Bajo su autoridad

Si somos obedientes y no dejamos de lado los consejos, los juicios y mandatos de Dios llevaremos una vida plena dentro del hogar.
“Así que Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza, creó al varón y a la mujer. Y los bendijo diciendo: «Tengan muchos hijos para así poblar el mundo y ejercer control sobre él: dominando a los peces del mar, a las aves del cielo y a toda criatura que se arrastra por el suelo».”
‭‭Génesis‬ ‭1:27-28‬ ‭PDT‬‬
Cuando Dios, nuestro creador, hizo al hombre y a la mujer conforme a su imagen y semejanza, los creo como participantes de su plan eterno. Dentro de ese plan estaba el de formar un matrimonio, un hogar y  una familia.  Desde el principio Dios concibió ese modelo de hogar, un lugar físico donde se reunieran los padres con sus hijos, para vivir juntos y convivir entre ellos en un ambiente bueno, de armonía, de comunicación, de comprensión, de paz y amor, pero sobre todas las  cosas, que pudieran reconocer a Dios como el centro de sus vidas, siendo el participante principal en el diseño de familia.
Repasando en mi mente las familias formadas en la biblia, recordé la familia de Adán, la de Abraham, la de Isaac, hasta la familia de Jesús. ¿Cuál de ellas fue la familia ideal?  Yo creo que ninguna fue una familia ideal, todas presentaban uno que otro problema, por ejemplo: envidia entre hermanos, un padre que convivio con otra mujer que no era su esposa, tal vez un padre de carácter débil, padres que tenían hijos preferidos, o familias que no estaban muy unidas. Pero para cada una de esas familias, tenía una participación en el plan eterno de Dios. (Fil.1:6)
La palabra de Dios esta llena de pasajes bíblicos donde Dios nos habla y nos exhorta, tanto a padre (Deut 6:6-7), madre ( Sal. 128:1-4;) e hijos (Prov. 4:1-2). Cada una de estas exhortaciones busca alinearnos a ese plan perfecto que diseño para cada familia.
Al final de toda nuestra vida la actitud de obedecer a Dios es lo que dará frutos en nuestro hogar y nos permitirá disfrutar del plan eterno de Dios. Fue la actitud que tuvo Josue con su familia, en donde se determinó  seguir el camino correcto y dejar legado de vida eterna (Leer Josué 24:15).
Hoy escuchamos voces que dicen: ideología de género, familias disfuncionales, hijos atormentados con diagnósticos como: autismo, limítrofes, lento aprendizaje, síndrome de Tourette, etc.; sentenciando a nuestros hijos a conductas dolorosas y traumatizantes. Pero hay una esperanza, para que nuestras familias sean un lugar donde puedan crecer, cada miembro debe poner sus ojos en Cristo Jesús, autor y consumador de nuestra fe. (Hebreos 12:2)
Su palabra y sus promesas nos llevan a aferrarnos y a luchar por nuestras familias, por cada miembro que está alejado de Dios y por los más pequeños e inocentes del hogar, su palabra nos dice:
 “Anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,” Colosenses 2:14
Autora: Gisela Madrid de Gálvez.

