Seguramente en algún momento hemos escuchado el término focus, lo que me hace pensar en enfoque. Sin embargo el vocablo latino focus traducido al castellano como foco entre otros significados, nos habla del punto de concentración de interés. Lo que me lleva a preguntarme ¿cuál es mi punto de concentración de interés? Esta interrogante puede producir que te preguntes lo mismo ¿cuál será el tuyo?
Mi punto de concentración puede ser de modo descendente, es decir lo primero lo más importante y lo último lo menos importante, por ejemplo: una persona que me interese mucho, mis sueños o metas por alcanzar, sea en mi vida personal o con esa persona antes mencionada, o también puede ser mi familia, mi trabajo, mi profesión, mis finanzas, el ministerio en el que sirvo o incluso yo y lo que soy (lo que sería un poco egocéntrico pero es posible), esto puede ir en el orden que mejor parezca, pero el final es uno. Aquello que sea tu punto de concentración es en lo que invertirás más tiempo, energía, emociones, incluso dinero, y hasta por lo que sacrificarás cosas muy valiosas.
Qué tal si cada uno identifica cuál es su punto de concentración. Esto definitivamente es muy importante porque define el rumbo de nuestra vida, aquello en lo que hemos decidido desgastarnos.
Lo crucial es ¿será este el focus principal que Dios diseñó para nuestras vidas?
Aunque todo lo antes mencionado es importante y necesario, si nuestro principal focus no es Dios y estar conectados con su presencia todo esto puede ser un verdadero CAOS, pues es en su presencia que recibiremos las instrucciones para llevar cada una de estas áreas a un éxito. Allí seremos fortalecidos cuando en el proceso no todo salga como esperamos, es en la presencia de Dios que sabremos si es el momento oportuno para avanzar en algo o no, es en este tiempo con Dios en el que descubrimos cuál es la actitud que El espera de nosotros frente a las situaciones, ya que así nos lo hace saber el Espíritu Santo.
De lo contrario todo lo que hagamos se puede volver distracciones a pesar de lo importante que es, simplemente porque al no ser guiados mediante el Espíritu Santo y la voz de Dios en su presencia, podemos pasar la vida entera atendiendo dichas áreas de nuestra vida, pero errando una y otra vez y eso termina siendo un fracaso a lo que no nos ha llamado el Señor. Ya que el objetivo es cumplir un propósito en cada área.
Mateo 14:28-30 dice lo siguiente: “Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: !!Señor, sálvame! En esta porción el viento fue la distracción de Pedro para hundirse a pesar de Jesús haberle hablado ¿cuál puede estar siendo tu distracción que te hace dejar de mirar a Jesús?”
Daniel 6:10-11 “Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes. Entonces se juntaron aquellos hombres, y hallaron a Daniel orando y rogando en presencia de su Dios.”
Daniel jamás perdió su focus de depender de la presencia de Dios, sea ante el riesgo de morir, perder su posición, perder los bienes que poseía, o ser separado de los que más amaba, sabía que mientras dependiera de la presencia de Dios y de escuchar su voz todo sería para bien en su vida.
Mantengamos el focus en la intimidad con nuestro Dios, estar en Su presencia y conectados con el Espíritu Santo, esto involucra navegar en Su Palabra para obedecerla y entenderla como instrucción en la oración.
Marcos 13:32-37 nos señala: “Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre. Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo. Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana; para que cuando venga de repente, no os halle durmiendo. Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad.”
Cuidado con distraernos, mantengamos el FOCUS…
Autora: Steisy Prince