La cámara lenta o Slow motion en inglés, es el retraso de las de las imágenes capturadas en una cinta de video para poder percibir los detalles que a primera vista no podríamos hacerlo.
Esta técnica de filmación fue ideada por un austriaco en el año 1904 y hoy en día es usada no sólo por películas o series de tv, sino para videos musicales, para transmisiones deportivas, para captar algún momento especial en la naturaleza o simplemente por arte.
Uno de los usos más comunes se da en el ámbito deportivo, sobre todo cuando existe alguna jugada polémica o simplemente para apreciar mejor la maestría con la que se manejan algunos atletas. La repetición instantánea en cámara lenta permite ver con más claridad todos los pormenores del desarrollo de la jugada.
Su uso también tiene algunos fines emotivos o de suspenso. En alguna película es usada normalmente para darle más impacto a las escenas de explosiones, de batallas, las románticas, etc.
La policía también suele usar esa técnica para distinguir con más claridad algún hecho fortuito. Poniendo la cinta de video a una velocidad que vaya por debajo de lo normal, es más fácil apreciar los detalles que a simpe vista no podrían hacer.
Esa misma limitación que tenemos físicamente para ver con claridad algunas cosas que ocurren alrededor nuestro, se agudiza mucho más en el ámbito espiritual. Dios continuamente trabaja en nuestras vidas, su protección va más allá de lo que imaginamos y siempre gozamos de su guía, pero nuestras condiciones físicas no nos permiten ver todo ese mundo espiritual que se mueve en nuestro entorno.
Por ejemplo, 2 Reyes 6:17 relata la vez en la que el profeta Eliseo oró por su siervo para que abriera sus ojos espirituales y pudiera ver toda la multitud de ángeles que estaban resguardándolos cuando se encontraban en peligro.
Quizás una de las cosas más atemorizantes es no saber lo que puede ocurrir en el futuro, podemos sentirnos desamparados, podemos creer que la adversidad está ganando sobre nuestras vidas e incluso sentirnos solos porque no percibimos apoyo.
Pero una vez más, la biblia nos promete que nuestro Padre siempre estará con nosotros.
Isaías 41:10 “No tengas miedo, pues yo estoy contigo; no temas, pues yo soy tu Dios. Yo te doy fuerzas, yo te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa.” Versión Dios Habla Hoy
Aunque los límites físicos que tenemos no nos permitan percibirlo, recuerda que Dios siempre está obrando en nuestras vidas.
Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.