Categoría: Devocional
Escuchando su voz
Cosechas de amor y bondad
Proyecto de Vida
El amor florece
¿Qué hice con lo que me encomendó?
Un día estamos frente al Padre y el nos preguntará ¿qué hiciste con lo que te encomendé? ¿Estaremos preparados para responder?
“Y dijo: «Nada he traído a este mundo, y nada me voy a llevar. ¡ Bendigo a Dios cuando da! ¡Bendigo a Dios cuando quita!»”
Job 1:21 TLA
El pasaje anterior nos narra un episodio triste en la vida de Job, en donde pierde parte de lo que Dios le permitió tener. Sus palabras aunque suenen lindas fueron muy profundas y nos revelan el nivel de entendimiento que tenia Job; él comprendía que todo lo que tenía no le pertenecía, sino que todo había sido siempre del Señor quien podía disponer de todo cuando quisiera.
Debió ser difícil perderlo todo pero a pesar del dolor, entendía que todo en su haber no le pertenecía, simplemente le fue prestado y eso le permitió vivir cada día como si fuera el último. Dice la palabra de Dios que él se levantaba todos los días y pedía por sus hijos, esto nos habla de un Job que reconocía que un día Dios le preguntaría por su principal recurso ( sus familia) y eso me recuerda la parábola de los talentos, en donde el dueño deposita talentos sobre cada uno y al final de la jornada viene a preguntarnos qué hicimos con aquello que puso en nuestras manos.
Entonces… ¿que hacemos nosotros con lo que Dios nos dio? ¿lo estamos valorando?, en ocaciones, no somos conscientes de lo que el Señor deposita en nuestra manos y que eso que Él deposita nos será pedido y que inclusive se nos preguntará ¿que hiciste con lo que te encomendé? ¿Que hiciste con la familia que te di?
Dios nos permite disfrutar de su diseño familiar y cada familia tiene una participación en su propósito eterno. En algún momento se nos preguntará ¿qué hiciste con lo que te di? Vivamos con la actitud de Job, que siempre estuvo preparado para contestar esa pregunta por eso hacia lo que le correspondía diariamente, vivía entendiendo que un día le sería quitado.
Nuestra familia no fue puesta en nuestras manos por casualidad, Dios nos creó con un propósito que es manifestarle a Él a través de nuestras vidas. Solo una familia ordenada puede replicar este diseño divino y ese orden comienza con mantener vivo el altar familiar. Siempre habrá conflictos dentro de casa, a medida que nos acerquemos a Dios en familia esos conflictos pasarán a segundo plano y es a través de su Luz que su orden de manifiesta. No es algo místico, tiene que ver con ser confrontados en amor sobre aquellas cosas que impiden el orden en el hogar, de esta forma Él pueda manifestarse por completo su diseño divino.. Esto es lo que Dios espera de nosotros como padres e hijos que podamos valorar lo que puso en nuestras manos, teniendo una vida que pueda manifestarle a otros el amor del Padre.
Si hay conflictos hoy en su hogar y desconoce el norte que deben seguir en el propósito de Dios, acérquese al Padre Celestial, Él está esperando que abramos nuestro corazón para comenzar a establecer su orden en nuestra vida.
¡Les bendigo en el nombre de Cristo!
Autor: Jonathan Zapata
Visión
Martes 18 de Junio – Preparando el camino
Todo hijo necesita de una plataforma para crecer y desarrollarse. Cuando nuestros padres nos brindan un ambiente seguro y estable podemos crecer más rápido y llegar más lejos de lo que ellos llegaron.
“«Mi hijo Salomón —pensaba David— es muy joven e inexperto, y el templo que hay que construir para el Señor debe ser el más grande y famoso de toda la tierra; por eso le dejaré todo listo». Así que antes de morir, David dejó todo listo.
»Mira, con mucho esfuerzo he logrado conseguir para el templo del Señor tres mil trescientas toneladas de oro, treinta y tres mil toneladas de plata y una incontable cantidad de bronce y de hierro. Además, he conseguido madera y piedra, pero tú debes adquirir más. También cuentas con una buena cantidad de obreros: canteros, albañiles, carpinteros, y expertos en toda clase de trabajos en oro, plata, bronce y hierro. Así que, ¡pon manos a la obra, y que el Señor te acompañe!»”
1 Crónicas 22:5, 14-16 NVI
David invirtió en el propósito de su hijo, le preparo utensilios, material y una mano de obra calificada para construir el templo, no dejó eso a la suerte de David, sino por el contrario, comprendió que necesitaría ayuda, comprendió que era inexperto y que necesitaría de su guía y ayuda hasta que llegara el día en el que Salomón estaría solo. Además de proveer a su hijo, David luchó contra muchos gigantes que se levantaron en contra de Israel. Lo mismo ocurre hoy día en nuestras vidas, constantemente luchamos con gigantes que amenazan con destruir nuestra intimidad con Dios y nuestra familia pero es deber nuestro estar conscientes y vencer estos obstáculos y pruebas para que nuestros hijos no tengan que luchar contra estas cosas.
Existen padres que se desligan de su responsabilidad a temprana edad y no le permite a sus hijos crecer en un ambiente seguro y estable. Todo hogar tiene dificultades y problemas pero a medida que como padres resolvemos los problemas domésticos y comencemos a vencer aquellas cosas que nos han atado por años esos problemas y ataduras no se transmitirán a nuestros hijos, lo cual les permitirá crecer con menos restricciones y peso que los retengan. Mientras más firme sea la plataforma que como padres fundemos en nuestro hogar; más firme serán las convicciones de nuestros hijos y de igual manera, más cantidad de recursos y herramientas tendrán para crecer y madurar.
Les bendigo en el nombre de Cristo.
Autor: Jonathan Zapata