Cosechas de amor y bondad

«Cierto día, David preguntó: «¿Hay alguien de la familia de Saúl que aún siga con vida, alguien a quien pueda mostrarle bondad por amor a Jonatán? … A partir de ese momento, Mefiboset comió a la mesa de David, como si fuera uno de los hijos del rey.» ‭‭2 Samuel‬ ‭9:1‬; 11‬ ‭NTV‬‬
Ciertamente Mefiboset fue un hombre que pasó de ser ‬‬un lisiado que no tenía nada, a heredar todo lo que algún día le perteneció a su familia y comer diariamente en la casa del Rey David. Sin embargo, las palabras de David al buscar descendientes de Jonatan, para mi son una marca importante dentro de su corazón.
David y Jonatan tuvieron una amistad que hasta hoy es de ejemplo para muchos, no cabe duda de que su amistad era expresada mutuamente aun en los momentos más difíciles y fue eso lo que marcó el corazón de David. Todo aquello que fue sembrado en su corazón por Jonatan, lo llevo a bendecir a su descendencia en muestra de amor hacia Èl.
Cuando pienso en nuestra familias, me pregunto: estamos sembrando de esta manera en nuestra familias? Estamos invirtiendo en ellos tiempo y esfuerzo; les estamos acompañando en las buenas y en las malas? Tristemente, todo aquello que hoy no estamos sembrando, es todo aquello que nuestra descendencia no cosechará.
Hoy quiero invitarte a sembrar por amor, sabiendo que la cosecha no siempre será tuya, pero que después de ti hay una descendencia que apreciará recibir el amor, la bondad y el apoyo de su familia en momentos difíciles.  Cuan bello es saber que tienes un lugar de refugio y amor llamado familia, donde puedes encontrar consuelo y apoyo por la gracia de Jesús.
Tal vez es tiempo de reconciliar lo que está muerto y empezar a sembrar y regar nuevamente para que haya un fruto futuro.
Autor: Keila Alabarca

Proyecto de Vida

Mi proyecto de vida: Mi Familia
“Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando. Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.”  Deut. 6:6-7 NVI
La familia debe ocupar un espacio preponderante dentro de nuestro proyecto de vida.  Muchas personas a medida que van creciendo y madurando, establecen cual va a ser su proyecto de vida y en la gran mayoría de los casos la familia juega un papel importante dentro del mismo. Por ejemplo: cuando yo era joven tenia claro que quería ser una profesional de éxito y hasta la edad en la que iba empezar a destacar dentro de mi profesión, pero ademas de esto, también formaba parte de mi plan el casarme  y formar una familia.  Sobre todo quería encontrar esa pareja que estuviera en la misma sintonía mía para de esta manera desarrollar juntos, no mi proyecto sino “nuestro proyecto”
En días pasados compartimos el devocional denominado “Un lugar para crecer” (http://lacatedraldevida.com/2019/06/06/jueves-6-de-junio-un-lugar-para-crecer/) en el cual el Rev. Fennell nos señalo los presupuestos necesarios para que una familia pueda crecer, mismos que comparto completamente, pues si tenemos como plan de vida que nuestra familia sea sana debe en ella abundar el amor a la palabra de Dios y los miembros de la misma deben ser educados en ese mismo sentir.
Es muy importante que este proyecto sea confiado a Dios para que Él renueve nuestras fuerzas cuando sintamos que desfallecemos (Isaías 40:31) pues llevar adelante una familia como proyecto de vida requiere mucha fortaleza espiritual y para eso esta Dios! Que grato es cuando sentimos su presencia!
¿Y cuál es tu Proyecto de Vida? Te exhorto a trabajar en el mismo y a que Dios forme parte de Él y si tu proyecto es parecido al mío entonces haz como dice Deuteronomio: Incúlcale continuamente a tus hijos la Palabra de Dios.
Autora: Aleika De León de Gonzalez

