordar el poder de la Sangre y te recuerdo que aunque sean muchas las luchas no serás derribado porque hay un Padre peleando por ti.
Oremos: Padre, tal vez desconozco la raíz de mis luchas, pero me declaro libre de toda carencia que rodee mi vida y familia. Tú que escudriñas el corazón, guía mi camino. Porque delante de mi, está tu misericordia.
Autor: Keila Alabarca

Lunes 11 de Marzo – Aprendiendo a Ser Hijo

Recuerdo una frase muy usada por mi mamá: “no hay un librito que nos enseñe a ser padres, uno aprende en el camino”. Por primera vez intenté voltear la frase desde la perspectiva de hija, pero no funcionó. Resulta que si “hay un librito que nos enseña a ser hijos” y es la propia Palabra a través de la vida de Jesús.
«pero el mundo tiene que saber que amo al Padre, y que hago exactamente lo que él me ha ordenado que haga. »
‭‭(Juan‬ ‭14:31‬ ‭NVI‬)
Por mucho tiempo leí sobre Jesús con un enfoque meramente supremo; claramente, Él es mi Salvador pero hay una belleza especial en Jesús y es su claro amor y deleite en ser un Hijo que complace a Su Padre.
La misión de Jesús definitivamente no era nada fácil, Él debía traer salvación a personas que no le amaban ni creían en Él. La razón por la que hoy tenemos derecho a la salvación, es porque mientras estuvo en un cuerpo de hombre, igual al nuestro, hubieron dos elementos claves: amor y obediencia.
Estando en un cuerpo de hombre, probablemente se llegó a sentir tentado a dejar de lado todo, como no hacerlo si estás siendo perseguido, blasfemado y juzgado constantemente? Pero Jesús tenia tan clara su misión, que se humillaba a sí mismo con tal de que la voluntad del Padre fuese cumplida.
Cuando leemos los evangelios vemos a un Jesús que en cada parábola y conversación, dejaba claro que ni sus palabras ni acciones venían de si mismo, sino que  Él se dedicaba a obrar conforme lo que el Padre le indicaba. Esto es amor y deleite por complacerlo y fue lo que lo convirtió en su reflejo vivo en medio de los hombres, y reafirmó su naturaleza divina.
A través de Jesús aprendo a ser hija. Su belleza es el modelo que nos enseña a ser hijos que complacen a su Padre. No se trata solo de obedecer, más allá de eso, el amor de un hijo que complace le permite entender que su misión es hacer la voluntad del Padre y por eso su deleite es hacerse a un lado a sí mismo con tal de que el Padre sea exaltado a través de su vida.
Podemos estar siendo perseguidos, azotados o blasfemados pero nuestra confianza está en que la obedecía abre paso al cumplimiento del propósito de Dios. Oro porque nuestros corazones sean atraídos al modelo de Jesús, y porque nuestras vidas sean entregadas en un sacrificio, que aunque sea doloroso, nos llene el alma de deleite por glorificar al Padre.
Te invito a orar: Padre, ruego porque el modelo de amor, deleite y obediencia de Cristo sea plasmado en mi corazón. Anhelo deleitarme en glorificar tu nombre.
Autor: Keila Alabarca

Viernes 8 Marzo -Su cuidado hacia nosotros

Una mañana de octubre de 1942, el capitán Eddie Rickenbacker y su tripulación de ocho hombres, se le asigna una misión de realizar un vuelo de espionaje sobre el pacifico, para personalmente enviar un mensaje secreto al general Douglas MacArthur. El avión en donde iban un B-17D,  había sufrido un desperfecto en su tablero de controles, provocando que la tripulación a bordo se desviará cientos de millas de su destino original, obligándolos a aterrizar en una zona del Océano Pacifico.

Logran salir de la nave y por ocho días sobreviven en una balsa, sin agua y sin alimentos. El Capitán Rickenbacker era un cristiano con una fe excepcional, todas las mañanas hacia su devocional cautivando la atención de su tripulación. Ese octavo día luego de orar a Dios en su devocional, deshidratado, y casi inconsciente las esperanzas de sobrevivir se desvanecían, echó su cabeza hacia atrás apoyándola sobre la balsa, mientras cubría su cara con su gorra. Y de repente en medio de la nada del vasto mar, una gaviota se posó sobre su cabeza, todos permanecieron muy quietos, mientras que el capitán, entendiendo que se trataba de una gaviota, la agarró en un rápido movimiento. La tripulación se pudo alimentar y con los intestinos del ave, usándola como carnada, pudieron pescar y así sobrevivir hasta ser rescatados un mes después.

