“El Señor dijo también: «Simón, Simón, Satanás ha pedido sacudirlos a ustedes como si fueran trigo; pero yo he rogado por ti, para que no te falte la fe. Y tú, cuando hayas vuelto, deberás confirmar a tus hermanos.» Pedro le dijo: «Señor, no solo estoy dispuesto a ir contigo a la cárcel, sino también a la muerte.» Y Jesús le dijo: «Pedro, te aseguro que el gallo no cantará hoy antes de que tú hayas negado tres veces que me conoces.»”
San Lucas 22:31-34 RVC
Algo que me llama mucho la atención de ese pasaje es que ese pasaje se parece muchísimo al pasaje inicial de Job, en donde el diablo pide sacudir a Job. Es un pasaje en donde, Jesús no le dice que no va a fallar sino al contrario, le indica que va a caer, pero que a pesar de eso su fe no fallará. Creo y es un pensamiento personal, que Dios no deja que el diablo nos pruebe a menos que estemos preparados y eso no quiere decir que no voy a caer, la prueba es para exponer lo que hay dentro de nuestro corazón, es para sacar a luz aquello que nos impide hacer por completo su voluntad. Es una prueba que va a certificar que tanto hemos crecido. Aunque suene duro es literalmente como cuando estamos en el colegio y se nos pone una prueba, la misma sirve para saber que tanto estoy capacitado para el siguiente nivel, no viene para destrucción, al contrario, viene ayudarnos a comprender que tanto debo cambiar o mejorar para que mi carácter sea aprobado y veamos lo que le paso a Simon Pedro, luego de ser probado.
“Terminado el desayuno, Jesús le preguntó a Simón Pedro: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? Pedro le contestó: —Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: —Cuida de mis corderos. Volvió a preguntarle: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro le contestó: —Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: —Cuida de mis ovejas. Por tercera vez le preguntó: —Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? Pedro, triste porque le había preguntado por tercera vez si lo quería, le contestó: —Señor, tú lo sabes todo: tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: —Cuida de mis ovejas. Te aseguro que cuando eras más joven, te vestías para ir a donde querías; pero cuando ya seas viejo, extenderás los brazos y otro te vestirá, y te llevará a donde no quieras ir. Al decir esto, Jesús estaba dando a entender de qué manera Pedro iba a morir y a glorificar con su muerte a Dios. Después le dijo: —¡Sígueme!”
San Juan 21:15-19 DHH94I
Simón fue confrontado por Jesús, y expuso lo que Simón no había comprendido, cuando Jesús estaba a lado de Él, todo era lindo, no había problemas que soportar, ni guerras que luchar, solo estaban siendo entrenados para lo que venia, cada uno de los discípulos fue entrenado por Jesús para ser probados, no creo que ningún discípulo se salvara de esto, creo que todos fueron probados, la Biblia nos expone el caso de Simon Pedro y nos muestra que fue confrontado por Jesús para exponer lo que había en su corazón, le permitió entender que le faltaba mucho por crecer, para Simón, en su entender Jesús lo era todo y daría todo por Él, pero lo negó y cuando Jesús lo confronta se da cuenta que no amaba a Jesús, simplemente lo quería y el querer es muy diferente a amar. Cuando queremos no somos capaces de ajustar nuestra vida para que esa persona se sienta a gusto con nosotros. El querer es muy diferente a amar, en donde hago lo necesario para que esa persona amada se sienta a gusto con mi vida. Y por esto Jesús no lo rechazo, al contrario le hizo una invitación: sígueme, hace falta mucho por crecer. Jesús no desecho a Simón Pedro por haber caído, sino que lo confronto con su realidad, le expuso lo que él no había visto, lo que lo desvío de Jesús. La prueba le expuso a Simón Pedro, lo mucho que le faltaba por crecer y allí Jesús le extiende sus brazos para que no se deje vencer, para que su fe no falle, para que comprenda que hay un propósito por el cual fue diseñado y es en Cristo. Por eso le dice “sígueme”, como diciéndole, no te he rechazado, no te he abandonado, veo a un Pedro cumpliendo el propósito por el cual fue diseñado, sé que vas a amarme por encima de todo, pero para eso debes seguir mis pasos, no debes desviarte, debes mantenerte junto a mi, porque lejos de mi, no podrás vencer.
Ver a un Pedro crecer en conocimiento y verdad en Cristo por haber permanecido cerca de Él. Lo que llego a escribir acerca de la purificación, entendiendo en todo su contexto lo que escribía, el vivió esa purificación, el no era perfecto, pero fue enseñable y llego a crecer tanto por amor a la verdad (Cristo en nosotros).
“Ahora ustedes, al obedecer al mensaje de la verdad, se han purificado para amar sinceramente a los hermanos. Así que deben amarse unos a otros con corazón puro y con todas sus fuerzas. Pues ustedes han vuelto a nacer, y esta vez no de padres humanos y mortales, sino de la palabra de Dios, que es viva y permanente. Porque la Escritura dice: «Todo hombre es como hierba, y su grandeza es como la flor de la hierba. La hierba se seca y la flor se cae,”
1 Pedro 1:22-24 DHH94I
Dios nos está haciendo una invitación, nos dice sígueme como le dijo a Simón Pedro, Él no vino a desecharnos, sino a procesarnos, Él no he terminado contigo, la obra no esta completa, ha falta mucho para crecer, pero que no falte tu fe y ve lo que yo estoy viendo en ti: la obra completa. Estoy viendo a Pedro(Roca), no ha Simon (qué era inestable), estoy viendo a Cristo formado en ti. Sígueme, es una invitación a permanecer cerca de Él, entendiendo tu debilidad y que solo junto a Él, esa debilidad ya no sera un estorbo, sino una fortaleza en Cristo.
Recuerda JESÚS espera por ti cada mañana!
Autor: Jonathan Zapata