El amor florece

“Ninguna familia es verdaderamente feliz sin Amor”.
“…arraigados y cimentados en amor,”
‭‭Efesios‬ ‭3:17‬ ‭RVR1960‬‬
La familia es el núcleo de toda sociedad. Sin embargo, la crisis en la familia es realmente preocupante en estos tiempos, sus consecuencias son trágicas si no son atendidas y solucionadas a tiempo, dejando huellas a lo largo del tiempo. Es necesario invertir  tiempo en lo más importante de nuestras vidas, principios sanos que ayudarán a fortalecer los vínculos familiares.
El amor crea el terreno más fértil donde criar a nuestros hijos. Así como a las flores se les proporciona el ambiente ideal para el crecimiento en un invernadero, el hogar lleno de amor también aporta el mejor contexto para que los hijos florezcan.
Tus hijos no solo deberían ser el fruto de tu amor, sino también estar profundamente arraigados en el sustento de tal amor todos los días. Todo niño nace con una sed de amor que dura toda la vida. Los hijos que crecen en familias amorosas suelen caminar con la frente en alto durante el día y dormir profundamente de noche.
Sin duda el amor que les expresas a tus hijos es mucho más valioso que cualquier posesión que puedas darles. Puedes enviarlos a escuelas prestigiosas, vestirlos con la mejor ropa, guiarlos con las reglas más sabias pero si no descansan en tu amor incondicional, estás descuidando una necesidad  vital para que triunfen verdaderamente en la vida.
Puedo dar testimonio de haber crecido en un hogar con un padre sencillo trabajador, y una madre que nos atendía a mi y a mis cuatro hermanas. Había momentos que no teníamos para muchos lujos, pero siempre había un genuino amor de nuestros padres para con nosotros y todos los días crecimos valorando ese amor que nos mostraban y nos daban.
Si los hijos no están seguros de que las palabras “te amo” se apliquen a sus corazones, se verán tentados a buscar validación en su desempeño o en la opinión de otras personas. Habrá muchas inseguridades. El fracaso será más devastador, porque su sentido de valor propio y su identidad penden de un hilo. Pero, ¿Qué sucede cuando un hijo percibe el profundo amor de sus padres a lo largo de los años? Sus necesidades se ven cubiertas en forma constante.
Sus sueños son fielmente estimulados. Es más, cuando se desarrolla esta clase de relación amorosa entre tú y tu hijo, se transforma en el mejor entorno para transmitir tus creencias, tus valores, tu fe y tu legado a él y las generaciones futuras. Efesios 4.14-15 dice: “…sino que hablando la verdad en amor, crezcamos en TODOS los aspectos.” “La verdad en amor también es fundamental para la crianza eficaz, en realidad para toda relación.
La verdad guía lo que dices mientras el amor dicta cómo, por qué y cuándo lo dices. Cuando el amor es el terreno fértil, la verdad se transforma en una semilla más fructífera. Al trabajar juntos, la verdad y el amor forman una profunda confianza entre tú y tu hijo. Por el contrario, cuando los padres intentan forzar la verdad en una relación envenenada por el enojo, la amargura, la inseguridad o el aislamiento emociona, esas verdades se vuelven retorcidas o son rechazadas con el tiempo.
Hoy toma un tiempo para revisar el ambiente en el que se está fundamentando tu hogar. Si no es amor y en verdad, pídele a Espíritu Santo que los guíe para que su hogar comience a vivir el mejor ambiente que Dios preparó para sus hijos.
Autor: Neyra Herrera de Chavarria

¿Qué hice con lo que me encomendó?

Un día estamos frente al Padre y el nos preguntará ¿qué hiciste con lo que te encomendé? ¿Estaremos preparados para responder?

 

“Y dijo: «Nada he traído a este mundo, y nada me voy a llevar. ¡ Bendigo a Dios cuando da! ¡Bendigo a Dios cuando quita!»”

‭‭Job‬ ‭1:21‬ ‭TLA‬‬

El pasaje anterior nos narra un episodio triste en la vida de Job, en donde pierde parte de lo que Dios le permitió tener. Sus palabras aunque suenen lindas fueron muy profundas y nos revelan el nivel de entendimiento que tenia Job; él comprendía que todo lo que tenía no le pertenecía, sino que todo había sido siempre del Señor quien podía disponer de todo cuando quisiera.