El Capitán Rickenbacker ya había sufrido un accidente de aviación previo, y entendió que el cuidado del Maestro siempre estuvo a su disposición.  A veces, decimos: “wao, me salve de a suerte”, o “casi no la cuento”. Ignorando que la mano de Dios estuvo guardándonos. Ese cuidado y amor incondicional,  nos lo muestra Jesús con su relación personal con Dios, el vivía y disfrutaba la protección de su Padre Celestial todos los días. No vemos un Jesús preocupado de su seguridad, el descansaba porque sabia que estaba bajo el abrigo de su Padre.  Y de la misma forma nosotros  a pesar de nuestras fallas, pecados, y rebeliones, tenemos acceso a esa protección. Su amor que es tan grande,  nos da esa paz que sobrepasa todo entendimiento, que guarda nuestros corazones y nuestros pensamientos en Cristo Jesús.

“El que habita a la sombra del Altísimo, se acoge a la protección del Todopoderoso. Yo le digo al SEÑOR: «Tú eres mi refugio, mi fortaleza. Dios mío, confío en ti».” Salmos‬ ‭91:1-2‬ ‭PDT‬‬

La protección de Dios viene por decidir habitar bajo su sombra. Cuando habito bajo su sombra, decido estar bajo su autoridad. Su protección es algo inherente de su habitación. Por eso dice su Palabra, que el que habita se acoge a su protección. No es algo que se busca, es algo natural de nuestro Padre Celestial. Todo buen Padre anhela proteger a su hijo y a diferenciar de un padre terrenal, nuestro Padre Celestial es omnipresente, puede  y quiere protegernos de todo mal. 

Cuando entendamos que estamos a la sombra del Omnipotente, que Él es nuestro refugio, que es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en la tribulación, que ninguna arma forjada contra mi prosperará, que Torre Fuerte es su nombre y que a Él correrá el justo y levantado será. Entonces, entenderemos su amor y su cuidado incondicional, ayudándonos a permanecer cada vez más cerca de Él.

Eddie Rickenbacker en los últimos años de su vida, los vivió cerca de un muelle y todos los viernes en las mañanas llevaba una bolsa llena de langostinos frescos y se los llevaba a sus amadas gaviotas, en agradecimiento por el sacrificio que una de ellas hizo por salvar su vida y la de su tripulación, y de la misma manera Jesús murió por nosotros, y resucitó pagando con su sangre el castigo de nuestro pecado y hoy tenemos la esperanza de una vida eterna con Cristo.

Les invito a preguntarle al Espíritu Santo por todas esas ocasiones en donde el ha tenido cuidado de nosotros, de seguro te recordará alguna ocasión en donde sin estar consiente de la situación, Él tomó control de todo. Demos hoy gracias a Dios por todo su cuidado y amor que tenemos sin merecerlo.

Dios los bendiga!!