Debió ser difícil perderlo todo pero a pesar del dolor, entendía que todo en su haber no le pertenecía, simplemente le fue prestado y eso le permitió vivir cada día como si fuera el último. Dice la palabra de Dios que él  se levantaba todos los días y pedía por sus hijos, esto nos habla de un Job que reconocía que un día Dios le preguntaría por su principal recurso ( sus familia) y eso me recuerda la parábola de los talentos, en donde el dueño deposita talentos sobre cada uno y al final de la jornada viene a preguntarnos qué hicimos con aquello que puso en nuestras manos.

 

Entonces… ¿que hacemos nosotros con lo que Dios nos dio? ¿lo estamos valorando?, en ocaciones, no somos conscientes de lo que el Señor deposita en nuestra manos y que eso que Él deposita nos será pedido y que inclusive se nos preguntará ¿que hiciste con lo que te encomendé? ¿Que hiciste con la familia que te di?

 

Dios nos permite disfrutar de su diseño familiar y cada familia tiene una participación en su propósito eterno. En algún momento se nos preguntará ¿qué hiciste con lo que te di? Vivamos con la actitud de Job, que siempre estuvo preparado para contestar esa pregunta por eso hacia lo que le correspondía diariamente, vivía entendiendo que un día le sería quitado.

 

Nuestra familia no fue puesta en nuestras manos por casualidad, Dios nos creó con un propósito que es manifestarle a Él a través de nuestras vidas. Solo una familia ordenada puede replicar este diseño divino y ese orden comienza con mantener vivo el altar familiar. Siempre habrá conflictos dentro de casa, a medida que nos acerquemos a Dios en familia esos conflictos pasarán a segundo plano y es a través de su Luz que su orden de manifiesta. No es algo místico, tiene que ver con ser confrontados en amor sobre aquellas cosas que impiden el orden en el hogar, de esta forma Él pueda manifestarse por completo su diseño divino.. Esto es lo que Dios espera de nosotros como padres e hijos que podamos valorar lo que puso en nuestras manos, teniendo una vida que pueda manifestarle a otros el amor del Padre.

 

Si hay conflictos hoy en su hogar y desconoce el norte que deben seguir en el propósito de Dios, acérquese al Padre Celestial, Él está esperando que abramos nuestro corazón para comenzar a establecer su orden en nuestra vida.

 

¡Les bendigo en el nombre de Cristo!

 

Autor: Jonathan Zapata

 

Visión

En el camino siempre existirán distracciones, pero lo único que permitirá que lleguemos a nuestro destino es tener la visión clara de aquello a lo cual Él nos ha llamado.
Donde no hay visión, el pueblo se desenfrena, pero bienaventurado  es el que guarda la ley. Prov. 29:18
El desenfreno tiene que ver con obrar sin pensar en las consecuencias de mis actos, pensar que lo que hago no tiene un impacto negativo o positivo en todo lo que me rodea.  Cuando la visión no es clara, tendemos a tomar esta actitud de hacer las cosas sin pensar en las consecuencias de nuestros actos.  Cada paso que damos tiene un gran impacto en toda mi familia, no es algo que pueda desvincular, al contrario debo estar consciente que mis actos pueden ocasionar la preservación de mi hogar y su destruccion completa.
En lo personal Dios me pide escribir las cosas que me dice y cada cierto tiempo que leo esas palabras para medir si me estoy desviando de aquello que me pidió. Esta es una forma que Él  me mostró para que no se me olvide el tiempo que estoy viviendo (tener claridad en tu visión).  El ser humano tiende a ser olvidadizo y fácilmente se olvida de las cosas, es por esto que nos dejo su Palabra escrita, para que siempre le tengamos presente.
Si Dios te ha pedido en este tiempo sanar tu carácter, mejorar la relación con tus hijos, emprender algún negocio, apoyar a tu esposa  o sanar tu matrimonio, has todo en función de eso, enfócate en aquello que te pidió y trabaja paso a paso.  No trates de sanar tu matrimonio y emprender un negocio a la vez (salvo que Él te lo haya pedido), pero difícilmente podrás hacer ambas cosas porque emprender un negocio involucra invertir mucho tiempo y si estas en un período de sanidad en tu matrimonio lo que más  necesitas es invertir tiempo con tu familia.  Tener claridad en la visión se trata de esto, saber el periodo que estoy viviendo y no salirme de allí hasta que el Espíritu Santo te lo indique.
 El camino de un hijo de Dios es un camino de pequeños pasos, pero cada paso que damos en fe, tiene un impacto profundo en la eternidad.  Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante Heb. 12:1.  Estamos en un carrera no de velocidad, sino de paciencia así que sí aun no tienes claridad (visión) de los pasos que debes tomar no te aceleres, toma un tiempo a solas con Dios y pídele claridad del tiempo que estas viviendo para que no caigas en tomar decisiones apresuradas que podrían destruir tu hogar.
Autor: Jonathan Zapata

Martes 18 de Junio – Preparando el camino

Todo hijo necesita de una plataforma para crecer y desarrollarse. Cuando nuestros padres nos brindan un ambiente seguro y estable podemos crecer más rápido y llegar más lejos de lo que ellos llegaron.

“«Mi hijo Salomón —pensaba David— es muy joven e inexperto, y el templo que hay que construir para el Señor debe ser el más grande y famoso de toda la tierra; por eso le dejaré todo listo». Así que antes de morir, David dejó todo listo.

»Mira, con mucho esfuerzo he logrado conseguir para el templo del Señor tres mil trescientas toneladas de oro, treinta y tres mil toneladas de plata y una incontable cantidad de bronce y de hierro. Además, he conseguido madera y piedra, pero tú debes adquirir más. También cuentas con una buena cantidad de obreros: canteros, albañiles, carpinteros, y expertos en toda clase de trabajos en oro, plata, bronce y hierro. Así que, ¡pon manos a la obra, y que el Señor te acompañe!»”

‭‭1 Crónicas‬ ‭22:5, 14-16‬ ‭NVI‬‬

David invirtió en el propósito de su hijo, le preparo utensilios, material y una mano de obra calificada para construir el templo, no dejó eso a la suerte de David, sino por el contrario, comprendió que necesitaría ayuda, comprendió que era inexperto y que necesitaría de su guía y ayuda hasta que llegara el día en el que Salomón estaría solo.  Además de proveer a su hijo, David luchó contra muchos gigantes que se levantaron en contra de Israel. Lo mismo ocurre hoy día en nuestras vidas, constantemente luchamos con gigantes que amenazan con destruir nuestra intimidad con Dios y nuestra familia pero es deber nuestro estar conscientes y vencer estos obstáculos y pruebas para que nuestros hijos no tengan que luchar contra estas cosas.

Existen padres que se desligan de su responsabilidad  a temprana edad y no le permite a sus hijos crecer en un ambiente seguro y estable.   Todo hogar tiene dificultades y problemas pero a medida que como padres resolvemos los problemas domésticos y comencemos a vencer aquellas cosas que nos han atado por años esos problemas y ataduras no se transmitirán a nuestros hijos, lo cual les permitirá crecer con menos restricciones y peso que los retengan. Mientras más firme sea la plataforma que como padres fundemos en nuestro hogar; más firme serán las convicciones de  nuestros hijos y de igual manera, más cantidad de  recursos y herramientas tendrán para crecer y madurar.

Todo lo anterior sólo es posible cuando como padres tomamos consciencia del propósito al cual Dios nos llamó. Sin intimidad con Dios será difícil saber como invertir recursos en el propósito de Dios para nuestros hijos. Separemos un tiempo con nuestro Creador para empezar a tomar consciencia de la importancia que tenemos como padres dentro del hogar. Nuestro rol va  más allá de sólo proveer pan, incluye también comprender que debemos preparar el camino para el desarrollo del propósito de nuestros hijos.

Les bendigo en el nombre de Cristo.

 

Autor: Jonathan Zapata

Lunes 17 de Junio – Dónde Moramos?