Autor: Gerardo David

Miércoles 6 de Marzo – En silencio me amó

“Él no cometió pecado ni jamás engañó a nadie». Cuando insultaban a Cristo, Él no respondía con insultos, y cuando sufría no respondía con amenazas. Él dejó todo en manos de Dios, quien siempre juzga con justicia. En la Cruz, Cristo cargó nuestros pecados en su propio cuerpo para apartarnos de ellos y para que vivamos como le agrada a Dios; por las heridas que él sufrió, ustedes fueron sanados. Ustedes eran como ovejas perdidas, pero ahora han regresado al Pastor y Protector de sus vidas.”
‭‭1 Pedro‬ ‭2:22-25‬ ‭PDT‬‬
¿Cuántas veces no hemos discutido por alguna cosa que nos ofende?
¿Cuántas veces no hemos pensado mal de otros cuando somos confrontados o simplemente cuando una autoridad nos da una instrucción que no nos agrada?
Creo que todos debemos levantar la mano, todos de alguna forma u otra hemos levantado nuestra voz o nuestros pensamientos para reclamar justicia o simplemente porque nos sentimos confrontados.
Si hay algo que me llama poderosamente la atención del pasaje con el que iniciamos fue la actitud de Jesús, quien teniendo autoridad no abrió su boca ante la injusticia, ante su dolor, ante su sufrimiento no levantó la voz, simplemente calló y ese silencio sublime debió cautivar a todo el cielo. Era el Dios del universo hecho carne, siendo maltratado, siendo insultado, siendo calumniado y a pesar de tener el poder y la autoridad, simplemente no abrió su boca por amor a todos nosotros.
A través de su silencio me amó. Su silencio es la declaración de amor más grande de todas, porque pudo defenderse y mostrar quien era, pero prefirió pagar el precio que tú y yo debimos pagar.
Él no fue obligado a pasar por esto, Él se entregó voluntariamente a este proceso. Su silencio me abrazo y me abraza tan fuerte que supera cualquier pecado, cualquier falta y cualquier error.
¿Cómo pudo soportarlo?
En su silencio, Jesús miró al Cristo resucitado en cada uno de nosotros, miro al Cristo formado en nosotros, no miro los insultos, miro los milagros que miles harían en su nombre, miro a los miles que serían libres de la muerte, miro a los miles que serían levantados de los escombros, miro a los niños siendo abrazados por sus brazos, no abrió su boca para que tú y yo pudiéramos hoy manifestarle. Y esa manifestación de Cristo en nosotros no es con tus fuerzas, es con la fuerza del amor que Él manifestó en la Cruz.
Cristo es la fuente de todo y murió en silencio para que a través de Él llegáramos a los pies de nuestro creador para que pudiéramos disfrutar del amor del Padre y así poder manifestarle a otros este amor.
Solo por un día piensa en todo el dolor que debió pasar para que tú y yo pudiéramos hoy disfrutar de la presencia de Dios, para que en sus fuerzas podamos manifestarle al mundo a Cristo.
En su silencio me amó y me sigue amando, porque no mira nuestros errores sino que espera ansiosamente que despertemos a su amor.
Recuerda hoy Jesús espera por ti, para que vuelvas a sus brazos de amor.
Autor: Jonathan Zapata

Jueves 28 de Febrero- Escucho y Obedezco

El mayor crecimiento espiritual se obtiene por el hábito de la lectura bíblica y tiempo de oración; y no hay sustituto para el tiempo devocional, las personas que Dios utiliza de una forma poderosa, son aquellas que se apropian de la verdad y del poder por medio de la comunión personal.
 
A continuación te detallo cuatro motivos  por el cual es valioso tener tiempo devocional diario:
 
  1. Cuanto más tiempo pasó con Dios más le conozco. “Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el padre, y con su hijo Jesucristo. “  1 Juan 1:3
  2. A medida que le conozco, aprendo de su voluntad y esto me permite alinear mis decisiones diarias a su propósito en mi vida.  Él es luz y su luz me permite ver por donde transitar, si estoy cerca de Él sabré cual es el camino por debo transitar. “Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado; hazme saber el camino por donde ande, porqué a ti he elevado mi alma” (Salmos 143:8) “y esta es la confianza que tenemos en él, qué si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.” (1 Juan 5:14)
  1. Allí puedo llevar todas mis cargas y necesidades  a Dios y así depender de el. “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.” (Filipenses 4:6) “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” (Hebreos 4:16)
  1. Cuando paso tiempo con Dios, Él me capacita para producir fruto. “Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros os pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él , este lleva mucho fruto; porque separados de mi nada podéis hacer” (Juan 15:4-5)
El tiempo devocional por la mañana nos provee de un momento al principio del día, en donde podemos reconocer nuestra dependencia de Dios; y que Él es suficiente para el resto del día. También nos da un momento apartado para rendirle nuestra voluntad y dedicar así el día a su gloria.
 