“¡Cuán hermosas son tus moradas, Señor Todopoderoso! Sal. 84:1 NVI
Sabemos lo que es la morada?
Es aquella estancia o lugar donde habita una persona.   Hoy día este termino es lo que representa el hogar, ese lugar donde habitamos en familia, allí moramos.    El hogar no siempre tiene una representación física, es decir cuatro paredes, un piso y un techo…, a veces el hogar esta representado por personas que cuando viven juntas brindan a todos los que con ellos conviven ese hogar, sin que necesariamente sea un lugar físico o sin que existan lazos de sangre.
Cuando el salmista cantaba con alegría: Cuan hermosas son tus moradas, se estaba refiriendo a ese primer encuentro que como hijo esta teniendo con su Padre, lo conoce por primera vez y no puede refrenar su alegría de estar cerca de Él, de estar en su morada, porque ha entrado a ella, al aceptar a Dios como salvador y protector de su vida.
La morada va mas allá de un lugar físico, es ese hogar que representa ese sentir de pertenencia a algo y en este caso a DIOS!  Es por eso que quienes moramos en Dios sabemos que aunque nos falte todo, hasta nuestros padres, Dios jamás nos abandonará (Sal. 27:10)  Que maravilla, verdad?
Pregunto entonces: Donde moramos?  Estamos en el lugar adecuado? O estamos forzando la situación por nuestras propias fuerzas para que el lugar que llamamos hogar sea un hogar?  Busquemos primero al Padre, moremos en El, pues donde se encuentre DIOS estará nuestro hogar y luego pongamos nuestros ojos en nuestra familia.  Mientras no busquemos a Dios como lo primero y entendamos que es en El donde debemos morar y que debemos permitir que el Espíritu Santo more en nosotros, nuestro hogar siempre tendrá fragilidad y estará expuesto a todo tipo de ataque por parte del enemigo (Satanás).
Te invito a buscar tu morada!!!
Autora: Aleika De León de Gonzalez

Jueves 13 de Junio – Queremos ver a Jesús

Como padres somos reflejo de Cristo para nuestros hijos, podemos convertirnos en un canal directo que los lleve a escuchar Su Voz o podemos ser un estorbo para que le escuchen.
“Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase; y los discípulos les reprendieron. Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos. Y habiendo puesto sobre ellos las manos, se fue de allí.”
‭‭S. Mateo‬ ‭19:13-15‬ ‭RVR1960‬‬
“Y los discípulos los reprendieron…” Para los discípulos de Jesús los niños simplemente le quitarían tiempo valioso para que Jesús se enfocará en hacer lo que ellos consideraban que era importante. Esta actitud es la que tomamos muchas veces con los más pequeños, pensando que el jugar con ellos, divertirnos y compartir a su lado lo único que hace es desenfocarnos de lo importante. Pero me encanta la actitud de Jesús, me fascina leer la parte en donde Él detiene a sus discípulos para dejar que los niños se le acercarán, no importa si su único fin era jugar un rato o simplemente para estar cerca de Jesús contemplando todo lo que Él hacía.  Acaso los más pequeños no tiene derecho de conocerle? Si ellos no se acercaban a Jesús como podrían conocerle?
Cuantas  veces hemos puesto a nuestros hijos a un lado?, pensando que solamente vienen a quitarnos tiempo para que podamos dedicarnos a lo importante,  sin darnos cuenta que lo importante es pasar tiempo con ellos. Como padres tenemos una oportunidad de oro para poder ser un reflejo de Cristo para sus vidas. Hoy veo en cada niño un clamor tan grande y tan fuerte que grita a voces: “Queremos ver a Jesús”, niños que lo único que desean es que sus padres dejen a un lado sus muchas ocupaciones para que tomen tiempo con ellos,  ya sea jugando o solamente para estar a su lado.  Y ese tiempo que demandan no es en vano, sino una oportunidad para que conscientemente podamos impartir en ellos lo que aprendemos de Jesús. Todo niño necesita en casa un padre consciente de que es reflejo de Cristo, más que tenerle muchos juguetes o tenerles en miles actividades, necesitan padres que dejen a un lado sus agendas ocupadas para empezar a darle lugar a la vida espiritual de sus hijos.
La única forma de poder reflejar a  Cristo, es conociéndole, pasando tiempo con Él en intimidad, y que en estos momentos dejemos que Él nos transforme a su imagen. Reflejar a Cristo involucra un proceso de santificación de nuestra alma que comienza con tener la disposición de conocerle y dejar que el Espíritu Santo obre en nosotros. Y de igual forma para que nuestros hijos puedan tener acceso a ese reflejo, nosotros debemos pasar tiempo con ellos de manera consciente y en estos tiempos simplemente enseñarle lo que hemos aprendido en intimidad con Dios. Va con tener una actitud de vaciarnos cada vez que vamos a su presencia para que el nos llene y eso poder depositarlo en nuestros hijos.
Un amigo me dijo hace unos días que lo que Dios nos compartía en el lugar secreto no es solo para ti, sino para otros. Si no eres Padre de familia esto no te exime de poder ser reflejo de Cristo para que un sobrino o algún niño de tu barriada pueda disfrutar de lo que Cristo depositó en ti. Toma tiempo para compartir con tu Padre Celestial, pero no te quedes con lo que te da, sino toma tiempo para compartirlo con otros, principalmente con los niños que te rodean.
Les bendigo en el nombre de Cristo.
Autor: Jonathan Zapata

Miércoles 12 de Junio – Adoptemos la actitud de Cristo

No existe la familia perfecta, pero fue perfectamente diseñada en el plan de Dios para cada uno.
No hagan nada por egoísmo o vanidad. Más bien, hagan todo con humildad, considerando a los demás como mejores que ustedes mismos. Cada uno debe buscar no sólo su propio bien, sino también el bien de los demás. La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús. Filipenses 2:3-5 Nueva Biblia Viva (NBV)
Desde que tengo memoria, mi familia es mi lugar seguro.
Es el lugar donde crecemos, reímos, lloramos y aprendemos a amarnos los unos a los otros, poniendo delante las necesidades del otro ante las nuestras. Así como Jesús entregó su vida por nosotros, sin importarle el costo, dio un buen ejemplo a seguir, de ver a los demás como más importantes que a uno mismo.
Este ejemplo de Jesús, lo veo en mi familia a través de mis padres quienes aún en momentos difíciles han puesto primero el bienestar de mi hermana y el mío. Siendo de motivación para adoptar la actitud de Cristo en cada aspecto de nuestras vidas.
¿Cómo puedo adoptar la actitud de Cristo en mi familia?   Entendiendo que no se trata de mí todo el tiempo, que mis padres tiene una función en el hogar, pero que también yo, como hijo tengo una función: escuchar, obedecer, apoyar en el hogar, respetar las decisiones tomadas y ser motivo de orgullo y bendición para mis padres, que proveen lo que necesito considerando más nuestra necesidad que la de ellos.
La familia es un lugar de constante crecimiento entre todos los miembros, cada uno con su función dentro del hogar, así como el cuerpo de Cristo, que tiene muchos miembros, no obstante ser muchos, constituyen a un solo cuerpo, complementándose entre sí y cuidándose unos a otros. (1 Co.12:12-27)
Que nuestra actitud sea como la de Cristo Jesús y con su dirección aprendamos a cuidar, amar, honrar y respetar a cada miembro de nuestra familia, entendiendo que tal vez tendremos diferencias creativas, luchas, dificultades, pero también habrá victorias y momentos de felicidad, y de sentirse orgulloso por lo que alguno miembro alcance.
Autor: Kristhine Fennell