Una líder solía decir que no entendía como existían creyentes que no tenían un tiempo devocional, ya que son enriquecedores para conocer más de nuestro Dios. Y en lo personal, tener tiempos devocionales ha abierto mis ojos para conocer lo que Dios espera de mi, los correctivos que debo tomar a diario, los preparativos para enfrentar las pruebas que enfrentaré durante el día o durante un tiempo, me capacita para bendecir a otros, y así podría seguir describiendo lo hermoso que es pasar tiempo con Dios, pero quiero enfatizar  en el último punto, el de capacitarnos para producir frutos y la carta de Santiago dice al respecto lo siguiente:
 
“Porque si alguno es oidor de la Palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.” Santiago 1:23-25.
Santiago compara la Palabra de Dios con un espejo. Es una herramienta provista por Dios que nos ayuda a conocer quiénes somos y cómo estamos. Es un espejo perfecto. Es la imagen más nítida. El problema no está en el espejo; el problema está nosotros. El reflejo que vemos de nosotros en las Escrituras es absolutamente fiel. No todos, sin embargo, actúan consecuentemente con la imagen que observan.
Observen que el contraste no es entre uno que se mira en un espejo y otro que no, sino entre dos que se miran, pero uno hace algo al respecto y otro que no hace nada.
Trata de recordar la imagen del espejo cada vez que estés leyendo o escuchando las Escrituras. El resultado de escuchar la voz de Dios en la Palabra puede ser la confesión de un pecado, la determinación de llevar a cabo una acción o pasar más tiempo con tu familia. El punto es que no debemos ser meros oidores de la Palabra, sino antes bien hacedores de la misma. Debemos anhelar transformación, entendiendo que al final el deseo de Dios es ir perfeccionándonos día tras día a su imagen, a su carácter, hasta llegar a la “Estatura del Varón Perfecto”.
¿Cómo hemos estado usando el espejo de la Palabra de Dios? ¿Qué dice ella de nosotros? ¿Hemos hecho algo al respecto?
DIOS TE BENDIGA
Autor: Jonatan Lezcano

Miércoles 27 de Febrero- Garantía de Vida

“fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.”
Efesios 1:13-14
 
En el Nuevo Testamento Pablo tomó el término “arras” que era común en sus días, para hablar del Espíritu Santo, refiriéndose a él como una garantía de una promesa; en la antigüedad, las arras eran unas monedas de oro, las cuales tenían un costo bastante elevado y se veía como un anticipo de la provisión que el novio iba a dar a su novia mientras sea su esposa.
 
El Espíritu Santo como las arras; es la garantía que Dios ha de cumplir cabalmente todo lo que ha dicho de nosotros. Hemos sido comprados a precio de sangre pero más de allá de eso, el Novio ha pagado un alto precio por su Novia para aquel momento glorioso cuando vuelva por ella, y es ahí, las arras (Espíritu Santo) quien nos garantiza que ha de suceder, porque lo que disfrutamos aquí es temporal y lo que está por venir es eterno. Cuando Dios puso sus arras en nosotros, El se comprometió por todo tiempo y eternidad. El Espíritu Santo es las Arras de Dios, el anticipo del pago de Dios por nuestra salvación. Nosotros, al presente, no tenemos todas las cosas que habremos de recibir. Hay algo pendiente. De hecho, esto inquieta nuestra imaginación. Si el Espíritu Santo es solo parte de lo que hemos de recibir, y El es Dios, y Dios es todo, ¿qué ha de ser el resto?
“Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.” Romanos 8:24-25
Hay una vida más allá de la terrenal, a la que Jesús mismo señaló diciendo que prepararía morada para nosotros y nos dejó una garantía que volvería; a su Espíritu Santo en nosotros, que nos recuerda que tenemos una ciudadanía especial, una ciudadanía celestial; muy por encima de la nación a la que pertenezcamos. Su Santo Espíritu nos garantiza que solo transitamos por éste mundo pero que hay un Reino mayor. Y esto, ha de suceder muy pronto.
Oremos para que el Espíritu Santo nos siga preparando para aquel momento en el que nos encontraremos con nuestro amado, CARA A CARA.
DIOS TE BENDIGA
Autor: Jonatan Lezcano

Martes 26 de Febrero- Comunión de Hijos

“en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad…”
Efesios 1:5
Cuando de hijos se refiere, podemos detallar que existen hijos biológicos e hijos adoptados, los primeros que por naturaleza son engendrados y los segundos, como resultado de una decisión de los adoptantes de su libre voluntad. En efecto, legalmente se produce un cambio para ese hijo adoptado, pues ya es legítimo y goza de los derechos como si fuese un hijo biológico. Ahora bien, el hijo biológico nace con los rasgos genéticos y características que le fueron transmitidas de forma natural, no obstante, el adoptado paulatinamente va adquiriendo las costumbres, forma de vida y cultura de la familia que lo adoptó.
Al momento en que decidimos creer en Jesús, sin importar las circunstancias ni las situaciones que atravesábamos, las verdades de Jesús se convierten en realidad para nosotros y se empieza a formar en nosotros el carácter e imagen de Cristo. En efecto, fuimos adoptados por Dios, sin embargo, gradualmente en nosotros se va desarrollando la transformación del viejo hombre al nuevo hombre. Un proceso que día a día conlleva a morir a nuestra naturaleza pecaminosa,  para vivir en la vida que el Espíritu de Dios ahora nos comienza a introducir.
 
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí…” Gálatas 2:20
Es decir mi amado hermano, que usted y yo, diariamente morimos a la vieja naturaleza, y diariamente se desarrolla el carácter de Cristo y Su Imagen en nosotros.  De manera que cuando no tomamos tiempo para estar en comunión con nuestro Dios perdemos la oportunidad de seguir adquiriendo sus características y cultura, por ende, cada mañana al despertar podemos conocer su voluntad para ese día en particular y que cosas Él desea modificar y corregir en nosotros.
Puedo confesarles, amados, que para mi fue difícil comprender esto, llegue a pensar que estaba en una condición agradable para Dios, sin embargo, el Espíritu Santo me permitió atravesar situaciones que me revelaron áreas de mi vida que necesitaban ser  rendidas  delante de Él. Sin esa entrega voluntaria  no podria ser más como Él, no podré manifestarle cómo hijo. Cómo dice un dicho: el hijo es reflejo del padre y esto es lo que Dios espera de nosotros cómo hijos adoptivos, ser reflejos de Él aquí en la tierra.
Oremos para que el Espíritu Santo nos muestre las áreas que deben ser rendidas a Jesús y permitamos que obre conforme a su propósito, al final su deseo es que seamos semejantes a El, de manera gradual ir creciendo mediante los  procesos en los que nos introduce para enseñarnos, corregirnos, moldearnos y hacernos a su imagen.
Dios te bendiga
Autor: Jonatan Lezcano

Lunes 25 de Febrero- ¿Hijos o esclavos?

“Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: !Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.”
Romanos 8:15-16.
 
Todos de manera consciente o inconsciente, tenemos  la capacidad de adquirir conocimientos, comprender nuestro entorno y actuar en consecuencia a las experiencias que vivimos; es decir, que captamos información  a través de nuestros  sentidos, e interpretamos cada uno de estas en base a las experiencias previas vividas y hacemos manifiestas nuestras interpretaciones a través de nuestras acciones o conductas.
Esto nos lleva a comprender un poco  más acerca de la experiencia que Adán vivió en el Huerto. Entre los capítulos del 1 al 3 de Génesis, podemos ver como era la relación de Dios, con el hombre. Una, la relación que Dios anhela con sus hijos:  “CARA A CARA”, sin embargo, una vez Adán desobedece al mandato de Dios, sus ojos (sentidos) son abiertos, y pudo percibir su desobediencia (su pecado), lo que llevo a que codificará lo que había sucedido, por ende, su acción fue esconderse, por miedo a la reacción que Dios pudiera tener con Él. Esto fue algo que jamás había experimentado, fue una experiencia que lo marcó de por vida, que al día de hoy repercute en la humanidad.  Desde ese momento la percepción de Adán no fue grata, ya no percibía su relación con Dios de la misma manera. Una relación natural y sin estorbos; sino al contrario sentía que ya no era digno de estar cerca de Dios.
Increíblemente este relato que hemos leído muchas veces es el que a diario experimentamos cuando los afanes nos impiden escuchar a Dios, una vez que el enemigo se ocupa de confundir nuestros sentidos y mente, nos esclaviza a vivir una vida de devoción y comunión mediocre con nuestro Jesús que radica en el miedo y no en el amor por permanecer en Él. De esta forma el enemigo distorsiona nuestra percepción de lo que somos delante de Dios y como éste nos ve. Nuestra percepción de quienes somos en Dios, define nuestra relación con Él.  Dios espera a diario un CARA A CARA con sus hijos, y a medida que nos acercamos en este encuentro, aprenderemos que tenemos un Padre que nos ama, corrige y disciplina, cuando es necesario, con el fin de perfeccionarnos.
En un momento de mi vida mi relación con Dios fue como la de un esclavo, en la cual debía cumplir con muchas cosas para así obtener el favor de mi Señor, por ende, cuando fallaba y pecaba en alguna forma, me desacreditaba yo mismo y me lamentaba durante días; sin embargo, un domingo orando en la iglesia, Jesús habló a mi corazón y me dijo: “No has hecho nada y no hay nada que hagas para que yo te ame menos de lo que te amo”. Desde ese momento pude percibir mi relación con Dios de otra forma, en la que soy privilegiado por ser su hijo y no por mérito mío, sino porque  fui adoptado y elegido por Él.  Su amor supera debilidades, conceptos humanos, pecado y errores. El sacrificio de Jesús por nosotros supera todas estas barreras, el fue la personificación del amor de Dios hacia nosotros. Y esto no quiere decir que tengo libre acceso para hacer lo que quiero sino al contrario, este favor inmerecido me confronta, porque a pesar de mis errores el me ama y espera un crecimiento de mí en alguien mejor cada día, esto me lleva a luchar por permanecer en su presencia para ser formado a su imagen y semejanza.
Toma un tiempo hoy para conocer más acerca de  Jesús, y permite que hable a tu corazón, de seguro el Padre tiene muchas cosas que decirte.
Dios te bendiga
Autor. Jonatan Lezcano

Viernes 22 Febrero – Escuchando lo verdadero

Hace unos años le pregunté a un amigo pianista como podía obtener una grabación de La Polonesa de Federico Chopin. Mi amigo pregunto “¿cuál de ellas?” porque Chopin escribió trece piezas conocidas como polonesa. No hace falta decir que hasta allí llegó mi búsqueda porqué no pude distinguir una polonesa  de la otra.
En este caso mi ignorancia musical no tuvo mayor consecuencia. Sin embargo, cuando se trata del mensaje del Evangelio debemos estar seguros de que lo que oímos y creemos es verdadero, correcto y confiable y de estricta conformidad con las Escrituras.
El diablo es engañador y falsificador de todo lo que hace Dios. El apóstol Pablo advierte al joven pastor Timoteo acerca de las falsas doctrinas, aquellas que suenan como verdad pero son engaño y confusión:
“llegará el tiempo en que la gente no ESCUCHARÁ más la sólida y sana enseñanza. Seguirán sus propio deseo y buscarán maestros que les digan lo que sus OÍDOS se mueren por OÍR. Rechazarán la verdad e irán tras mitos.” 2 Timoteo 4:3-4 (NVI)
Pedro advirtió acerca de los falsos maestros y herejías destructivas. (2 Pedro 2:1) Hoy día se presenta el Evangelio como un producto de mercado, con ofertas irresistibles (solución a todos los problemas, prosperidad económica, felicidad), pero que viene sin arrepentimiento, sin infierno, sin santidad, sin Espíritu Santo. El verdadero evangelio es Cristocéntrico. La sociedad hedonista de hoy tiene “comezón de oír” y se volvió a las fábulas (evangelio liviano, adulterado, cargado de humanismo, secularismo, misticismo, nueva era y hasta judaizante).
El oído es el órgano que nos conecta con el mundo exterior a través del mismo entra a diario un caudal de información que de una u otra forma pueden afectar nuestra conducta. Por eso es necesario llenar nuestras vidas de la Palabra de verdad para poder discernir lo bueno y lo malo, lo falso y lo verdadero, creer en fe, en gracia y en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.
Es el último tiempo y debemos afinar el oído espiritual para escuchar la voz de Dios, en oración y devoción, lectura y meditación de la Biblia, en la predicación de la sana doctrina y así poder perseverar hasta el fin. “ Así que debemos prestar mucha atención a las verdades que hemos OÍDO, no sea que nos desviemos de ellas.” (Hebreos 2:1 NVI)
Autor: Angela Olascoagas de Pérez.